Soy una cocinillas... hoy, dos recetas con obleas.
Nunca me han gustado mucho las empanadillas que se hacían en mi casa, con obleas tipo La Cocinera y fritas. Me resultaban muy pesadas. Ahora en casa, hemos descubierto un nuevo uso para esas obleas y lo usamos un montón para los días que no sabemos qué hacer de cena: minipizzas.
Para hacer las minipizzas sólo hay que poner las obleas (las que se quiera por persona, nosotros comemos entre tres y cuatro cada uno, depende del hambre que tengamos) en la bandeja del horno, encima de un papel de horno, y poner por encima lo que se quiera: queso y jamón cocido o cualquier otro fiambre o embutido, atún, pimiento, cebolla, champiñones, pollo, tomate... En una cena también de aprovechamiento, porque se le puede poner por encima cualquier cosa que tengamos en la nevera. Se meten al horno a 180 grados y en cinco minutos están hechas.
Además, el otro día, después de darle unas vueltas y haber hecho el apfelstrudel, me apetecía algo dulce con manzana, pero no tenía ganas de ponerme a hacer los strudel, así que cogí un par de obleas, les puse por encima unas rodajas finitas de manzana, espolvoreé por encima un poco de azúcar y canela, y lo metí al horno unos cinco minutos a 180 grados. Rápido, muy limpio y súpersencillo para un postre no muy pesado pero muy rico. No sé como llamarlas, según Dani son minipizzas de manzana, pero queda un poco raro el nombre. Mientras me lo pienso, lo recomiendo como alternativa fácil y rápida al strudel (sé que no tiene nada que ver, pero con la vaguería y el antojo de un postre de manzana al horno, da el pego).
PD: Feliz domingo, pero... ¡¡¡id a votar todos, leñe!!!
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