De rutina.
Enero está siendo un mes de eso, mucha rutina, parece que no salgo del trabajo-casa-trabajo, y ya voy teniendo ganas de un descanso. Tampoco ayuda que la chiquinina está mala estos días, con el primer virus de la temporada invernal, y estoy durmiendo como el p*to culo. Que voy arrastrada, vamos. Menos mal que este fin de semana tenemos una escapada reservada a Mérida. Nos lo tomaremos con tranquilidad, porque la peque lo mismo todavía no está muy recuperada para en finde, pero me apetece bastante un cambio de aires para desconectar.
Digo que tengo ganas de un descanso, pero cuando se me termine el contrato tampoco es que vaya a poder disfrutar de al vida de parada a tope, porque se viene una OPE como una catedral y habrá que estudiar a tope. O por lo menos intentarlo, que no sé yo si me voy a acordar de cómo se estudia después de tantos años. Vida de opositora is coming...
Y ya está. Que qué poco productivo ha sido este mes bloguísticamente hablando. Será que he estado más entretenida contando viajes pasados en el otro blog... :P
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