Trece años... y unos días.
Que no ha sido una condena, más bien han sido los mejores años de mi vida. Que hemos tenido nuestros altibajos, nuestros más y nuestros menos, nuestras discusiones y nuestros desencuentros. Como cualquier otra relación, vamos. Que no somos perfectos, que cada uno le aguanta al otro sus cosas, que la convivencia diaria desgasta un poco. Sí. Que una pandemia mundial y un confinamiento de tres meses no ayudan a dar estabilidad y tranquilidad. También. Que ha habido momentos de tristeza, de enfado, de cabreo monumental, de desconfianza, de frialdad, que al final son cosas que a veces pasan en las relaciones. Pero mira, hemos pasado por ello y seguimos queriendo estar juntos, que no es moco de pavo. Si se divorcia la gente después de las vacaciones, esto va a ser igual pero más exagerado. Hemos comprobado que en las malas también nos llevamos bien, que es mejor pasarlo juntos, que somos un equipo y nos complementamos bien. En estos años también hemos vivido pérdidas, pero estar junto a ti ha hecho que fueran un poco menos duras. Las cosas a veces no nos han salido como queríamos, pero hemos buscado la forma de ser felices con lo que nos toca.
En fin, que cuando conocí a aquel melenudo en el Angie no pensé que iba a acabar casada, con una hipoteca compartida y una preciosa hija. Ha sido un bonito viaje y espero seguir disfrutándolo todo el tiempo que pueda. O el que me dejes ;P
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