viernes, 19 de abril de 2013

Por fin es viernes (de una semana muy intensa).

Hacía mucho tiempo que no me alegraba tanto de la llegada del viernes. Ha sido una semana muy intensa y no sólo por haber empezado a trabajar. Desde la visita a urgencias el domingo por la noche, pasando por unas compras de muebles para la terraza en Ikea el lunes, la operación de Paul el martes, no dormir apenas esa noche porque estaba bastante pachucho, no descansar tampoco mucho la noche del miércoles después de haberme levantado antes de las siete, otras dos visitas al vete... Uf, sí, muchas cosas.

Lo hemos pasado un poco mal con la operación de Paul, bueno, con el postoperatorio, pero esperamos que toda la preocupación y malos ratos que hemos pasado al final sirvan para mejorar su calidad de vida. Hoy ya vuelve a ser más él mismo, correteando por la casa y volviéndose loco con la comida que más le gusta, lo que me produce mucha tranquilidad.

Lo bueno es que también ha sido una semana muy calurosa y ha servido de aperitivo a lo que vendrá en un mes y algo. Hoy ya no, claro, no era muy normal estar casi a treinta grados en Abril, y hemos vuelto a una temperatura más primaveral. A ver si por lo menos se mantiene el solete y puedo disfrutar de mi terracita.

En fin, que ya se ha terminado. O al menos se han terminado los madrugones, porque la intensidad sigue, con la cena de despedida de resis esta noche y mañana comida por ahí con la familia política. Sólo espero poder dormir unas doce horas cada noche, por lo menos :P


lunes, 15 de abril de 2013

Cosas varias en lunes.

Después de un fin de semana bien completo, hoy toca encarar una semana importante, en la que empezaré a trabajar (por fin). Se me acabaron los días de pijama y sofá a tope (como corresponde a una buena parada XD).

Una cosa importante que ha ocurrido este finde es que por fin ha llegado el buen tiempo. El sábado, que estuvimos en el pueblico, fue un gustazo pasear al sol con sólo una chaquetilla encima. Y ayer casi nos achicharramos a las cuatro de la tarde paseando por el campo con unos amigos. ¡Me encanta! Esta semana espero que pasemos por el Ikea y similares para mirar los muebles para la terraza, que quiero comprar una mesa y un par de sillas, y una hamaca para tomar el sol. Tengo que encontrar alguna manera de hacer la lagartija, ahora que voy a ser una curranta y no voy a tener tiempo de ir a la piscina este verano.

Más cosas. Mañana Paul va a perder sus coscolos (como dice Dani). Después de unas semanas en las que ha estado muy pesado con el celo, hemos decidido esterilizarle. Ya escribiré una entrada conejil sobre el tema, pero básicamente está todo el día intentando cubrirnos los pies y las manos, mordisqueándonos los tobillos (es una conducta de cortejo, pero pica), ha empezado a hacer conguitos por todas partes, también se ha meado varias veces por la casa, está siempre muy nervioso, como un adolescente que no puede descargarse, el pobre. Además, en los últimos días ha empezado a bufarme e intentar morderme un par de veces. Es una conducta agresiva producida por el exceso de testosterona, como el resto, así que como la esterilización en los conejos macho es sencilla y no suele tener complicaciones, hemos decidido que merece la pena correr el riesgo para volver a tener el Paul de antes, tranquilo, cariñoso y limpito...

Mañana también voy a firmar mi contrato y el miércoles es mi primer día. A ver qué tal. Espero que bien. Crucemos los dedos y dentro de unos días contaré cómo me ha ido.

Y ya.

viernes, 12 de abril de 2013

Todo llega.

Diez meses desempleada. Yo sabía que la media para encontrar trabajo al terminar la especialidad suele estar entre seis meses y un año. Aún así, después de navidades empezaba a plantearme cosas. Como si había hecho bien en dejar mi hospital, por muy puteada que estuviera. O si debería haber empezado a buscar trabajo de cualquier otra cosa.

Han sido diez meses de optar a muchísimas ofertas y que ni me llamaran para una mísera entrevista. En las últimas semanas lo veía cada vez un poco más negro. Hasta que me llamaron hace un par de semanas. Y dos entrevistas más tarde, hoy me han llamado para decirme que quieren contar conmigo y que empiezo a trabajar el viernes. No está mal, sigo en la media, a pesar del momento tan malo que estamos pasando  :P

Y ahora sí, creo que tomé la mejor decisión hace ya más de un año (mi salud mental ha mejorado notablemente desde entonces). No estaré segura hasta que esté trabajando y vea cómo me va, pero la cosa pinta bien.

Hoy está siendo un gran día, y como dice mi madre, éste va a ser un gran año :)

miércoles, 10 de abril de 2013

Los primeros días en casa de un conejo enano.

Por demanda de mi corrector/editor de entradas conejiles, sigo publicando cosas sobre estos pequeños y achuchables orejotas.

Paul su primer día en casa. Era tan pequeño y taaaann mono ^^

Como ya he contado lo que se necesita tener para el conejo, voy a hablar de los primeros días con él. Estos días son muy importantes para que el conejo coja confianza y haga un buen vínculo con sus dueños. Los conejos son muy asustadizos y son animales de costumbres. Cambiarles de su ambiente les produce mucha ansiedad, por eso el llevarlos a casa puede ser una situación muy estresante para ellos.

Cuando llegamos a casa lo mejor es dejarlo en la jaula, en un sitio tranquilo, sin mucho ruido, con comida y agua y no hacerle mucho caso (aunque cuesta mucho porque son tan monos ^^). Durante los primeros días no hay que acercarse mucho a él ni tocarle mucho. Si le abrimos la jaula y sale a investigar, dejarle que lo haga aunque vigilando que no muerda nada que no deba o se meta en sitios donde se pueda hacer daño. También hay que dejarle que sea él el que se acerque a nosotros o que vuelva a la jaula por su propia voluntad, para que relacione la jaula con su sitio de cobijo y descanso, no con estar encerrado. Podemos darle un poco de comida (pienso, que les suele gustar mucho) de la mano para que se empiece a acercar y se acostumbre a nuestro olor.

Que aprendan a hacer sus necesidades donde queremos no suele ser difícil. Si tienen sustrato por toda la jaula suelen elegir un rincón para hacerlo. Si queremos que usen la esquinera, lo que se puede hacer es, cuando hagan pis fuera, limpiarlo con un papel de cocina, dejar el papel sucio en la esquinera y limpiar la zona donde hayan hecho pis con agua y un poco de vinagre, porque relacionan el olor con el sitio donde deben hacerlo. Con las cacas igual, si hace alguna fuera, recogerla y ponerla en la esquinera. Suele ser cuestión de paciencia ya que no son animales muy avispados, pero como son de costumbres, acaban aprendiendo donde hacer todas sus necesidades. Cuando son más mayores y llegan al celo, pueden volver a hacer pis o cacas fuera de su sitio.

Una cosa que puede sorprender cuando convivimos por primera vez con un conejo, es que a veces se comen sus propias cacas, directamente de su ano. Lo que se comen no son sus cacas normales (los conguitos que no manchan), se llaman cecótrofos y son en forma de racimo de uvas, brillantes y húmedos. Son importantes en la alimentación del conejo porque llevan vitaminas esenciales y ayudan a la digestión. Si las vemos, porque el conejo no se las esté comiendo, puede ser síntoma de enfermedad y habría que llevarle al veterinario.

El conejo, cuando lo llevamos a casa, suele ser gazapo, por lo que sólo debe comer pienso para gazapos y heno. Las verduras se van introduciendo cuando son más mayores, a los 3 o 4 meses. Otro día hablaré de la alimentación, que es un tema muy importante por lo sensible que tienen el tracto digestivo estos peludos.
Es importante aprender a coger al conejo. Nuestro veterinario nos ha insistido en hacerlo bien, porque los huesos de los conejos son muy frágiles, y si se retuerce o se cae de los brazos puede llegar a romperse la columna, con todo lo que eso implica :(

Para coger bien a un conejo hay que pasarle una mano por debajo del cuerpo, por la zona del pecho, y otra agarrándole en culete. Lo levantamos y lo sujetamos firmemente contra nuestro cuerpo, de forma que su espalda queda pegada a nuestra barriga. Así el conejo no puede revolverse y tiene la espalda sujeta. Bajo ningún concepto hay que cogerle de las orejas, porque las tienen muy sensibles y le dolería mucho.

Los conejos regulan su temperatura por las orejas. Las tienen llenas de vasos sanguíneos y nervios, y por eso son tan sensibles. Así, por la temperatura que tienen las orejas, podemos saber si el conejo tiene frío o calor. También es una zona que si la acariciamos con cuidado, les suele gustar un montón (sobre todo si las tiene frías y tienes las manos calentitas).

Otra cosa importante es acostumbrarse a revisarle todos los días o al menos una vez a la semana, el pelo, los dientes, los ojos, posibles mocos, heridas o calvas, las orejas, posibles bultos... Mirar todos los días cómo ha hecho las cacas, si son normales de consistencia y cantidad, que no tenga diarrea. Observar cuánto come y bebe cada día. Ver si su comportamiento es normal, si está activo, si juega y corretea. Los conejos son objetivo de muchos depredadores, por lo que tienden a disimular la enfermedad para no parecer más débiles, por eso hay que estar más pendientes que con otros animales.

Una de las cosas que beneficia mucho a la relación con un conejo es la rutina, que les hace sentir más seguridad. Nosotros tenemos una rutina establecida con Paul y, en parte por ello y en parte por su caracter afable, hace que la convivencia con él sea fácil y él se encuentre bien y se le vea contento. Normalmente le damos de comer el pienso por la mañana, entre semana cuando Dani se va a trabajar, y los fines de semana a la misma hora, porque ya se ocupa él de despertarnos haciendo ruido con los barrotes de la jaula XD

Durante la mañana, como yo ahora estoy en casa, suele estar con la jaula abierta desde que me levanto. Al principio sólo le abría cuando podía estar pendiente de él, cerrando las habitaciones donde no quería que entrase. Con el tiempo se ha acostumbrado a estar en la misma habitación en la que estoy yo y no tengo que estar tan pendiente (aunque hay que seguir vigilando porque la puede liar en un momento). A primera hora de la mañana es cuando está más activo, ya que lleva toda la noche metido en la jaula y necesita descargar energía. Es cuando suele correr y saltar más, investigarlo y husmearlo todo. Y como está a tope de energía no suele hacerme nada de caso. A medio día suele dormir bastante. Se echa debajo de la mesa de centro del salón, en la alfombra y se pega unas siestas al sol de flipar. En esos momentos tampoco suele querer que le hagan mucho caso. Por la tarde-noche es cuando vuelve a estar más activo y cuando nos hace más caso. Es cuando le damos de comer verduras y hortalizas frescas, cuando le damos alguna chuchería y cuando más se acerca a nosotros para que le hagamos mimos. Por la noche, antes de irnos a la cama, le limpiamos la jaula, le reponemos el heno y el agua, le cepillamos y le damos la malta. Y normalmente se queda en su jaula comiendo heno hasta que se va a dormir.

Bueno, y ya es más que suficiente por hoy. La próxima entrada conejil hablaré sobre su comportamiento y educación.

viernes, 5 de abril de 2013

Una pausa publicitaria.

Hay un anuncio nuevo de Volskwagen que me encanta. Me meo cada vez que lo veo en la tele.



Es muy gracioso. XD

Me gusta casi más que el del conejo (pero esto ya es por las obsesiones de una, no porque el anuncio sea muy gracioso).



Y es que parece que los de VW se curran bastante los anuncios, porque éste también era genial.



Bueno, también es cosa de filias, pero mola el Vader chiquinín ^^

*Este post no está patrocinado por VW, aunque lo parezca.

jueves, 4 de abril de 2013

¿Qué necesita un conejo enano?

Por insistencia de mi ayudante/corrector en estas entradas, sigo con los conejitos.

Antes de comprar o adoptar un conejo enano, nos deberíamos hacer unas cuantas preguntas:
¿Estoy dispuesto a tener una mascota durante muchos años, entre 8 y 10?
¿Tengo sitio para una jaula suficientemente grande para él?
¿Tengo tiempo de jugar con él todos los días, cambiarle y asearle la jaula?
¿Me permite mi economía comprarle todo lo que necesite (jaula, comida, heno, visitas al veterinario, medicamentos, vacunas)?
¿Tengo alergia al pelo del conejo?
¿No me importa que se estropeen o se ensucien algunas cosas de mi casa?
¿No me molesta el olor que tienen o que tiene su comida?
Si me gusta viajar o tengo que hacerlo por trabajo, ¿Estoy dispuesto a llevármelo (con el aumento de gasto y dificultad que supone viajar con mascotas), tengo alguien que pueda cuidarlo o puedo pagar una residencia para animales?

Si a pesar de todo nos hemos decidido,  lo normal es que en la tienda nos digan más o menos lo que necesitamos para atenderlo bien. Pero por si acaso, aquí va lo básico o lo que suele ser más habitual.

Una jaula. Se recomienda, sobre todo si lo vamos a tener en un piso, comprar una jaula donde pueda dormir, comer y hacer sus necesidades, y donde pueda estar cuando lo dejamos solo en casa. También hay gente que acondiciona una habitación en la que no pueda morder cables o estropear muebles, donde pueda quedarse solo. La jaula se suele recomendar que tenga unos 70 centímetros de largo por cada kilo del animal, para que pueda moverse cómodo por el interior. También viene bien que tenga una puerta por la parte de arriba para poder limpiarla, y una lateral para que el conejo entre y salga solo. La parte de abajo no debe ser de barrotes, sino de plástico, porque tienen las patas sensibles y estarán más cómodos. La jaula nos costó alrededor de 50€.

Esta es la jaula de Paul, tiene más de un metro de largo.

Lecho. Hay veterinarios que recomiendan poner lecho por toda la jaula y hay personas que lo ponen sólo en la esquinera donde el conejo hace sus necesidades. El lecho puede ser de papel o serrín, aunque lo más limpio son los pellets de madera prensada. Cada bolsa de lecho nos cuesta 5€ en una tienda de barrio, aunque en las tiendas grandes de animales suele costar 7€. Usamos una bolsa a la semana, más o menos.

Esto son los pellets de serrín prensado.

Bebedero. El que usa Paul es de tipo biberón, que se engancha en la pared de la jaula, y es de medio litro, aunque también se le puede poner un bol o algo así, pero que sea difícil de volcar. El de tipo biberón no debería costar más de 4 o 5€.

Henera. Para el heno, como su propio nombre indica. También las hay que se enganchan a la pared de la jaula y así ocupan menos espacio. Suele venir con la jaula o costar unos 5€.

Bebedero y henera, que tienen que estar siempre llenos.

Heno y pienso. Es lo que comen los conejos principalmente. Heno tienen que tener disponible siempre, para que coman todo lo que quieran. El pienso hay que racionarlo, dependiendo de la edad. El heno nos cuesta 3,50€, aunque en las tiendas grandes puede ser más caro, hasta 5€ la bolsa y gastamos como una bolsa a la semana. El pienso, depende mucho de la marca, unos 8-10€ la bolsa de dos kilos y medio y nos dura un par de meses.

Este es el heno que le suele gustar a Paul.

Malta, sobre todo cuando esté cambiando el pelo. Puede ser de gato o de roedores. La de roedores es más cara, pero el sabor suele ser más afrutado y les gusta más a los conejos. La de gato suele oler como a pescado, y depende del conejo puede no gustarle, aunque a nuestro anterior conejo le encantaba.

Una camita y una esquinera, sobre todo si no tiene lecho por toda la jaula.

La esquinera con el lecho.

Una revisión y desparasitación en el veterinario, especialista en exóticos. Y antes de la primavera necesitará dos vacunas. Hace poco llevamos a Paul a desparasitar y ponerle la vacuna de la enfermedad hemorrágica vírica y fueron 30€. Las revisiones normales suelen ser algo más baratas.

Otras cosas que puedes necesitar: un transportín, un arnés si quieres sacarlo de casa, juguetes (aunque se entretienen con las cosas más absurdas), maderas o cartones para roer, un cepillo para el pelo, unas tijeras para las uñas.

Este transportín que nos lo regaló una amiga, lo usamos para los viajes.
Paul con el arnés su primer día de parque.

Y ya, por ahora. En la siguiente contaré los primeros días en casa de un conejito, que son muy importantes.

martes, 2 de abril de 2013

Vuelven todos a la vez.

Vuelven Phoenix. Y Lori Meyers. Y We Are Standard. Y Delafé y las Flores Azules... De estos son lo que me he enterado. Que también hay veces que uno de mis grupos favoritos saca un disco y me entero meses después, como me ha pasado con Matchbox 20...

Empiezo con Phoenix. Porque ellos lo valen. Porque hacen esa música tan elegante y a la vez tan divertida, que nunca me canso de escuchar. No, todavía no me he cansado del Wolfgang Amadeus Phoenix (que salió hace tres años ya) y parece ser que Bankrupt va a ser del mismo estilo. El adelanto, Entertainment, me gusta.



Ains... Vuelven Lori Meyers. Con lo que nos han hecho bailar en múltiples festivales al son de Mi Realidad, Luces de Neon, Aha han vuelto, Alta Fidelidad... En este nuevo disco, que se llama Impronta, parece que les ha dejado la novia. Ya me pasó con Supersubmarina, que también les dejó la novia en Santacruz, pero luego le acabé cogiendo el gustillo al disco. Seguro que con el de los Lori me pasa igual. De momento, de los adelantos que han sacado, me gusta el ritmillo de Emborracharme.



Delafé y las Flores Azules también han sacado disco en Marzo. Se llama De ti sin mí, lo que ya dice mucho de como puede ser el disco... ¿Qué les ha pasado a todos? Si el título no ha sido suficiente, la primera canción que sacaron, que se llama igual que el disco, ya lo deja todo clarísimo. Ains... Qué productivo e inspirador es el mal de amores.



Bueno, pues los más marchosos, juerguistas y bailongos no me pueden defraudar. ¡Basta ya de males de amor! ¡Quiero cacionacas divertidas, bailables y optimistas! ¿Me las darán We Are Standard? Bueno, de momento la cosa va en su linea habitual. A ver cómo está el resto del disco, que por cierto sale hoy mismo, y se puede escuchar ya en Spotify.



lunes, 1 de abril de 2013

De vuelta de la Semana Santa.

Que más pasada por agua no podía haber estado. Como este verano me digan que hay sequía, no respondo de mis actos. Pero bueno, ha sido una Semana Santa casera, pero con buenos planes.

El lunes a recoger el finiquito del trabajo, pero sin poder cobrarlo porque estaba mal (qué bonito es volver a trabajar para ETTs, que hacen siempre tan bien su trabajo...). El martes de visita a mis padres y a mediodía algunas compras para estrenar la temporada (sin pasarme, que vuelvo a ser una parada más). El miércoles entrevista de trabajo. Sí, diez meses después, por fin he hecho una entrevista para algo de lo mío. De momento la cosa va bien, seguiré informando en próximas entregas.

El jueves cañas de aperitivo y luego comida con la familia política a tope. El viernes, con todo el chaparrón, excursión a Aranda, comida de pinchos ricos y algún vinico que otro. El sábado comida en el Piratas, sin poder acabarme ni la hamburguesa piratilla, pero cómo estaba, maemía qué cosa más rica. Y después, aprovechando que hacía buen día, un paseo largo por el campo en el Pardo para bajar la comida. Y ayer de descanso en casa, todo el día de sofá y mantita, viendo capítulos pendientes de Sherlock y repitiendo alguno de Cosmos. Qué grande Carl Sagan, qué buen divulgador científico, que treinta años después se siguen viendo sus documentales y siguen resultando interesantes.

Y poco más... Que Paul está on fire con su celo primaveral, a ver si se le pasa un poco porque se pone muy cansino y frenético el pobre. Que el cambio de hora, regular, me jode que me quiten una hora de sueño, pero mola que a las ocho y media todavía sea de día, parece que el día cunde más.

Y para terminar, algo que vi ayer en Microsiervos y me hizo mucha gracia.

No diga...


Sea ilustrado y diga...


XD