martes, 30 de junio de 2020

Junio retomando cosas.

En junio hemos ido retomando poco a poco algunas cosas que no podíamos hacer durante el estado de alarma y el confinamiento. Hemos visto a familia y amigos, hemos salido a terracear y de compras, hemos ido al pueblo, he podido ir al fin a la peluquería y hemos estrenado temporada de piscina (a ver cuanto nos dura). También hemos hecho nuestra tradicional visita anual al templo de Debod y hemos comido en algún restaurante, lo que resulta un poco raro después de tantos meses. Hemos retomado las tardes de parque, lo que ya era muy necesario para la chiquinina. También se ha terminado el curso, y se ha despedido de sus compañeros y su profe a través de la pantalla del ordenador. Lo compensamos yendo a la granja escuela con sus dos mejores amigos, un planazo que disfrutó como la enana que es :) 


Paseos por Madrid, sirena de bañera y tradiciones. 
Despedidas digitales, pizza y granja escuela. 
Volver a soñar, parque y pueblito bueno  

De momento julio parece que empieza con mucha piscina, nuestra primera escapada en familia post confinamiento y la celebración del décimo tercer San Fermín del amor. A ver cómo termina. 









martes, 9 de junio de 2020

Reflexiones sobre el racismo y el Black Lives Matters.

Me considero antirracista, aunque supongo que no soy consciente de todo lo que puede sufrir una persona de color que vive en un país occidental y condicionar su vida el no ajustarse al tono de piel o rasgos que consideramos "normales". También tendré actitudes o pensamientos racistas, habiendo nacido y crecido en una sociedad racista, creo que es imposible no tenerlos en alguna medida. Igual que me considero feminista pero tengo actitudes machistas por haber crecido en esta sociedad machista. Creo que lo importante es ser consciente de esas acciones, actitudes y pensamientos racistas (que suelen ser bastante inconscientes) e intentar cambiarlos. Igual que con el tiempo he sido cada vez más feminista, creo que con el tiempo cada vez puedo ser más antirracista.


Entiendo lo que está ocurriendo en Estados Unidos. Les están matando por el color de la piel, y quedando sus asesinos impunes. Entiendo que es una violencia social e institucional ante la que resulta muy difícil luchar. Entiendo el cabreo y las reacciones violentas. Entiendo que si el mismo sistema es racista, es complicado que el mismo sistema vaya a cambiar por sí mismo o por sus vías normalizadas. También siento rabia por lo que le ha pasado a George Floyd, y por lo que le habrá pasado a tantos otros de los que no conocemos sus nombres o circunstancias. 

Pero ante las manifestaciones que estoy viendo en las RRSS en los últimos días, de amigos y conocidos, sumándose a los hashtags, solidarizándose con el movimiento BLM, me surgen algunas reflexiones. Acaso no tenemos aquí suficientes casos de racismo para indignarnos que tenemos que hacerlo con un caso del otro lado del océano. Acaso aquí no existen los CIEs, que no son más que cárceles para personas que vienen de otros países y están indocumentadas (lo que es sólo una falta administrativa, no un delito penal). Acaso aquí no hay mucha gente que llama despectivamente MENAs a niñxs de otros países (sí, SON NIÑXS, no delincuentes) que están en nuestro país solos, sin familia, sin protección. Acaso no hay miles de personas que han venido de otros países a intentar ganarse la vida (haciendo lo que ningún español quiere hacer) y se encuentran recolectando en el campo en condiciones muy cercanas a la esclavitud, sin ningún tipo de protección por parte de las leyes o del gobierno. Acaso aquí no hacemos devoluciones en caliente, en Ceuta y Melilla,  a pesar de que tanto el Tribunal Europeo de Derechos Humanos como el Subcomité para la Prevención de la Tortura de Naciones Unidas han declarado que las devoluciones en caliente atentan contra los derechos humanos. Eso por nombrar algunos de los ejemplos más graves que tenemos bien cerquita. 

Así que mi conclusión ante esta situación es: bienvenido seas, movimiento Black Lives Matters, si haces que la gente se replantee su racismo, no racismo o antirracismo. Cualquier circunstancia que nos acerque a una sociedad y un mundo más justo e igualitarios es necesaria. Pero no nos olvidemos de lo nuestro, de las injusticias que tenemos tan cerca y que muchas veces no queremos ver o nos pasan desapercibidas. Tenemos un país y una sociedad bastante racista y aún podemos hacer muchas cosas para mejorar en ese sentido.

Ale, hasta aquí llega mi chapa por hoy. A pensar :P