martes, 26 de febrero de 2019

Nuevos horizontes.

Sobre todo laborales. Me he liado la manta a la cabeza y he dejado mi empresa para hacer una sustitución en la sanidad pública. Estaba ya muy quemada con mi trabajo y aparte, esta me parece la única manera de ir metiendo la cabeza en "la pública". Estaba tan quemada que ya me estaba afectando hasta a mi vida personal, mi estado de ánimo y mi autoestima. Que sí, que soy psicóloga y debería saber manejar estas cosas de burnout, pero también soy humana y las cosas me afectan como a los demás.

De momento sólo llevo diez días trabajando, pero el cambio me ha venido muy bien. Ya me noto mucho más animada, menos cabreada con el mundo, más como estaba antes. Estoy un poco nerviosa y agobiada, pero lo normal cuando empiezas a trabajar en un sitio nuevo: no conoce a la gente, no sabes muy bien qué tienes que hacer y además mi población de pacientes es completamente diferente a la que tenía antes.

En definitiva, este cambio me ha venido al pelo.

La parte mala es que es algo temporal y que en un tiempo me iré al paro. Aunque ahora mismo tampoco lo veo tan malo. Podré dedicar tiempo de verdad a buscar trabajo y moverme más, podré prepararme la oposición si salen plazas, podré dedicarme un poco de tiempo a mí misma (que también me hace falta. Otra parte mala es que tengo horario de mañana y tarde, así que hay varios días que sólo veo a la chiquinina el rato en que la llevo al cole. Las dos nos tenemos que adaptar a esta nueva situación, porque pasar de estar todo el día juntas (menos el rato que estaba en el cole) a vernos a ratos, pues se lleva regular, no nos vamos a engañar (ya he dicho que yo tengo más hijitis que ella mamitis). Además, los días que yo voy de tarde necesitamos ayuda de los abuelos para ir a buscarla al cole, hasta que Dani llega de trabajar, que es algo que no nos hace mucha gracia (por no sobrecargarles), pero como va a ser temporal, pues hay que hacerlo. La parte buena es que las mañana que tengo libres me he apuntado al gimnasio. A ver cuanto duro XD

Pues eso, que de momento estoy muy contenta con el cambio. No puedo dar más detalles, pero espero que mi mejora de ánimo se note también por aquí y me vuelvan las ganas de escribir sobre cosas o chorradas varias.

Y ya.

viernes, 1 de febrero de 2019

Enero en cuesta.

Este inicio de año está siendo duro. Empezó guay con las vacaciones y el viaje a Dublín, pero está terminando con mucha gripe y cansancio. A ver si en febrero lo arreglamos un poco.

Viaje exprés a Dublín.
Conejines y #10yearschallenge
Concierto de (y con) la guapa y el gualtrapa, fresas y atardeceres. 


Y ya.