domingo, 31 de diciembre de 2017

El 2018 se vieeene... El 2017 se vaaaaa...

Pues eso, que nos quedan dos telediarios de año, ya está finiquitado, exprimido y disfrutado.

Ha sido un año... No sé. Lo pienso así en frío y ha sido un buen año, bastante tranquilo, ni fu ni fa. Puede que sea un año de transición, para todo lo que viene en 2018.

Ha sido el año en que mi bebé ha dejado de serlo y ha pasado a ser una niña preciosa y dicharachera. Ya hablaré de ello cuando toque, para no dar mucho la turra, pero el destete hace unos meses, cómo ha llegado a hablar y cómo acepta la separación de mí dicen mucho de dónde quedó mi bebé. Es una etapa que recordaré toda mi vida con muchísimo cariño y nostalgia, pero ésta en la que hemos entrado también me está encantando.

Ha sido un año de viajes a sitios cercanos, pero que los he disfrutado como si hubiésemos ido al fin del mundo. Me encanta viajar y más si es con mi pequeña familia viajera. Fuimos al sur de Francia y el País Vasco, qué preciosidad Burdeos, estoy deseando volver. Fuimos a Cai dos semanas, y lo de hartarme de playa no va conmigo, con la playa no tengo hartura. Fuimos a Dublín a ver a nuestros dublineses favoritos. Y fuimos a Madeira, que también me encantó y me dejó con ganas de volver.

Ha sido el año en que he retomado dedicarme tiempo a mí misma. Empecé a ir a yoga y sigo con ello, porque me encanta. Tengo la intención de aumentar un poco el tiempo que le dedico, pero poco a poco, sin prisa pero sin pausa, que al final es como llega todo. Empecé con la intención de dedicarme tiempo y mejorar mi forma física, pero poco a poco mi objetivo ha ido cambiando, y eso me gusta. Mi intención sigue siendo cuidarme, pero he añadido el quererme más y aceptarme mejor. Me gusta que en las clases consigo observarme más, no lucho tanto contra mi cuerpo (mis isquiotibiales dan lo que dan...) y voy observando progresos.

Ha sido el año en que empezamos a buscar nuestro nuevo hogar y lo encontramos. Tengo pendiente escribir sobre esto, lo sé, pero es que todavía no me lo creía mucho. Cuando tenga más cosas en firme supongo que me animaré a poner algo aquí.

Ha sido un año de revivir muchas cosas a través de los ojos de la infancia. Ver cómo la chiquinina ha disfrutado de la playa, de los viajes en avión, del campo y el pueblo, y cómo está disfrutando de las navidades es un gustazo, hace recordar muchas experiencias y sensaciones que se nos olvidan cuando crecemos.

También ha sido un año de muchísimo trabajo y de estar un poco quemada con él, de replantearme mi vida laboral (aunque no tanto como cuando me reincorporé de la excedencia) y de quedarme a las puertas de algunas oportunidades. En fin, para el año que viene a ver si sale algún proyecto nuevo y le doy un cambio, que el campo en el que estoy ahora a la larga termina quemando bastante. Si no, me seguiré centrado en las cosas que me hacen levantarme de la cama cada día, ver crecer a mi chiquinina, mi maridito y los ratos que pasamos juntos, la fotografía y el curso que voy a hacer en breve, seguir avanzando con el yoga, la ilusión de nuevos viajes y de tener una casa nueva... ¡Que no es poco!

Y para el 2018 pido lo de siempre: mucha salud y tranquilidad para toda la gente que quiero. Sobre todo para los que les ha faltado este año. Y para mí, que me sea leve la mudanza y la búsqueda de cole. Y un viajecito a Italia para compensar :P

¡Feliz año nuevo!

sábado, 30 de diciembre de 2017

Diciembre navideño y tropical.

Pues se acaba diciembre y el año con él. Ha sido un mes navideño, viajero y bastante cansado por el volumen de trabajo. Pero sobre todo un mes de contrastes y de celebrar :)

Decoración navideño, cuentos sobre estas fechas y senderismo por Madeira.
Paisajes madeirenses y conejines.
Jugando con legos, Baltasar-señora y esperando la cena de Nochebuena. 

martes, 26 de diciembre de 2017

El descubrimiento de mi vida femenina (o de la copa menstrual).

O de cómo llegó para quedarse por muchos años, espero. Esto era yo hace dos años y medio: una puérpera de excedencia por maternidad, con una bebé que pasaba mucho rato enganchada a la teta y un móvil con el que pasar esos ratos entretenida y no desesperarme. Y así llegué al "foromamás". En realidad se llama de otra manera y es un foro sobre crianza con apego, pero era un foro con muchas madres en mi misma situación y al final se acaba hablando de todo un poco. Allí fue el primer sitio donde que me llegó información sobre la copa menstrual. No era la primera vez que oía sobre ella, pero sí la primera vez que leía experiencias de mujeres reales, y al ser casi todas tan buenas, me acabó convenciendo para usarla yo.

Sobre la copa menstrual hay muchísima información en Internet, por ejemplo Wikipedia siempre es una buena opción, y por eso no voy a redundar en lo mismo, sino explicar mi experiencia. De todas formas, unos dibujicos nunca vienen mal :P


Tuvieron que pasar otros seis o siete meses para que mi menstruación volviera (¡holi!) y ahí sí que me planteé comprarme una copa para probar. Estuve investigando sobre los tipos de copas que hay y las características que mejor se adaptaban a mi cuerpo y mis circunstancias. Al final me decidí por la Femmecup, que es pequeña (no tengo mucho flujo) y blandita (mi suelo pélvico está bien aunque haya tenido un parto vaginal). Después también me he comprado la Divacup, que es un poco más grande, y porque no es transparente. Las copas transparentes acaban amarilleando con el tiempo y parece que están sucias, aunque las acabes de esterilizar.

Tengo que avisar de un par de cosas. Creo que mi experiencia con la copa ha sido tan buena porque no soy escrupulosa con mi propio cuerpo y nunca me ha dado asco mi propia menstruación. Me parece que es parte de mi cuerpo y es algo que ocurre todos los meses desde que tenía trece años, así que no tengo mucho problema en mancharme un poco los dedos cuando la coloco, igual que pasa con los tampones. Las primeras veces me costó un poco conseguir colocarla, porque es diferente a ponerse un tampón, pero en un par de veces o tres se le coge el truco. También para sacarla es diferente, y al principio me molestaba un poco, pero una vez se le coge el truco es rápido y fácil. Las copas más duras cuesta menos colocarlas, porque se abren más fácil una vez dentro, pero yo con las blandas me apaño bien, que suelen ser más cómodas y no se notan nada.

Cómo se coloca la copa. 

Lo segundo es que mis reglas son muy poco abundantes, así que casi nunca tengo que cambiarme la copa fuera de casa. Ni siquiera los primeros días me cambio más de dos veces, al levantarme y al irme a dormir. Es tan cómoda que se me olvida que la tengo puesta, porque no notas nada. De hecho alguna vez me he ido a dormir sin vaciarla y luego he tenido escapes por rebosamiento. Pero fuera de accidentes, me he olvidado completamente de los salvaslips, que solía usar cuando usaba tampones, porque no he tenido ni una fuga. Entiendo que para las que tengan más flujo y tengan que cambiarse fuera de casa puede ser más incómodo, porque necesitas un lavabo para limpiar la copa después de vaciarla y antes de volver a ponerla, pero también he leído que si llevas una botella de agua se puede aclarar y ya está. Además, como es algo que no molesta y se puede poner incluso sin flujo porque no reseca, lo uso desde el día -1 hasta el ultimísimo día, fuera salvaslips y cualquier otro gasto.

En fin, que he descubierto una forma de pasar los días de la regla comodísima, barata (una copa cuesta sobre 25€ y puede durar hasta diez años, calculen el gasto en compresas o tampones) y que genera cero desperdicios. Es cierto que a veces no se da con la copa ideal a la primera. Cada cuerpo es un mundo y cada una tenemos necesidades diferentes, así que es imposible recomendar una copa en concreto. Quizá pensaría lo de que sea transparente como un inconveniente, pero yo que tengo las dos copas, al final acabo usando siempre la Femmecup porque me resulta mucho más cómoda que la Divacup, que también es muy cómoda pero me cuesta más ponerla y quitarla. El tema del amarilleo lo soluciono dejando la copa sumergida durante una noche en agua oxigenada y queda otra vez como nueva. Lo hago cada dos o tres meses, así que no es excesiva molestia, pero es cierto que si fuera de algún color sería más cómodo.

En fin, que a mí también me parecía algo muy hippie, pero realmente el probarlo es lo que me ha convencido.


viernes, 22 de diciembre de 2017

Felices fiestas.

Aunque en casa dimos el pistoletazo de salida a primeros de diciembre, ha sido algo muy excepcional y relacionado con la ilusión que le hace a la chiquinina. Para mí las navidades siempre han empezado el día de la lotería, y en casa de mis padres raro era el año que poníamos el árbol antes de este día. Así que, ahora sí que sí, ha llegado la Navidad.

En estas fechas tan señaladas siempre me gusta reavivar algunos valores que el resto del año pasan un poco desapercibidos. Para mí son días de agradecimiento, por todo lo que tengo en mi vida que me hace feliz. También es una época de reflexión y de balance, de pensar en este año que ha pasado, en lo bueno y lo malo, de pensar en temas un poco más profundos que a lo mejor el resto del año no entro a ello. También son días de anticipar y planear un poco el año que viene, plantearme algunos objetivos. No hago propósitos* porque luego no los cumplo, pero sí pienso en cosas que vamos a hacer, en sitios a los que ir, en los cambios que vienen... También son fechas para disfrutar de la familia y de los amigos, de los que podemos, porque estamos un poco desperdigados. Y de acordarme de los que no están o los que me gustaría tener más cerca.

En fin, que como buena conformista, me gusta la Navidad. Y ahora que la puedo disfrutar desde los ojos y la ilusión de la chiquinina, mucho más. Felices fiestas a todos. Y ya queda menos para el verano XD

*Mis propósitos podrían ser algo así como no comer peor, no engordar mucho, no dejar de ir a yoga o no ir a peor en el trabajo XD

PD: Edito para dejar esta viñeta de Moderna de Pueblo, que resume todos los días de la lotería de Navidad de mi vida, ever... Porlomenostenemossalud :P


lunes, 18 de diciembre de 2017

Los adorables (y no tan terribles) dos.

Mucho se habla en las páginas sobre infancia y crianza sobre el difícil momento que suele la etapa entre los dos y tres años, los terribles dos, que los llaman. Se supone que el bebé deja de serlo poco a poco, deambula, empieza a hablar y empieza su separación de mamá (o su figura de apego principal). A esta edad el peque empieza a ser una personita, que intenta expresar sus deseos y necesidades, y hacer saber a sus padres qué es lo que quiere. Se supone que por ahí vienen las rabietas: quiere algo diferente a lo que sus padres quieren y lo expresa de esa a manera. También tiene que ver con la gestión de las emociones. Todavía son muy pequeños para saber qué se hace con la rabia y la frustración, con el enfado, con la incertidumbre... Así que cualquiera de esas emociones se puede traducir en una explosión en forma de rabieta. Explicado así da un poco de miedo, pero para nosotros no ha sido para tanto.

Supongo que una parte importante tendrá que ver con la forma de ser de la chiquinina. Ella es bastante tranquila y no suele tener mucha necesidad de autoafirmarse. Es verdad que es bastante cabezota y cuando se le mete algo en la cabeza, no hay manera de que sea otra cosa. Pero también nosotros intentamos ser flexibles y negociar. Hay cosas que no se pueden negociar, está claro, pero intentamos relativizar bastante la importancia de ciertas cosas y si merece la pena que ella tenga un berrinche.

Dicho lo cual (que no sé si es por su forma de ser, por nuestra forma de llevarla o por una mezcla de ambas), tengo que decir que está siendo una de las mejores fases de la crianza. Sigue teniendo su punto de bebé y de querer estar pegada a mamá a ratos, lo que hace que no lo eche tanto de menos, pero también es infinitamente más fácil ahora que cuando era bebé. Se la puede llevar a cualquier sitio y a ella le encanta ir a todas partes con nosotros, come de todo, se entretiene ella sola bastante rato, si se tiene que quedar con los abuelos o la abuela no pone problemas, puede expresar perfectamente lo que quiere y cuando se lo explicamos entiende las cosas que van a pasar y se salen de lo normal, tiene una rutina diaria pero no le cuesta mucho si nos la saltamos. Y lo mejor de todo es que es muy divertida. Es un lorito con el que me encanta hablar y tiene unas ocurrencias que te partes de risa. Es increíble volver a descubrir el mundo a través de sus ojos y su inocencia. Nos lo pasamos genial los tres juntos y nos reímos mucho.

En definitiva, que está (y es) adorable. Diría que me encantaría que se quedase así, en esta etapa tan bonita, pero también lo pensaba cuando era más bebé, así que supongo que lo que está por venir también puede ser estupendo.

martes, 5 de diciembre de 2017

Rumbo al trópico.

Bueno, en realidad vamos a un clima subtropical, pero mejor que en Madrid seguro que se estará. Mañana a estas horas estaremos en Lisboa esperando para embarcar rumbo a Madeira (como dice la chiquinina, la amiga de mamá*). Dan máximas de 20 grados y mínimas de 17, con lo cual a mí me está costando una barbaridad hacerme a la idea de la ropa que tenemos que llevar. Teniendo en cuenta que nos levantamos por la mañana bajo cero y no subimos de diez grados en todo el día, sé que voy a llevar más ropa de la necesaria, pero mejor que sobre, que no que falte.

Y en Madeira me voy a enfrentar a otro reto viajero de la conducción. Después de los dos primeros capítulos, a) cambio automático en USA y b) conducir invertido en Escocia, llega c) un minibus por carreteras de montaña en Madeira. Sí porque, como vamos seis adultos y la chiquinina, al final hemos pensado que lo mejor era ir todos juntos y nos hemos alquilado una fregoneta de nueve plazas (Mercedes Vito o similar). Creo que mi hermano y yo vamos a sudar, porque he leído que las carreteras secundarias son finas.

Un poco de deleite anticipado:

Cabo Girao por Gérard Janot 
Pico do Arieiro por Daniel van der Ree
Acantilados por Guenter Wieschendahl
Levada por Sten Porse
Paisaje por Guenter Wieschendahl

En fin, que tengo muchas ganas de este viaje. No se nota, ¿verdad? Porque no lo he dicho ya veinte veces. Y a la vuelta seguiré con la turra :P

*Cuando fuimos a ver a Fer a Dublín hace tres semanas le dijimos que íbamos en avión a ver a la amiga de mamá, y se debe haber quedado con la copla de que cogemos aviones para ver a la amiga de mamá, así que Madeira es la amiga de mamá XD

jueves, 30 de noviembre de 2017

Noviembre entretenido.

Al final hemos hecho unas cuantas cosas en noviembre. Diciembre también se presenta movido, empezando la semana que viene, ¡¡que nos vamos a Madeira!! Ole, qué ganas tengo de viaje familiar :)

Desayuno potente, rugby y Madrid desde el aire.
Otoño dublinés, chiquinina viajera y la conejina.
Celebrando cumpleaños, calcetines frikis y la casa de campo. 

martes, 21 de noviembre de 2017

De regreso, findes irlandeses y la cuenta atrás.

Este mes he estado desaparecida en combate. La verdad es que no tengo mucho que contar. Bueno, sí, pero no lo quiero hacer público todavía, así que no se me ocurren temas para escribir aquí. Pero en breve prometo intentar regresar y ser más constante.

Este finde hemos estado en Dublín, aprovechándonos de la hospitalidad de Fer y Darragh, que siempre que vamos nos cuidan un montón. Esta vez nos han llevado al rugby y todo. Hemos paseado, el tiempo nos ha respetado bastante, hemos visto las luces navideñas (allí están un poco adelantados), nos hemos reído mucho, nos hemos puesto al día y la chiquinina se lo ha pasado pipa. Ha sido un poco cansado, para ella más, pero ha dormido esta noche como trece horas para recuperar fuerzas. Sigue siendo un gustazo poder llevarla a cualquier sitio y que se adapte tan bien. No se ha quejado ni una vez en los tres días, la campeona, y se lo ha pasado pipa. También ha bautizado a nuestros amigos como #ferydarragh, todo junto, igual que hace con #losabuelos XD

Y unas foticos del otoño tan bonito que tienen allí:

El otoño dublinés
Vaya parques que se gastan
De camino al estadio
Ambientazo
Madrid desde el avión

Y nada, que ver la decoración navideña allí me ha hecho darme cuenta de que el final de año se acerca vertiginosamente. En tres semanas volvemos a irnos de viaje, y en cinco semanas ya estamos en Navidad. Ains, estas fechas me gustan más con la chiquinina pero también me agobian más. Y en enero a ver si hacemos otro viajecito, si Dani se deja convencer. 😇

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Despidiendo octubre con Halloween.

Octubre ha sido un mes de veroño, con paseos por Madrid y excursiones al campo. Lo hemos despedido con una fiesta de Halloween en el cole de Sofía. Ayer en mi curro se comentaba lo que se ha popularizado esta fiesta y cómo algunos luchan contra ella por no gustarles el simbolismo de disfrazar a los niños de demonios y a las niñas de brujas. Yo esto lo veo un poco exagerado. No es que me gusten las cosas que tienen que ver con el terror, pero tampoco vivimos en la Edad Media cuando esos personajes simbolizaban el mal. Para mí las brujas fueron las feministas de su época, y no creo en los demonios, así que me resulta como si un niño se disfrazase de Superman. Le veo su parte positiva, que es el acercarse de forma festiva a uno de los miedos más comunes, que es el miedo a la muerte y a lo desconocido. Y también puede ser un buen momento para hablar de estos temas con los niños que tengan curiosidad. En fin, que será una americanada, o una tradición celta, o lo que sea, pero que ya forma parte de nuestra sociedad es un hecho.

Atardeceres desde la terraza, castañas y el pueblito bueno.
Plazaspaña, chiquinina con Paul y el Ford Anglia volador.
Excursión porteando, la brujita Tapita y domingueros por la sierra. 

lunes, 16 de octubre de 2017

De postpuente y despidiendo el veroño.

No recuerdo haber escuchado esto del veroño hasta el año pasado. En Madrid se solía notar el veranillo de San Miguel, a finales de septiembre, lo que significaba que por esas fechas ya había hecho fresco y volvía el calor por unos días. Este año llevamos calor non-stop desde finales de mayo hasta hoy mismo. Parece que mañana ya llega el otoño de verdad, y no es que me alegre que se vaya el calor, pero tampoco es natural este tiempo. En fin. Tocará cambio de armario esta semana, que yo seguía tan feliz con mis camisetas de tirantes, mis vestidos y mis alpargatas.

El puente, que no ha sido puente, hemos hecho cosas varias, como comidas familiares, compras de ropa de invierno para la chiquinina o excursión a Madrid (¡¡Pa Madriiiiiiss!!) con visita al teatro incluida. Estuvimos en un espectáculo de magia familiar y la peque se lo pasó bien y aguantó la hora y pico que duró bastante formal. Comidas fuera, cenas en terraza exprimiendo el veroño, ratos de parque y siesta en familia. Nuestros planes favoritos.

Y ahora tocará aclimatarse al frío, empezar a ir al parque más temprano, hacerse con el horario de invierno en un par de semanas (éste es más fácil de cambiar para los peques que en primavera) y pensar en los planes que tenemos hasta final de año para no amargarme de más. Ya tenemos disfraz de brujita para Halloween, tenemos tres puentes (que no serán puente, pero bueno) en noviembre y diciembre, cogeremos un par de aviones para ir a Dublín y a Madeira... Y antes de darnos cuenta ya tendremos aquí las navidades. Ay, madre, que se nos acaba el año ya. O_o

martes, 3 de octubre de 2017

Treinta meses.

O dos años y medio, que viene a ser lo mismo. Es lo que cumple la chiquinina. Y parece mentira bla, bla, bla... Lo rápido que se está pasando bla, bla bla... Y esas cosas que digo siempre. Al lío :P

Este verano ha pegado un buen estirón. La ropa de dos años se le empieza a quedar justa, así que debe andar por los 90 centímetros, me imagino. Y de peso está alrededor de doce kilos, o diecionce, como dice ella cuando se sube a la báscula. Hicimos una visita a urgencias por una otitis, y ha tenido varias gastroenteritis, lo típico del verano, vamos. Y ahora está con mocos y tos, lo típico de la vuelta al cole. Por lo demás, la pobre ha tenido pocas vacaciones, tres semanas nada más como nosotros, pero va muy contenta al cole todos los días. Ya va cogiendo confianza con su nueva profe, aunque creo que el feeling nunca será igual que con la anterior (es un poco más regañona, qué le vamos a hacer). En las últimas semanas está haciendo una huelga de hambre en el cole, yo creo que por un manejo regular y por el cambio de profe. Ya le hemos insistido a la profesora que no le obligue, ni le riña, ni le castigue por no comer, pero está chapada a la antigua y le cuesta. Sobre los dos años es normal que coman menos cantidad y que se nieguen a comer cosas que no les gustan mucho. La mejor forma de pasar esta época es seguir ofreciendo la misma comida de siempre, que ella coma la cantidad que quiera pero no sustituir por otras cosas que le gusten más. El que haya estado yendo al cole casi todo el verano es una jodienda, porque por las tardes a la hora que ya se puede salir, es casi su hora de ir a la cama. Así que hemos estado un poco descontrolados con los horarios, y con más sueño del habitual. Aunque por otro lado, este año parece que sí que ha disfrutado del verano a tope y le ha encantado: la piscina, la playa, los helados, la feria, el zoo, el chiringuito, ir a tomar una colacola (también conocido como sentarnos en una terraza)... Ains, se nota que estoy con la depre otoñal.

La operación pañal se quedó en una falsa alarma. Todavía no es su momento, y no tenemos ninguna prisa, la verdad. Alguna caca ha hecho en el orinal, y le ha molestado un poco el pañal con el calor, pero no pide pis ni caca normalmente, y todavía no le llama mucho el orinal. Hasta septiembre del año que viene, que empieza el cole de mayores, tenemos todo un año por delante para que ella esté más preparada para dejarlo. Aunque tengo que reconocer que el día que pueda dejar de limpiar plastas exparcidas por todo el culo seré más feliz, y perdón por la escatología.

Lo que sí ha ido mejor, sorprendentemente, ha sido la operación destete. Ya conté como ha sido en una entrada anterior. La verdad es que me lo venía planteando desde antes del verano pero no pensé que se fuera a destetar ya (con bastante empujón por mi parte). Pensé que en vacaciones, con eso de estar juntas todo el día, me iba a pedir mucho más, pero también estaba mucho más entretenida y se acordaba menos. Empezamos con la toma de después del cole, luego la de dormir, y después de las vacaciones estamos quitando la de por la mañana. Ahora ya sólo me pide de vez en cuando (cada dos o tres días) y los fines de semana al despertar, pero como no debo tener casi nada de leche, mama muy poco y enseguida lo deja. Creo que a la teta les queda poco, pero tampoco tengo mucha prisa por terminar.

En el tema de psicomotricidad también ha avanzado bastante este verano. Ya salta, sube y baja escaleras sin ayuda, ha empezado a quitarse la ropa y maneja el patinete de tres ruedas muy bien. Sigue siendo muy precavida y miedosa. Le tiene pavor a los señores mayores, no sé por qué, pero cuando alguno le dice algo se pilla cada berrinche fino. En la feria no quiso montarse en ninguna atracción, eso de que las cosas se muevan sin ser ella la que controla, no le mola.

Por otro lado, hace unos pocos días tuvo su primera rabieta. Con treinta meses no está mal. Sigue siendo bastante razonable para su edad, se le puede convencer o se contenta con otras cosas cuando algo que quiere no puede ser, pero a veces no hay manera, sobre todo si está cansada. En fin, tampoco le duran mucho, pero creo que es una persona con las ideas claras, como sus padres, y eso tiene sus ventajas y sus inconvenientes, como todo en esta vida. Yo creo que, aunque esté buscando los límites y su individuación, no nos lo va a poner muy difícil porque es un amor de niña.

Y sí, cada vez la veo más niña y menos bebé. A veces hacemos el tonto y yo le pregunto quién es mi bebé o ella me pide que la coja como un bebé (acunándola), pero yo creo que es más una forma de despedirnos las dos de esa etapa que ya va quedando atrás. Ya va camino de los tres añitos, mi pequeña, y cómo estoy disfrutando hacer a su lado este viaje :)

sábado, 23 de septiembre de 2017

Ya está aquí, ya llegó...

...la patrulla caniii... estooooo, que me traiciona el subconsciente.

Esta es del año pasado, pero fue
una excursión de otoño que me encantó 

A lo que iba es que ya estamos en otoño, esa época que en mi pueblo pasamos de un día de verano a treinta grados sudando a la gota gorda, a otro de invierno a menos de diez grados, con abrigo y bufanda. Vamos, que en Madrid el entretiempo, como lo llaman en otros lugares, es un ser mitológico que a veces vemos de refilón por el rabillo del ojo durante unas horas. Así que será otoño, pero aquí seguimos de verano, y seguiremos así unas semanas, hasta primeros o mediados de octubre normalmente. Después llegará el frío y si te he visto (buen tiempo) no me acuerdo de ti hasta mayo del año que viene.

Pero en fin, aunque no es de mis épocas favoritas, tiene sus cosas buenas. Por estas fechas me gusta ir al pueblo, a ver si cogemos castañas y nos damos un paseo por el campo antes de que haga demasiado frío. Y para este otoño tenemos ya previstos un par de viajes, en noviembre a ver a Fer a Dublín y en diciembre con #losabuelos y los tíos de puente a Madeira. También me gustaría hacer un par de excursiones antes de que llegue el frío, pero no sé si Dani se dejará convencer de tanto ir y venir a tantos sitios.

Y para celebrar el equinoccio hemos pasado una semana muy ajetreada, celebrando el cumple del pequesaurio el miércoles y ayer el de Antonio, hasta las once de la noche de juerga en Madrid. Qué fiesteros que somos :P Por cierto, que nos invitó a un sitio ecuatoriano, que yo nunca había comido nada típico de Ecuador, y me encantó, sobre todo el chaulafan... Buenísimo. El jueves también celebré el final del verano con una visita a la peluquería, que desde antes del primavera no iba. Es lo que tiene ser una madre trabajadora, que ya no me acuerdo de lo que era pasar de vez en cuando por chapa y pintura...

En fin, que ya estamos enfilando la recta final del año. Vamos a por ello :D

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Del destete.


Ya antes del verano empezó a rondar mi mente la idea de destetar a la chiquinina. La verdad es que desde que hicimos el plan padre y duerme del tirón por la noche, hemos estado más de un año que la lactancia ha sido muy cómoda para mí, y estabilizadas en tres o cuatro tomas al día. Cuando la peque cumplió los dos años empecé a notar un poco de desgaste psicológico, y antes del verano más aún. Supongo que se juntó con el cansancio mental y físico, la necesidad de vacaciones, cosas del curro... En fin, mis circunstancias personales. Lógicamente, ella no quiere destetetarse, si no lo habría hecho ya solita, pero yo tampoco lo quería hacer de forma brusca o que le supusiera mucho malestar a ella.

Parto de la base de que la lactancia debería llegar hasta donde el bebé y/o la madre deseasen llegar. Tengo en cuenta las necesidades de mi niña, pero también tengo que ser responsable conmigo misma, y mantener una situación que me genera desgaste no es respetuoso para mí. Muchos piensan que elegir el momento de destete por parte de la madre no es respetuoso para el bebé (o niñ@), pero se puede hacer de muchas maneras que tengan en cuenta al lactante también.

La primera forma, y la más extendida es "no ofrecer (teta), no negar (cuando pida teta)". A mí "no ofrecer, no negar" no me ha servido para nada, porque era la forma habitual de funcionar desde que la peque cumplió los seis meses. Ella tomaba cuando quería y yo nunca le ofrecía cuando ella no pedía. Después de dieciocho meses funcionando así, estaba claro que no se iba a destetar con ese plan maestro. Así que pasé a la estrategia de ofrecer alternativas y negarme un poquito. Que ha sido lo que ha ido funcionando.

Lo he hecho sin planificar, como me ha ido saliendo de forma natural, sin marcarme plazos y sin prisa. Ya digo que llevo como seis meses reduciendo poco a poco las tomas. Lo primero que hice, aprovechando el frío de la primavera, fue explicarle que no le iba a dar en la calle. Cuando estábamos en la calle y pedía, le ofrecía agua o comida, y le decía que le daría al llegar a casa. En muy poco tiempo dejó de pedir en la calle, porque además está más entretenida y no se acuerda casi nunca. Así quitamos la toma de después del cole: nos íbamos directamente al parque y allí jugaba y merendaba sin acordarse de la teta. Cuando empezó a hacer calor para ir al parque después del cole, ya se había acostumbrado a merendar sin teta, aunque al llegar a casa yo no me podía sentar en el sofá y me tenía que poner a hacer cosas o a jugar con ella, porque durante mucho tiempo si me veía sentada en el sofá se acordaba y me pedía teta.

La siguiente toma que quitamos fue la de la noche. Esto fue un poco casual, porque pasó un día antes de las vacaciones, que nos sentamos en una terraza a tomar algo antes de cenar y me tomé un vino. Pensamos que después la peque se dormiría con Dani, pero no quiso con él y la tuve que dormir yo sin darle teta. La verdad es que lo entendió bien, me pidió agua y se durmió sin mucho problema, así que eso me animó para intentarlo otras noches. Algunos días no había manera y le tenía que dar, otros días ofreciéndole leche o agua o un cuento, colaba. Pero en pocas semanas ya se dormía conmigo todas las noches sin darle esa toma. Yo creo que desde antes de las vacaciones ya no ha vuelto a tomar para dormir.

Y la toma que nos queda es la de por la mañana, que estamos en ello. De momento entre diario ya no está tomando. Le ofrezco leche cuando se levanta y le está valiendo. Pero los fines de semana, que nos despertamos todos juntos en la cama, sí que me pide siempre y le suelo dar. También me sigue pidiendo a veces y cuando no le vale nada más (comida, bebida, mimos o juegos), pues le doy, qué remedio. Sé que el destete no es un proceso lineal, que es lento y con sus retrocesos, si se quiere hacer bien, así que intento no tener prisa y no desesperar. También ayuda un pensamiento que me viene a la cabeza que es que no sé cuando será la última vez que mi pequeña tomará pecho y en el fondo me apetece terminar pero sé que lo echaré de menos.

Hubo un momento durante las vacaciones que estuvo casi tres días sin tomar ni pedir ninguna vez y me acojoné un poco. Yo pensaba con una mezcla de susto y pena, y un poco de esperanza ¡A ver si se me ha destetado de repente! Pero no, siguió pidiendo por las mañanas y alguna vez más suelta. La semana pasada tomó un día por la tarde, pero lo dejó enseguida porque no debía salir ná de ná. Eso sí, espero que con el tiempo también se le pase la obsesión que tiene con mis tetas, porque ya no me pide mucho, pero se pasa el día con la mano metida por mi escote. El otro día las miraba y me decía "mamá, tiene tetas, son muy bonitas" XDDD Me imagino que las echará un poco de menos.

En fin, que lo estoy intentando hacer de la mejor manera posible, pero también ella lo pone bastante fácil, porque la gran mayoría de las veces que me pide le digo que no, le ofrezco otras cosas y casi siempre se conforma, bastante resignada. Parece que estamos cerrando otra etapa juntas, que yo la recordaré con mucho cariño, y espero que a ella le haya aportado mucho para el resto de su vida.

sábado, 2 de septiembre de 2017

Excursión a Manzanares el Real.

Ya que tenemos que ponernos en modo ahorro (de dineros, ya contaré lo que nos pasa en otra entrada), pero conocer sitios nuevos es algo imprescindible en mi vida para poder sacarle juguillo al tiempo libre, he pensado que a ver si convenzo a mi #mariditosexy para hacer excursiones de un día o dos algún fin de semana durante el otoño. De momento el último finde de agosto estuvimos conociendo el castillo de Manzanares el Real.

Llegamos a Manzanares como a las doce y nos fuimos directos a ver el castillo. Allí compramos las entradas (5€ adultos, 3€ niños y mayores de 65, gratis menores de 3 años) y nos dijeron que había una visita teatralizada a las doce, así que hasta las doce y media no podíamos entrar. Aprovechamos para ver los jardines y el exterior del castillo.






Después entramos y vimos las diferentes salas. Está curioso, bastante bien conservado y a la chiquinina le encantó ver un castillo de princhesas. La parte que más me gustó fue el patio porticado y la visita a las torres. Las vistas al embalse de Santillana y a la Pedriza merecen la pena. La parte que menos, un par de escaleras de caracol empinadas y estrechas, que nos costó subir y bajar con la peque en brazos.







Después de la visita fuimos a tomar el aperitivo. Lo tomamos en la plaza del Pueblo, en un sitio que se llama La Taurina. Y a comer fuimos a un restaurante que se llama Parra. Es el típico mesón castellano. La comida estuvo bien y no fue muy caro, creo recordar que menos de treinta euros por cabeza.

En resumen, me parece una visita que merece la pena hacer con niños. La peque con sólo dos años lo disfrutó bastante, así que me imagino que los niños más mayores les gustará eso de ver un castillo tan bien conservado y bonito. Y tan cerca de casa :)

jueves, 31 de agosto de 2017

Agosto de vuelta a la rutina.

Tres semanas y media de vuelta a la rutina ya. Que no me hablen de vuelta al cole, que eso ya lo he pasado XD

Ruralizando a la peque, vuelta a casa y a la pisci de los abuelos.
Tardes de piscina, excursiones y primera vez en el zoo.
Chiquinina fotógrafa, compras frikis y castillo madrileño. 

Ale, a por la recta final del verano, las fiestas alcorconeras y dar la bienvenida al otoño.

lunes, 28 de agosto de 2017

De virus a bacteria y tiro porque me toca.

Llevamos unas semanas de vuelta al cole muy accidentadas. Sí, porque nuestra vuelta al cole en vez de empezar el 7 de septiembre empezó el 7 de agosto, pero eso es otro cantar... En estas tres semanas hemos estado de baja los tres. Que si gastroenteritis, que si migrañas rarunas, que si otitis con fiebre... Ya no sé qué más nos queda, no vamos a dejar nada para la temporada otoño/invierno.

La pobre chiquinina se las va pillando todas, aunque debo decir que ahora que ya habla es más fácil que cuando era bebé. La otitis que se ha pillado, el sábado empezó a decir que le dolía la orejita, y por la noche lloraba y no podía dormir, así que le dimos ibuprofeno para el dolor. El domingo la llevamos a urgencias y, efectivamente, el pediatra nos confirmó que tenía otitis. Si hubiera sido bebé, habría estado irritable, habríamos pasado una noche horrible, y hasta que no hubiera tenido fiebre no hubiésemos ido al médico. Así hemos ido adelantando XD

Con la gastroenteritis nos costó más, porque yo la preguntaba si tenía ganas de vomitar y ella lloraba y decía que no quería vomitar más... Que mi niña habla muy bien, pero con dos años es difícil dominar todas las sutilezas del lenguaje.

Pos eso, que a ver si ya nos libramos de todas las infecciones de la guarde y conseguimos volver a la rutina con más tranquilidad. Uf.

miércoles, 9 de agosto de 2017

Superpoderes de madre.

Anoche la chiquinina se puso mala y vomitó dos veces de madrugada, y gracias a mis superpoderes sólo tuvimos que cambiarle el pijama. Ahí es ná.

Estos poderes de madre que me han permitido semejante hazaña, son el superoído que me permite escuchar cualquier mínimo ruido que haga la peque, el despertar superrápido sin importar en qué fase del sueño esté cuando mi superoído detecta cualquier ruido, y reflejos ninja que me permite coger en brazos a la chiquinina en décimas de segundo. También ayuda que la niña duerme a menos de cincuenta centímetros de mí. Y que lo mismo estoy exagerando un poco, pero no tener que ponerte a cambiar sábanas de la cama y la cuna a las dos de la mañana porque has estado rápida, da un subidón que una se lo tiene que creer un poco XD

¡Y dos veces! (nohasefaltadesirnadamás).

Cualquier madre o padre que haya sufrido una vomitona nocturna entenderá el orgullo y satisfacción.

La niña mejor, por cierto, va tolerando líquidos.

Y la vuelta al curro fataaaaalllrrr... Pero bueno, todavía estoy aterrizando.

sábado, 5 de agosto de 2017

Lactancia en niños mayores (o lactancia prolongada).

Aprovechando que es la semana internacional de la lactancia, voy a hablar de este tema, que tenía en el tintero. Como la OMS recomienda que los bebés tomen leche materna mínimo hasta los dos años, con lactancia prolongada se refiere a niños mayores de esa edad, es decir, niños que ya andan y hablan. Aunque es verdad que como en este país tenemos las tasas de lactancia que tenemos, cualquier bebé que tome pecho más de un año ya suele sorprender. Esta entrada, más que algo informativo o divulgativo, es mi experiencia con la lactancia con una niña más mayor.

La chiquinina lleva 28 meses de lactancia. Ya camina, corre, intenta trepar a los sitios, salta, y lo que es más importante, habla muchísimo. Se expresa con mucha claridad y hace unas construcciones gramaticales que a veces me alucinan. He notado un cambio importante en la actitud de los que me rodean hacia nuestra lactancia sobre todo desde que pasó el año. No niego que pueda haber una presión hacia las madres para que amamanten a sus bebés, pero sólo si tienen unos pocos meses. A partir del año la presión suele ser para destetar. Como soy una persona que no recibe muy bien las críticas (sí, es un defecto, lo sé), intento no exponerme a ellas, por lo que según ha ido creciendo la chiquinina, nuestra lactancia ha ido quedando relegada más y más a la intimidad. Sé que esto no es muy favorable para normalizar una situación que debería verse como tal, pero es como a mí me ha salido.

La parte positiva de darle el pecho a una niña que ya habla es que se pueden negociar y explicar muchas situaciones. Por ejemplo, decirle que en el parque no le voy a dar, que espere a llegar a casa (esto empecé a hacerlo este invierno, porque darle en la calle con el frío me daba muchísima pereza). También ella puede decir qué es lo que quiere, si tiene sed, hambre, necesita consuelo... Y en esos casos a veces se puede negociar una alternativa. La parte negativa de darle el pecho a una niña que habla es que cuando quiere teta y no quiere otra cosa no me puedo hacer la tonta, porque lo pide claramente XD

Creo que por parte de la sociedad se mantienen muchos mitos acerca de la lactancia en niños más mayores, a pesar de que no hace mucho tiempo era mucho más normal que ahora. La generación de nuestros padres y abuelos no se criaron la mayoría con biberón como nosotros, y era más normal que los niños tomasen el pecho hasta los dos o tres años. En las últimas cuatro o cinco décadas eso dejó de ser lo normal, pero no quiere decir por ello que sea negativo o malo para los niños. Desde la Asociación Española de Pediatría publicaron hace no mucho un tríptico sobre este tema, aclarando algunos de estos mitos, como que la leche materna no pierde propiedades con el tiempo (de hecho a más tiempo de lactancia, tiene más grasa y más calorías para adaptarse a las necesidades del niño), que no tiene relación con las caries infantiles o que no hay ninguna evidencia de que la lactancia más allá de los dos años tenga asociado ningún riesgo físico o psicológico. De hecho, en el documento dice que "El mayor problema de la lactancia materna más allá del año de edad es el rechazo social y profesional por prejuicios o desconocimiento de la evidencia científica actual". Lo que yo decía, ahí dan en el clavo totalmente. No me han hecho ninguna crítica abierta, pero sí que he recibido muchos comentarios sobre si todavía toma el pecho esta niña, hasta cuando le vas a dar, vaya vicio que tiene con la teta, etc. De ahí que haya terminado dando el pecho en casa y gracias, que en mi casa hago lo que me da la gana sin dar explicaciones a nadie.

Desde el punto de vista de ella, yo creo que la demanda se ha mantenido estable desde que hicimos el destete nocturno con unos quince meses. Es decir, que no parece que por sí misma vaya a hacer un destete espontáneo en breve. Ha pedido sí o sí por la mañana al despertar, después del cole y para dormir durante muchos meses. Y si está aburrida o con sueño, y me pilla sentada en el sofá, también.

Desde mi punto de vista, desde hace tres o cuatro meses tengo ganas de ir terminando ya con la lactancia, y estoy intentando un destete respetuoso y muy gradual. Parece que lo voy consiguiendo, pero ya le dedicaré otra entrada para contarlo con calma. Es una situación que me genera muchos sentimientos encontrados. Por un lado tengo ganas de que termine, y por otro me da mucha pena. Han sido muchos meses de satisfacción, a pesar de las dificultades del principio. Para mí ha sido muy cómodo, a veces un poco demandante y cansado, pero el balance general es que ha merecido mucho la pena. Supongo que me da pena porque es otro paso más que deja a mi bebé atrás y porque no creo que vuelva a darle el pecho a otro bebé.

Dar o no el pecho a tu bebé es una decisión totalmente personal y respetable, que se debería tomar de forma informada. De la misma manera, decidir cuando dejar de dar el pecho también debería ser una decisión personal y estar informada para no terminar haciendo por presiones externas algo que no se quiere hacer. Dar el pecho más allá del año, si la madre y el bebé quieren, sigue siendo beneficioso para ambos y no tiene ninguna contraindicación. No, los niños no serán más dependientes, ni será imposible destetar hasta que vaya a la universidad, ni produce ningún problema emocional, ni nada de eso que se dice cuando se ve a un niño mayor tomando pecho. Y cuando la madre (o el niño) decida que ya no quiere continuar con la lactancia, pues es una decisión personal igual de respetable, y se debería ayudar a las madres a poder hacer un destete gradual y respetuoso para que ni ella ni el niño lo pasen mal.

En fin, que resumiendo, mi experiencia ha sido muy positiva, pero siento que ya va llegando el momento de cerrar esta etapa.

lunes, 31 de julio de 2017

Julio vacacional.

Llevo casi todo el mes sin actualizar, pero he estado a otras cosas mejores.

Hemos estado dos semanas en la playa. La chiquinina lo ha disfrutado cosa mala.
Ahora seguimos las vacaciones en el pueblo.
Llevo diez días mala, con tos y fiebre algunos días. Será la bajada de defensas vacacional...
La chiquinina estuvo 36 horas sin tomar (ni pedir) teta. No sé si estamos en proceso de destete ni cuanto durará. Ya iré contando.
El 25 fue mi cumple. 36 añazos ya. Dani dice que me va a cambiar por dos de 18, aunque no le veo yo aguantando a dos adolescentes XD
Me regaló un Kindle paperwhite, aunque todavía no lo he estrenado. Me imagino que cuando vuelva al curro le daré buen uso.
La chiquinina se pasó todo el día cantándome el cumpleaños feliz y gritando ¡Felicidades mamá! Aún sigue a ratos XD
Echo de menos mi cama pero no quiero volver a casa. Es una sensación rara.
Me imagino que volveré a actualizar cuando se me acaben las vacaciones, dentro de una semana. Mientras tanto, no me busquen por aquí :P

Caminito a la playa, atardeceres y vinos,
Chiringuitos molones, playón y más bares,
Cansancio al final del día, conejines de vacaciones y más chiringuitos chulos. 

viernes, 7 de julio de 2017

De San Fermín.

Desde hace diez años San Fermín es un día especial.

Un día para recordar cómo y cuándo nos conocimos (qué jóvenes éramos y qué nerviosa me ponía, con las mariposas por todo el cuerpo y la emoción de conocer a alguien genial).

Es un día para decirte lo mucho que te quiero y por qué quiero estar contigo hasta que seamos viejitos y Sofía nos ingrese en una residencia (porque eres el mejor compañero que puedo pedir para compartir mi vida).

Es un día que hace cinco años celebramos el estar juntos con una buena fiesta, con nuestros mejores amigos y familiares más cercanos (quién me iba a decir que me iba a casar en un castillo y vestida de blanco).

Es un día para recordar todo lo que hemos pasado juntos, lo bueno y lo malo, y todas esas primeras veces que dimos un pasito más (los viajes, nuestras casas, las tristes despedidas y las felices bienvenidas, nuestra chiquinina que ha completado la familia).

Es un día para pensar en el futuro, en dónde nos gustaría estar dentro de cinco o diez años, en lo mucho que nos queda por vivir juntos, por disfrutar y experimentar, en las primeras veces que llegarán, en ese camino que tenemos por delante.

Es un día que parece normal, nos levantaremos e iremos a trabajar, pasaremos por ello y esperamos a estar juntos al final del día, para cenar y charlar un rato, y será el mejor momento del día, como el resto de días del año. Pero quizás con todas esas cosas que he dicho antes en la cabeza, siendo más conscientes de que cinco, diez años después, aquí seguimos, queriéndonos y con ganas de seguir adelante, disfrutando juntos hasta donde nos lleve la vida.

Sé que no es una entrada especialmente inspirada, ni especialmente romántica, ni especialmentespecialquehacemosdiezañosjuntoscoñoyaaa... Pero te propongo un trato (y no me hagas la rima que nos conocemos un poco ya). Tú y yo, diez años más.

Luego ya veremos XD

lunes, 3 de julio de 2017

Veintisiete meses.

La chiquinina cumple otro trimestre, y en los últimos tres meses se le ha notado un cambio importante.

Este trimestre ha pasado a la clase de los mayores en el cole y el cambio ha sido positivo. Con su nueva profe va conectando poco a poco, aunque ha notado el cambio porque a la profe de los pequeños la quiere mucho. También es muy observadora, según su profe, se fija mucho en los detalles y se nota que tiene buena memoria. A final de curso su clase ha hecho una excursión a la granja pero decidimos que no fuera porque iban bastante rato en autocar y pasaban todo el día fuera, y no nos hacía mucha gracia siendo tan pequeña aún. El año que viene ya irá. Ya he ido contando que se cogió el virus boca-mano-pie y una buena infección de garganta y oído, para terminar el curso por todo lo alto.

Habla muy claro ya, hace muchas construcciones bastante complejas y conjuga algunos tiempos verbales. Cada niño tiene su ritmo de desarrollo y la chiquinina en el lenguaje va bastante más rápido de lo que le tocaría. Eso facilita muchísimo las cosas porque se puede hablar con ella, explicarle las cosas, lo que nos ahorra bastantes rabietas. Y también ella sabe explicar muy bien lo que le pasa o quiere. La parte negativa es que ya no nos podemos hacer los tontos cuando pide algo que no queremos darle o hacer XD

Sigue siendo de las más pequeñas de los niños de su edad, pero tiene que haber niños de todos los percentiles, ¿no? Ella sigue creciendo al ritmo que toca y se la ve sana y feliz, come muy bien y de casi todo, así que no me preocupa. También va un poco más lenta en la psicomotricidad gruesa, a su ritmo, ha empezado a saltar hace poco y le cuesta un poco subir y bajar escaleras, pero yo creo que es más por miedosa que porque no pueda. Porque eso de que los niños no tienen sentido del peligro con ella no va, es muy precavida y cuidadosa.

Hemos empezado, aunque de forma muy poco seria (como hacemos casi todo en esta familia) con la operación control de esfínteres (OCE). La verdad es que no pide casi nunca pis ni caca, pero el otro día en casa de la abuela la vi apretando y le pregunté si quería hacer caca en el orinal de su primo, dijo que sí y tras varios intentos de sentarse y levantarse, hizo su primera caca en orinal. Le hicimos mucha fiesta y le hemos comprado un orinal y un adaptador para el váter para casa. De vez en cuando dice que quiere hacer pis, juega un rato con el orinal y ya. Yo creo que aún no está muy preparada, pero no tenemos ninguna prisa por quitarle el pañal, cuando ella esté lista lo haremos. De momento se va fijando en nosotros cuando vamos al baño y va cogiendo confianza con su orinal y el váter. A ver como vamos durante el verano, que suele ser un buen momento para intentarlo por comodidad más que nada, no pasa nada porque vayan en pelotas y si se mojan no pasan frío... Pero mi sobri mayor dejó el pañal el otoño pasado y no pasó nada.

Sigue pidiendo teta dos o tres veces al día entre semana, y más veces los fines de semana porque está conmigo todo el día. Fuera de casa ya no le doy prácticamente nunca. Y el viernes fue el primer día que se durmió conmigo sin darle teta antes. La verdad es que empiezo a plantearme el destete, después de 27 meses a veces me cansa un poco, pero también es verdad que muchas veces me pide y, sobre todo si es por hambre o sed, cuando le ofrezco otra cosa, se conforma. En fin, sé que cuando es unilateral no suele ser un destete muy respetuoso, pero tampoco es plan de darle a disgusto... No es algo que me urja mucho pero sí que le voy dando vueltas.

Está muuuuucho más cariñosa, sobre todo con su padre y los abuelos. Ya da besos (antes sólo ponía la cara) y abrazos apretaos que son lo mejor del mundo mundial. Con algunas personas tiene un feeling especial, como su tía Nieves, que para ella es LO MÁS, su tía Sonia, y con algunas amigas como Paqui, Andrea, Isa, Sandra... También últimamente le ha dado por irse de la mano con las mamás de sus amigos del parque. Y cuando ve a sus amigos del cole se pone muy contenta. Empieza a jugar con ellos, aunque todavía no llegan a hacer un juego colaborativo ni simbólico, más bien juegan cada uno a lo suyo pero en el mismo espacio. Lo normal en niños de dos años, vamos.

En fin, que la chiquinina sigue creciendo tan deprisa que da vértigo pensarlo. Parecía que a partir de los dos años iba a hacer menos cambios y no tan rápidos, pero sí que los hay, y muchos, así que seguiré contándolo aquí para poder volver a ello cuando ya no sea mi niña pequeña (un poco bebé aún) de veintisiete meses :)

viernes, 30 de junio de 2017

Junio veraniego y fugaz.

Pues nada, que en un pis pas se me ha pasado el mes. Siempre me ha gustado mucho Junio, porque empieza el verano, aunque este año haya sido un poco duro por el calor. Lo hemos pasado entre aires acondicionados, piscinas y helados, para sobrellevarlo lo mejor posible. Laboralmente ha sido un mes tirando a horrible, a ver si no es la tónica general del resto del verano.

Y ya llegó Julio, el mes del día del amor, de las vacaciones en la playa, de mi cumple y de la desconexión.

Estrenando la Tonga con siesta, más siestas y besos
El templo de Debod, desayuno en terraza y días de piscina
Juego simbólico, atardeceres rojos y helados gigantes. 

miércoles, 21 de junio de 2017

Andar descalzos y comer helados.

Aunque parezca mentira, hoy le damos la bienvenida al verano de 2017. Mentira porque llevamos dos semanas de temperaturas infernales con una ola de calor que ya la quisiera Julio... Me he estado acordando de los calores que pasamos el año pasado, con una ola de calor tras otra y muy largas. En fin, a ver si se normaliza un poco y podemos disfrutar más de los primeros días del verano.

Lo del título lo he leído en estos días en las RRSS, no sé dónde exactamente. "El verano es para andar descalzos y comer helados". Lo estamos cumpliendo ya a la perfección y ni hemos empezado. En casa la chiquinina y yo somos pies negros. Dani no, siempre lleva zapatillas de casa. No sólo porque nos haga falta una asistenta con urgencia, es que ir descalzo es de lo mejor del verano (y a los peques les viene genial para el desarrollo de los pies y de la pisada). Y los helados, mola un montón ver cómo la peque los devora. Entre eso y la piscina, creo que este verano ya lo va a disfrutar de verdad.

Y eso, que nos quedan menos de cuatro semanas para las vacaciones. Tengo muchas ganas ya, a estas alturas del año el curro ya se hace un poco cuesta arriba, pero sólo falta el último esfuerzo. Mientras llega, seguiremos engañando a la mente con tardes de piscina, desayunos en la terraza, helados al salir de yoga y andar descalza todo lo que se pueda.

Así lo hemos celebrado esta mañana. 

Bienvenido, veranito :)

sábado, 17 de junio de 2017

Películas por año.

Esto lo vi un día en feisbuk y me hizo gracia. Se trata de mirar las películas que se estrenaron cada año desde que naciste y elegir tu favorita. Se pueden mirar en IMDB. Hay años que están complicados por los truños y otros porque es difícil elegir entre varias muy buenas. Y a partir de mediados de los años 2000 casi siempre son mejores las series que las películas. Interesante el cambio generacional.

Aquí van:

1981: En busca del arca perdida.
1982: Tron
1983: Episodio VI: el retorno del Jedi
1984: Los cazafantasmas
1985: Regreso al futuro
1986: Dentro del laberinto
1987: La princesa prometida
1988: Willow
1989: Indiana Jones y la última cruzada
1990: Despertares
1991: Robin Hood, príncipe de los ladrones
1992: Aladdin
1993: Atrapado en el tiempo
1994: Forrest Gump
1995: Mallrats
1996: Trainspotting
1997: El indomable Will Hunting
1998: American History X
1999: Matrix
2000: Alta fidelidad
2001: Amelie
2002: Spiderman
2003: Big Fish
2004: Olvídate de mí
2005: El jardinero fiel
2006: Casino Royale
Harry Potter y la Orden del Fénix
2008: Iron Man
2009: (500) días juntos
2010: Cómo entrenar a tu dragón.
2011: Thor
2012: Los Vengadores
2013: Star Trek: En la oscuridad
2014: Guardianes de la Galaxia
2015: Episodio VII: El despertar de la fuerza
2016: Animales fantásticos y dónde encontrarlos

PD: Haciendo la lista me he acordado de este vídeo de Chris Pine que hace un buen resumen de los últimos años del cine y sus "galanes" XD



Y es que a veces hace falta hasta hacer diagramas de Venn: