miércoles, 31 de marzo de 2021

Marzo de bienvenida.

Marzo ha sido un mes de muchas flores y muchas comidas. Ha sido de rutina y de hacer cosas especiales. De poco sol (aunque no lo parezca por las fotos) y temperaturas suaves. De terminar descansando, con buen tiempo y con una hora más de luz. De paseos mañaneros. De por fin decidirnos por un sofá. De seguir confinados en Madrid y tener que turistear por aquí. 


Flores y más flores. 
Sofá nuevo, turistadas y día del padre.
Muchas comidas especiales. 

Así hemos pasado marzo. Y ya estamos en abril, con la chiquinina deseando celebrar su cumple y yo sin ser muy consciente de lo mayor que se está haciendo. Vamos a por ello. 

lunes, 29 de marzo de 2021

Primavera y vacaciones.

Flor y cielo primaveral

O vacachioneeeee, como decía la chiquinina cuando era más pequeña. Este año, aunque no podamos ir a ningún sitio fuera de nuestra comunidad, he decidido que necesitaba descansar unos días. Desde diciembre ya ha pasado un trecho y mi cuerpo (o más bien mi mente) me lo estaba pidiendo.

También, por fin ha llegado la primavera y un poco de buen tiempo. No es que haya hecho mucho sol, pero por lo menos llevamos unos días que se puede salir a la calle sin abrigo, lo que no es moco de pavo. No creo que dure mucho, pero después del invierno frío y lluvioso que hemos tenido sienta bastante bien.

Y para completar el combo, también ha llegado el cambio de hora. Este año hemos tenido suerte y lo hemos juntado con las vacaciones, así que no hemos sufrido mucho el jet lag, simplemente hacemos las cosas más tarde y ya está. Nos vamos acoplando al horario poco a poco. Y va a ser un subidón cuando vuelva a currar el lunes y sea de día al salir :)

Mientras llega la vuelta al curro a ver si aprovechamos para hacer alguna cosa, celebrar el cumple de la chiquinina y descansar a tope. Poco más le pido a estas vacaciones pandémicas.

Y ya. 

viernes, 12 de marzo de 2021

Un año en este mundo nuevo.

No me imagino vivir sin mascarilla. 
Ni la de pelo ni la del virus XD 


No sé cuándo publicaré esto, ni tampoco lo que estamos viviendo empezó un día concreto, pero en estos días se cumple un año desde que nuestro mundo empezó a cambiar a esto que tenemos ahora: incertidumbre, mascarillas, gel hidroalcohólico, miedo a la enfermedad, toque de queda, confinamientos... Y lo que nos queda.

Recuerdo perfectamente estos días de hace un año. Recuerdo ver la pandemia como algo lejano, aunque ya lo teníamos entre nosotros. Recuerdo no poder creer que fueran a cerrar los colegios, y que hablábamos en el parque con los padres de los amigos de Sofía que qué íbamos a hacer con los niños, que no era viable cerrar colegios, aunque en otras comunidades ya lo estaban haciendo. Recuerdo ir a la manifestación del 8 de marzo, ir a un concierto el día anterior (mi último concierto en todo este tiempo), ir a bares llenos de gente sin tener ninguna conciencia de lo que estaba pasando. Recuerdo ir a hacer una compra grande día antes de que cerrasen los coles y estar el súper a reventar, incluso ver a gente comprando con mascarilla y pensar que eran un poco paranoicos. Recuerdo ir a ver a mis padres el día que cerraron los coles e incluso ir a una tienda a comprar ropa. La última que hice esas dos cosas en muchas semanas. Recuerdo a Dani contándome que en su oficina había un caso y que les mandaban a todos a trabajar desde casa. 

Y tres o cuatro días después, el confinamiento. Esas semanas que tuvimos que reinventar nuestra vida, que me convertí en madre a tiempo completo, profesora, animadora, cocinera, repostera, inventora de juegos, monitora de gimnasia, cuentacuentos y ermitaña. Esas semanas que creíamos que serían 15 días, aunque en el fondo sabíamos que iba a durar. Esas semanas de agradecer que se me hubiera terminado el contrato y no tener que ir a trabajar en un entorno sanitario. Esas semanas de no poder ver las noticias, de datos de contagiados y de muertos que intentaba no darles mucho sentido. Esas semanas de sentir miedo cuando salía a hacer la compra, al estar en la cola para entrar a supermercado (porque siempre había cola en el supermercado). Esas semanas de cocinar más que en toda mi vida y de hacer los aperitivos el fin de semana en la terraza, para que no todos los días fueran iguales. Esos días de los aplausos a las ocho, aunque nosotros no los practicamos mucho, y de odiar a muerte al vecino que ponía el resistiré a todo trapo todos los p*tos días. Esas semanas en las que empezamos a usar mascarilla, al principio con reticencia y con mucha incomodidad pero que se ha convertido en algo imprescindible en nuestra vida. 

Esta pandemia me ha quitado muchas cosas que eran importantes para mí, aunque también me ha enseñado que puedo vivir bastante bien sin ellas. Echo tanto de menos viajar que no quiero ni pensar en ello. Esta pandemia también me ha traído muchas cosas buenas, como que Dani nos cocina sus costillas y su pollo al horno. También he descubierto nuevas aficiones que puedo hacer en casa. He podido pasar muchísimo tiempo con mi hija y mi marido, lo que es lo más importante y lo que más me gusta en el mundo. El verano pasado pude estar sin trabajar y lo disfruté a tope con la chiquinina. También me ha traído mi contrato más largo en la pública (soy adjuntaaaaa), a ver si se convierte por fin en algo estable.  

En fin, que hace un año no me podía llegar a imaginar lo que iba a cambiar mi vida. Ha sido un cambio complicado, difícil de digerir, al que nos hemos tenido que adaptar porque no nos quedan más c*jones, pero a veces me tengo que permitir pensar que estoy hasta el mismísimo c*ño de esta situación, de esta pandemia y que no sé si algún día volveremos a tener una vida como la teníamos antes. Me inclino más por pensar que no, que todo ha cambiado definitivamente, pero ojalá no sea así. Ojalá. En general no estoy enfadada ni triste, o más bien superficialmente no lo estoy o no me afecta en el día a día, pero realmente es una pérdida muy grande y una tiene que hacer su duelo. Y, como digo, las cosas buenas de esta situación están ahí, son importantes y son las que me hacen estar feliz y tirar adelante. Pero ojalá no hubiéramos tenido que vivir estos cambios. 

Y a ver cómo estamos dentro de un año... Porque en cien años, todos calvos :P

jueves, 4 de marzo de 2021

Entretenida con películas y series.

Ya en unas entradas he comentado canales de Youtube que había descubierto antes de y durante el confinamiento, y series y películas  que me han ayudado a entretenerme en aquellos días tan largos sin salir de casa. He seguido viendo cosas, sobre todo después del verano hasta primeros de diciembre, cuando hacía bici estática. Últimamente tengo la bici un poco abandonada, pero espero volver a retomarla, así que volveré a tener tiempo para ver más series o canales interesantes.

¿Y qué he visto últimamente?

La cuarta temporada de The Crown, en Netflix. La verdad es que me fastidió mucho cuando en la tercera temporada me cambiaron los personajes, sobre todo porque al malo de Outlander me costaba verle como el príncipe Felipe (con lo guapo que era el anterior actor) y porque también me costaba ver a Bellatrix como la princesa Margarita. Peeeeero, al final les he cogido cariño y me los he creído en sus papeles y todo, fíjate tú. La actriz que hace de Anna de Windsor no se puede parecer más a señora real y el parecido de Lady Di también es bastante flipante. En fin, que seguro que cuando empiece la quinta me cagaré en todo lo cagable porque me vuelven a cambiar los actores, pero bueno, sigo enganchada a la serie. 

Cómo vivir contigo mismo, en Netflix. La empecé a ver porque Paul Rudd mola mucho (y dos Paul Rudd deberían molar el doble), y me enganché porque es una serie de capítulos cortos, con su toque de humor surrealista que es bastante entretenida. Si no la habéis visto no cuento nada porque no quiero hacer más spoilers.

Crazy, stupid, love, en Netflix. He tenido una temporada de muchas películas y series de "amor y lujo", vamos, comedias románticas que no me hagan pensar mucho. No os esperéis una obra maestra del séptimo arte, pero a las fans de Ryan Gosling les alegrará la vista. 

Emily in Paris, en Netflix. Otra serie de amor y lujo. Me imagino que harán alguna temporada más porque el final quedó muy abierto. Me gustó mucho la estética, los compañeros de oficina franceses y las ganas que me dieron de volver a visitar París. 

Dash y Lily, en Netflix. Otra serie romántica, pero con el añadido de ser para adolescentes. La historia es navideña y entretenida, no se le puede pedir mucho más. 

Amor de calendario, en Netflix. Ésta es una comedia romántica que he estado viendo a trozos. Es divertida, también navideña, y con un australiano macizo. A mí con eso ya me conquista :P

Locos, ricos y asiáticos, en Netflix. Me estaba leyendo este libro y la verdad es que no me terminaba de enganchar, así que cuando vi que habían hecho una película, decidí verla y terminar con el trámite mucho más rápido. La película está entretenida y tiene sus puntos graciosos, el libro es bastante infumable. 

Más allá de la luna, en Netflix. Esta la vi con la chiquinina y la verdad es que nos gustó bastante a las dos. Tiene una estética muy particular y bonita. Como me pasa siempre que veo alguna peli que trate la pérdida, yo acabé llorando como una magdalena. La peque quiso repetir al poco tiempo, así que también le da su aprobación. 

Enola Holmes, en Netflix. Es un poco inevitable ver cualquier cosa de Sherlock Holmes y compararlo con la serie de Benedict Cumberbach, pero bueno, es una película de suspense bastante entretenida, la prota lo hace bastante bien y ver a Henry Cavill como Sherlock tiene su punto.

Puñales por la espalda, de Amazon Prime Video. Otra peli del rollo Agatha Christie con Daniel Craig como Sherlock  detective y protagonista. También me pareció bastante entretenida y se la he recomendado mucho a mi madre, que es muy fan de Hércules Poirot. 

The Mandalorian, en Disney+. Pues me ha encantado. La recomiendo, sobre todo si te gustan las pelis de Star Wars del Oeste. Me encanta Grogu, Mando y (ojo spoiler) Ahsoka. 

Las dos últimas temporadas de Clone Wars en Disney+. Como ya habíamos visto todo el resto de temporadas con la chiquinina, aprovechamos las vacaciones de navidad para terminar de ver la serie con ella. La verdad es que no aportan demasiado, aunque enlazan con cosas nuevas que van a sacar. 

The Boys, en Amazon Prime Video. Esta también me gustó. Un poco gore en algunos momentos y bastante inquietante en cuanto al nivel de psicopatía de los personajes, pero me ha molado bastante. Cuando piensas que no se puede ser más psicópata que un@ de l@s personajes, llega otr@ y te sorprende para mal. 

Los Bridgerton, en Netflix. Pues eso, como se ha dicho en todas partes, es una mezcla de Gossip Girl y Jane Austen con escenas subiditas de tono. A ver, está hecha para lo que y para quien está hecha, así que si no se va con altas expectativas, está bien y engancha. A mi lo del tema de los anacronismos, como los personajes negros o la música moderna, me gusta, le da un toque diferente. Me recordó a Destino de Caballero en ese sentido, que es una película que me gusta mucho. Como la serie está basada en una serie de libros, me los apuntaré para comparar. 

El baile de las luciérnagas, en Netflix. La estoy viendo ahora y es un poco culebrón, pero entretiene y no hay que pensar mucho. Han usado una técnica digital para rejuvenecer a las protagonistas porque está narrada con muchos saltos temporales, y queda un poco raro, no muy natural, pero bueno. Al parecer está basada en una novela, así que me la apuntaré también. 

Psycho Pass 2, en Netflix. La segunda (o tercera) temporada de este anime. La verdad es que no somos mucho de anime en casa, pero la primera temporada de este thriller futurista distópico nos gustó bastante, así que le dimos la oportunidad a esta nueva temporada. Lo capítulos son cortos y te suelen dejar en cliffhanger total. 

Pues eso, que últimamente me apetece ver cosas que no me hagan pensar mucho, que me entretengan y no necesite estar super pendiente para no perder el hilo. Se nota que estoy vaga, ¿no?