viernes, 15 de junio de 2012

De los mitos de las bodas.

Desde que Dani y yo decidimos casarnos he visitado muchas páginas, blogs y foros dedicados al tema de la boda. Son de mucha ayuda cuando no tienes ni idea de que tienes, puedes y/o quieres hacer. Cualquier cosa que se te ocurra, alguien ya la ha hecho antes y lo ha contado en internet, lo cual facilita mucho la vida, todo hay que decirlo. Pero si te sumerges en exceso en este mundillo puedes llegar a perder la perspectiva y volverte una novia-loca-obsesionada que ha perdido el norte. Yo hago esfuerzos para no volverme eso. De verdad.

Leyendo las experiencias de otra gente, parece que casarse es lo mejor que te puede pasar en la vida, que te embarga un sentimiento de felicidad indescriptible, que todo es fantástico y maravilloso... Cuando lo que yo siento la mayoría de las veces es un poco de agobio por tener que organizar algo tan grande, algo de expectación por no saber cómo saldrá todo, y bastantes ratos de ilusión, no lo voy a negar. Pero no he vivido los últimos meses en una nube, como dicen muchas novias por ahí.

Organizar una boda me parece una de las tareas más difíciles a las que me he enfrentado en mi vida. Involucra a muchas personas, muchos detalles y mucho dinero, por lo que en los últimos meses ha consumido casi todo mi tiempo y mi atención. Y eso que nuestra boda no es demasiado grande ni demasiado complicada. Claro, todo depende de las ganas que tengas de complicarte, y del tiempo y el dinero que quieras invertir en ello. Al fin y al cabo, puedes casarte en el juzgado un martes con un par de testigos y se acabó. Pero eso tampoco era lo que queríamos (aunque debo reconocer que ha habido momentos en que me han dado ganas de mandar todo a la mierda y hacerlo así, a la manera austera-total).

Será que nunca he sido demasiado romántica. O que no entiendo el romanticismo como la mayoría de las mujeres lo entienden. O que le doy más importancia a otras cosas en mi relación que al romanticismo. No sé, prefiero una cena en cualquier sitio con una buena conversación que una cena a la luz de las velas en un restaurante de postín y aburriéndome... Cosas así.

Por eso quería escribir un poco acerca de algunas situaciones, ideas o circunstancias que se explican en blogs y foros, que me han sorprendido porque yo no las he experimentado igual.

Esto es lo mejor que te puede (y que te va a) pasar. O como diría una conocida, "Lo mejor que hemos hecho en la vida ha sido casarnos, ¿verdad, cariño?" o algo parecido, también iba un poco borracha, y a lo mejor era algo como la exaltación de la amistad, pero con el matrimonio... Pues no sé qué decirte. Me siento más orgullosa de haberme sacado el PIR, por ejemplo. Y, emocionalmente hablando, me gustó mucho más irme a vivir con Dani de lo que está siendo el proceso de casarme con él. Que no digo que no sea algo bueno, si no me gustase la idea no lo estaría haciendo, pero de ahí a que sea lo mejor que he hecho... Además, no creo que el hecho de casarnos cambie mucho nuestra relación. Es más, me gustaría que siguiese igual ya que estoy muy contenta así. Aunque el otro día leí algo que me gustó mucho, de una chica, bastante feminista, que siempre había visto el matrimonio como algo contractual, como un acuerdo, como algo que te ata a otra persona. Hasta que encontró la persona adecuada, con la que quiso casarse, y después descubrió que el matrimonio para ella había significado una base segura sobre la que hacer muchos proyectos a medio y largo plazo. Me gustó esa idea.


El vestido tiene que ser TU vestido. Esto lo he leído repetidamente: "me probé nosécuantosmil vestidos y cuando me puse ése, supe que era MI vestido." Que si te embarga una felicidad absoluta, que si parece que te ha tocado el espíritu santo, que si te sientes transportada al éxtasis... Y ya no hay ninguna duda más, es ÉSE. Pues mira, yo me probé unos cuantos vestidos y elegí el que más me gustaba, estaba dentro de presupuesto y me quedaba bien. Y ya. Me sentí bien cuando lo encontré porque buscar vestido de novia para mí fue una actividad bastante estresante y sentí alivio cuando al fin terminé de buscar, pero de ahí al éxtasis va un trecho grande. Luego hay chicas que después de comprarlo a veces no se sienten seguras de si han elegido bien y lo viven como un auténtico drama, porque claro, las demás parecen tan felices y seguras, que si ellas dudan será porque algo va mal. Pues no, será que eres humana y dudas como todo el mundo, digo yo...

Hay más, que seguiré escribiendo en otro post. Esto me parece suficiente parrafada por hoy.

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