domingo, 26 de abril de 2015

Una cuna de colecho (o en sidecar) de Ikea.

Tres cosas nos llevaron a querer hacer una cuna de colecho (o en sidecar) a partir de una cuna comprada en Ikea:


-Quiero, si es posible, que la peque se alimente con lactancia materna exclusiva y a demanda hasta los seis meses, por lo menos, entre otras cosas porque es lo que recomienda la OMS. 
-Nos gusta hacer las cosas fáciles, y mantener una lactancia a demanda es mucho más fácil y descansado si no te tienes que levantar por la noche a dar el pecho, cuando lo puedes hacer directamente en tu cama.
-Cuando miré las cunas de colecho ya fabricadas pasaban dos cosas: a) son carísimas, más de 200€ seguro, y b) la mayoría son minicunas, que sirven sólo 3 o 4 meses.

Así que, investigando en internet (lo que no esté en internet, no existe), vi en páginas como Ikea Hackers o Mi Llave Ällen, que bastante gente ha fabricado su propia cuna de colecho a partir de una de Ikea, como esta o esta. No somos grandes amantes del bricolaje, ni especialmente manitas, pero adaptar la cuna ha sido bastante fácil hasta para nosotros :P

Materiales que hemos usado:
-La cuna, lógicamente. Nos decidimos por el modelo Sundvik, porque es barata, es blanca como el resto de los muebles de la habitación y, lo más importante, se puede montar sin uno de los laterales, lo que facilita mucho el trabajo. Además, también podremos usarla de camita cuando la peque sea un poco más mayor, así que 2x1. Nos costó 99,99€.
-Un taladro, para hacer los agujeros donde va anclado el somier a la altura adecuada. Esto ya lo teníamos.
-Dos correas para asegurar la cuna al somier de la cama y que no se separen. Compramos estas en el Leroy Merlin. Nos costaron 5,20€. 

¿Cómo lo hemos hecho?

Primero, montamos la cuna, siguiendo las instrucciones normales, para poder medir la altura de la cuna con el colchón y compararla con la altura de nuestra cama también con colchón, porque ambos colchones es importante que queden a la misma altura. El somier de la cuna tiene dos posiciones. Entre la más alta y la altura de nuestra cama había una diferencia de 7 cm de más, así que habría que hacer los agujeros para el somier a 7 centímetros de los que ya están hechos. 

Segundo, hicimos los agujeros a la altura que necesitamos. El somier de la cuna va encajado en cuatro agujeros que están en el cabecero y los pies de la cuna. Medimos 7 centímetros desde los agujeros superiores y marcamos para hacer los agujeros con el taladro. Buscamos una broca del tamaño de los agujeros que ya están hechos y taladramos donde hemos marcado los nuevos agujeros.

Los agujeros donde va anclado el somier.

Tercero, montamos la cuna de nuevo, pero sin el lateral y poniendo el somier en los agujeros que hemos hecho. En lugar del lateral, la cuna trae un listón para mantener la estabilidad de la cuna. 

Cuarto, aseguramos la cuna al somier de la cama con las correas que hemos comprado.



Las correas para asegurar la cuna. 
Al final la cuna va pegada a la parte de arriba, quitando mi mesilla de ahí, porque así es más cómodo para llegar a la peque. 

Y ya está. Lo dicho, si lo hemos conseguido nosotros, que somos muy poco manitas, muy difícil no puede ser, y tenemos una cuna de colecho por menos de la mitad de lo que cuestan las que venden ya fabricadas :)


martes, 21 de abril de 2015

Pruebas y seguimiento del embarazo (tercer trimestre).

Voy a ir publicando entradas que tenía ya escritas, porque con la peque enganchada todo el día al pecho,  veo que no actualizo hasta que vaya a la universidad :S

Así que termino de contar el seguimiento que he hecho durante el embarazo. Si a alguien le interesa el tema, aquí puede leer el primer trimestre y aquí el segundo trimestre.

En el tercer trimestre, que va de la semana 29 a la 40, tuve las siguientes pruebas y consultas:

Curso de educación maternal y paternal. O lo que se conoce como la preparación al parto. Lo hice (junto con Dani) un día a la semana desde la 27 a la 31. La matrona me dijo que era algo pronto, pero el siguiente (que sería de la 32 a la 38) iba a ir un poco justa si se me adelanta el parto. Lo he hecho en mi centro de salud con mi matrona de primaria, que es la que me ha hecho el seguimiento todo el embarazo. Fueron cinco sesiones y el contenido ha sido:
  • Tercer trimestre y suelo pélvico (enseñándonos los ejercicios de Kegel).
  • Parto (enseñándonos cómo hacer la respiración durante la dilatación y los pujos para el expulsivo).
  • Puerperio (o posparto).
  • Lactancia (a esta sesión, que me gustó mucho, podían venir las abuelas, así que se apuntaron mi madre y mi suegra).
  • Recién nacido y papeleo administrativo.
Visita a la matrona del hospital, en la semana 28. Esta consulta principalmente la hacen para preparar el plan de parto. En mi hospital el protocolo es que el parto sea de baja intervención obstétrica, así que mi plan de parto se parece bastante a lo que ellos consideran protocolo: el acompañante puede estar en todo momento (excepto si el parto es instrumental o es cesárea), no enema ni rasurado, en principio no vía si no te pones epidural, la monitorización que hacen permite que se pueda deambular, piden permiso para hacer todos los tactos y exploraciones, el expulsivo es con el mínimo personal posible, fomentan el piel con piel desde el primer minuto de vida y por protocolo no separan al recién nacido de la madre a no ser que haya una urgencia, ni para hacer las pruebas y controles que hacen nada más nacer. Todas estas preferencias quedan registradas en mi historia clínica, para que no dependa del personal que haya en el momento en que voy a dar a luz.

Seguimiento con la matrona de primaria. Otra visita a mi matrona en la semana 31, con el mismo procedimiento que en las anteriores: pesarme, tomarme la tensión, doppler para escuchar el corazoncito de la chiquinina, comentar síntomas y molestias que había tenido y reñirme por coger más peso del deseable (por gorda y tragaldabas, vamos).

Analítica del tercer trimestre. Me los hice con 34 semanas, los típicos análisis de sangre y orina, en el hospital, en ayunas.

Ecografía del tercer trimestre. También me la hicieron con 34 semanas, la misma ginecóloga que hizo la eco de  las 20 semanas, que se acordaba de nosostros. Por suerte, esta eco fue lo que esperábamos. Nos confirmó el ARSA (arteria subclavia derecha aberrante) y nos volvió a repetir que es algo totalmente funcional y que no supone ningún problema para la peque. También nos confirmó que los riñones estaban bien y todo lo demás seguía con normalidad. Nos dio un informe con las medidas y el peso aproximado de la peque y una foto de la naricilla y los morritos de nuestra niña (que ya es tan grande que no cabe más en la foto). Salimos contentos y tranquilos.

Consulta en anestesia y charla sobre la epidural. El día que cumplía 36 semanas, dos anestesistas nos dieron una charla a unas cuantas mamás y acompañantes sobre la epidural: beneficios, riesgos, complicaciones, posibles efectos secundarios, etc. Fue en un aula del hospital y duró unos 20 minutos. Ahora ya no nos dan el consentimiento informado de la epidural antes del día del parto porque tiene que ir con el nombre de la paciente y del anestesista (y no se sabe qué anestesista vas a tener hasta ese día).

Visita al paritorio. También la hice el día que cumplía 36 semanas, después de la charla de la epidural, con el mismo grupo de madres y acompañantes. Me gustó mucho porque un matrón nos enseñó las habitaciones de dilatación, los paritorios, el quirófano, las habitaciones de maternidad y la UCI neonatal. Duró más de una hora y según íbamos viendo cada unidad nos iba explicando todo el proceso por el que vamos a pasar el día del parto y mientras estemos ingresadas después, además de responder a todas las dudas que nos iban surgiendo. La visita hace que sepas qué es lo que te espera cuando vayas a dar a luz, lo que tranquiliza bastante, pero también lo concreta y lo hace muy real, lo que hizo que estuviera un par de días un poco de los nervios XD

Seguimiento con la matrona de primaria. Esta vez en la semana 36+4. Vimos los resultados de la eco del tercer trimestre y repetimos el procedimiento habitual: peso, tensión y doppler para escuchar a la peque. Creía que era la última vez que la matrona me iba a decir que no cogiera más peso, pero me citó una vez más para la semana 38 porque aún no tenía los resultados de la analítica.

Consulta en obstetricia del tercer trimestre. En esta consulta en la semana 36+6, me dieron los resultados de la analítica del tercer trimestre. También me hicieron el exudado para hacer la prueba del estreptococo. Los resultados no te los dicen hasta el día del parto, con lo que me quedé con la intriga hasta entonces. Me tomaron la tensión, me pesaron y me hicieron una eco un momento para ver el corazón de la chiqunina, la posición (seguía en cefálica), el líquido amniótico y la placenta. Me dijeron que si notaba algún síntoma de parto que fuera a urgencias y que si no pasaba nada que volviera para revisión el día de mi FPP.

No monitores. La matrona de primaria nos explicó en el curso de preparación al parto que en nuestro hospital ya no se hace monitorización a todas las embarazadas en las últimas semanas del embarazo, porque han visto que no supone ningún beneficio, sólo lo hacen en los embarazos de riesgo.

Consulta con la matrona de primaria. En la semana 38, con el mismo procedimiento que en el resto. En esta semana no había cogido  nada de peso respecto a la última consulta. Después me cuadró más cuando me puse de parto la semana siguiente, ya que dicen que en las dos últimas semanas de embarazo no se suele coger peso.

Consulta de obstetricia de las 40 semanas. A esta no llegué, porque me puse de parto a las 39 semanas. Pero esa es una historia que contaré próximamente :P

jueves, 9 de abril de 2015

Las 40 semanas que no llegaron.

Hoy hubiera hecho las 40 semanas de embarazo, hubiera sido mi fecha probable de parto, si no fuera porque la chiquinina tenía ganas de conocernos y nació el viernes pasado de madrugada. Hoy tiene seis días y sólo come, duerme y algunos ratos llora un poco, sobre todo en el cambio de pañal que no le gusta mucho, pero en general es muy buena.

Estos días ha sido como si un huracán hubiera pasado por nuestra vida, lo ha puesto todo patas arriba y me encuentro totalmente desubicada y desorientada. Pero poco a poco parece que nos vamos conociendo y acoplando, nosotros a una personita que no conocemos apenas y depende totalmente, y ella a sus padres torpes y primerizos, que muchas veces la miran con una mezcla de incertidumbre y adoración. Y su padre le dice "eres muy pequeña" con un cariño que me derrite, y su madre todavía no se acaba de creer del todo... casi nada.

En fin, que el parto fue bastante duro, pero salió todo bien. La lactancia también está siendo un poco complicada, aunque vamos remontando poco a poco. Y las horas de sueño ya no pasan de dos o tres seguidas. Espero más adelante tener más tiempo para contar estas cosas con detalle, pero ahora llevo un horario de recién nacido que no me permite escribir entradas del blog, sólo comer, dormir e ir al baño de vez en cuando. Pero es lo que toca ahora, compartir los horarios de mi pequeñina.

Ains, todavía me cuesta ser consciente, pero ya soy mamá :)

miércoles, 1 de abril de 2015

Soy una cocinillas... Hoy, quesada ligera con canela.

Esta receta es mi interpretación personal de una que leí en Directo al Paladar. Suelo hacer los postres más ligero usando lácteos desnatados, y en este caso, en lugar de yogur he usado queso batido 0%, y me gusta mucho la textura que le da, aunque con un yogur cremoso quedará igual de bien. También he utilizado margarina en lugar de mantequilla. La he hecho ya un par de veces, y con lo que estoy comiendo últimamente no me dura muchos días :P

Ingredientes:
  • 60 gramos de margarina.
  • Una taza mediana (150 ml) de queso batido 0%.
  • Dos huevos.
  • Dos tazas (300 ml) de azúcar.
  • Cuatro tazas (600 ml) de leche.
  • Dos tazas (300 ml) de harina. 
  • Azúcar y canela para espolvorear.

Preparación:
Precalentar el horno a 180º con calor arriba y abajo. En un bol grande se pone la margarina que hemos derretido en el microondas y se mezcla con el queso batido. Se mezcla bien el queso y la margarina y se añaden los dos huevos, batiendo todo bien. Después se añade el azúcar, mezclamos, y la leche, volvemos a mezclar bien. Lo último es añadir la harina, mezclando bien poco a poco para que no queden muchos grumos. Queda una masa muy líquida, pero en el horno va a cuajar bien. Se vierte en un molde enharinado, espolvoreamos por encima con azúcar y canela, y se mete en el horno durante 60 minutos. 

Algunas variaciones:
  • Como ya he dicho, se puede usar un yogur cremoso en lugar de queso batido.
  • Si no os gusta la quesada dulce, se puede quitar una de las tazas de azúcar o media.
  • Si lo queréis más ligero aún, se puede sustituir el azúcar por edulcorante, aunque el sabor no es igual, claro.
  • He usado dos moldes diferentes, uno redondo, de 24 cm, de los desmoldables, y una fuente rectangular de vidrio para horno. Ha quedado igual de bien en los dos, aunque en la fuente de horno no se puede desmoldar, pero parece que se conserva mejor. 
Ya sé que es época de torrijas y leche frita, pero si no os apetece hacer algo tan laborioso (o no podéis tirar de madre/abuela/suegra) este es un dulce casero fácil y muy rico :)