lunes, 30 de noviembre de 2020

Noviembre muy otoñal y con confinamiento perimetral.

Sin haberlo deseado, me ha salido un pareado 😅 

Pues otro mes de este extraño 2020 que ha pasado volando. Ya sólo nos queda uno. Pero vamos, que no soy yo de esas que piensan que en 2021 la cosa va a cambiar y mejorar drásticamente, no creo que hasta dentro de un año o dos por lo menos, volvamos a tener una normalidad como la conocíamos. En fin, que me lío. Noviembre empezó con los tobillos al aire y termina casi con bufanda. Es lo que tiene. Ha sido un mes de trabajo y casero, con algún plan por Madrid porque o no nos dejaban salir de la Comunidad o nuestros vecinos, con muy buen criterio, no nos dejaban entrar en las suyas. Así que hemos pasado un mes muy madrileño también. Hasta la cerveza del aperitivo de finde es muy madrileña XD. He empezado un puzzle de 1000 piezas, como nuevo entretenimiento casero, y he retomado el cubo de rubik. También ha sido hace poco cuando me han confirmado que me renuevan el contrato hasta el 30 de junio. Estoy muy contenta y va a ser mi contrato más largo desde que dejé mi empresa para trabajar en la pública. Ahora sólo me falta que no me lleven al hospital de pandemias 🙈


Mis tres amores preferidos. 
Nuevas especialidades, más amor y aperitivo de finde. 
Muy otoñal, nuevo entretenimiento y paseos. 

Y a por el último mes del año. 

viernes, 13 de noviembre de 2020

Castañeando

No recogimos muchas pero lo disfrutamos

Echo de menos el pueblico. Y también ir a coger castañas en estas fechas. Es una de las cosas que más me gusta de otoño desde que era pequeña. En el pueblo tenemos localizado el castaño que da las castañas buenas, las que son más fáciles de pelar, y las comemos según las recogemos, sobre todo si están en leche (que no están maduras del todo, vamos). Como este año no podía ser, busqué una excursión por Madrid donde hubiera un castañar. Hace unos años estuvimos en el de El Tiemblo, pero a Ávila tampoco podíamos ir. 

Cerca de allí, pero todavía en Madrid, está la ruta de los castaños de Rozas de Puerto Real. La zona me sorprendió mucho, porque se parece mucho a la del pueblo, y la ruta estuvo bien, sobre todo la primera parte, que es la que vas por el castañar. Nos hizo un día estupendo, de sol y buena temperatura, y pudimos recoger alguna castaña, aunque todos los erizos estaban ya abiertos y la chiquinina no pudo pisarlos, que es lo que le gusta. 

En fin que me sirvió para quitarme el antojo de coger castañas y para pasar un día agradable en el campo. Que, visto lo visto, no es poco. 

Y las fotos:

La ruta completa

Un día soleado y agradable


Empezando la ruta


Bien señalizado todo el recorrido


Los primeros castaños


La chiquinina buscando castañas


Esta zona era preciosa


Parada para comer


Al final había sorpresa


De aventura



Y ya.