lunes, 31 de octubre de 2016

Una pausa.

Voy a tomarme estas siete horas de trabajo como una pausa mínima en mi puente. A ver si así el lunes se hace más llevadero.

Llevamos un puente bastante movidito. El sábado estuvimos comiendo en un sitio que me apetecía mucho probar, en Poncelet Cheese Bar. En casa somos adictos al queso. Cada vez que vamos a la compra volvemos con mínimo cuatro o cinco clases de queso, y hay muy pocos días que no lo comamos en la cena. Sé que no es un alimento muy saludable, pero nos rechifla. Pues bien, este restaurante está dedicado al queso. Tienen muchísima variedad y los puedes comer en tablas, en fondues, en raclettes o en platos principales. Me encantó la tabla del día, que pedimos para compartir, y la cheesecake de postre estaba también espectacular. Eso sí, de precio se nos sale un poco de presupuesto como para ir de forma habitual. Pero fue un capricho.

Después de comer llevamos a la chiquinina al Retiro, para pasear y jugar un rato. La zona del lago estaba como la Gran Vía, pero fuera de ahí se estaba bastante bien y hacía un día espectacular. Volvimos andando hasta Atocha y allí cogimos el cercanías a casa. La chiquinina flipó muchísimo en el tren, tanto que ayer estuvo todo el día diciendo e-tén, e-tén cada vez que se acordaba XD



Ayer nos liamos la manta a la cabeza y nos fuimos a comer a El Tiemblo, igual que media comunidad autónoma... Yo quería ir al castañar, que había visto en Internet que es muy bonito, pero al resto de madrileños se les debió ocurrir la misma idea, y cuando llegamos había una cola importante para subir al bosque. Así que nos tomamos tranquilamente el aperitivo en una terraza, comimos buena carnaza de Ávila (menos mal que reservamos para comer) y después de comer subimos a dar un paseo. El bosque es precioso y había muchísimas castañas, aunque no puse mucho empeño en coger porque ya habíamos comprado un kilo en el pueblo.




Para volver a casa nos comimos un atasco importante, tardamos más de dos horas en llegar. Menos mal que la peque se echó la siesta en el coche, casi todo el camino de vuelta.

Y hoy, a currar un rato y a seguir con el puente, a las tres corriendo a casa con mi chiquinina y Dani, que se ha tenido que pedir el día porque hoy no había guarde. Y no sé si esta tarde nos disfrazaremos, pero de todas formas, seguro que disfrutamos Halloween, Todos los Santos y cualquier otra fiesta que se nos ponga por delante, que no somos de discriminar :P

sábado, 29 de octubre de 2016

Viaje en coche por Escocia (VIII). De Mallaig al Lago Lomond.

Ese día también nos vamos a pegar un buen tute de coche, pero merece la pena. Nos despertamos bastante temprano, gracias a nuestro despertador en forma de bebé preciosa y madrugadora. No tenemos desayuno, pero la habitación tiene un hervidor para hacer café o te y unas galletas, así que lo aprovechamos. Recogemos, hacemos check out, que es sólo dejar la llave porque ya pagamos el día anterior, y cogemos el coche. Sigo conduciendo yo, por tercer día consecutivo. Nuestra primera parada es el viaducto de Glenfinnan, aunque por el camino hacemos un poco de la ruta por la costa de Morar y bajo a hacer alguna foto a las playas de arena completamente blanca. La zona es muy bonita, me hubiera gustado parar un poco más, pero la chiquinina se ha dormido y hay que respetar su siesta mañanera. En total son unas treinta millas y tardamos como una hora, por las paradas y el desvío para ver la costa.

Playa de Morar
Cuando llegamos a Glenfinnan vemos que en el visitor centre hay que pagar, así que aparcamos cincuenta metros más allá que hay un parking gratis, donde empieza el camino para ir hasta los pies del viaducto. Subimos al mirador que hay en el visitor center y hacemos unas fotos. Cuando bajamos vemos un cartelito con el horario del tren que pone que pasa entre las once menos cuarto y las once. Son las diez y media, así que cogemos el camino que sale del parking, que va hasta el viaducto,vamos un poco rápido, pensando que no nos va a dar tiempo a verlo. Cuando llegamos a los pies del viaducto, subimos un poco por el lateral. Hay bastante gente esperando y justo medio minuto después aparece el tren. Mola un montón porque va despacio, hace sonar el pitido y echa un montón de vapor. Como dijo Dani, el maquinista se gusta XD Dani hace un vídeo muy chulo, pero mis fotos no son muy allá, no le hacen justicia. Es una de las experiencias que más me han gustado del viaje, y eso que fue sólo un minuto.
Camino al viaducto.
Monumento de Glenfinnan.
El viaducto.
El tren pasando.
Y el vídeo tan chulo que grabó mi maridito sexy:




Le damos a Sofía un yogur, unas chocolatinas para recargar nosotros energía y seguimos camino hasta el Glen Coe. No paramos en Fort William porque hay muchísima gente y tampoco había nada en la ciudad que nos llamase mucho la atención. Desde el viaducto son más de treinta millas y tardamos otra hora en llegar. Cuando llegamos al visitor center del parque nacional de Glen Coe, lo primero que hacemos es ir a la cafetería, porque es más de la una y tenemos bastante hambre. Comemos unos bocadillos y nos calientan el potito para la peque. Tienen tronas y un rincón con juguetes que le encanta a Sofía, que aprovecha para jugar un rato mientras nosotros nos enganchamos a la wifi gratis. Me pongo a la chiquinina en la mochila y hacemos un trail de una media hora por el valle. Con el meneíto y la tranquilidad que se respira, y la hora que es, la peque se duerme y sigue durmiendo al dejarla en el coche, cuando terminamos el trail.

La chiquinina jugando.
El Glen Coe.
Camino al lago Lomond
Camino al lago Lomond.
Seguimos la ruta hacia el lago Lomond, queremos ver el pueblo de Luss antes de ir a Drymen, que es donde está el Bed and Breakfast. Son 60 millas y tardamos hora y media, más o menos. Cuando llegamos a Luss y un señor que se va nos da su ticket de aparcamiento. Ahí nos damos cuenta de que, aunque es lunes, es bank holiday y por eso hay tanta gente en todas partes y tanto tráfico por la zona. Damos un paseo hasta el lago,viendo el pueblo que es bastante bonito, y nos sentamos a la orilla a darle la merienda a la peque. Hay mucha gente, muchos patos y la chiquinina disfruta del paseo.

El lago Lomond
El lago Lomond
Iglesia en Luss
Casita en Luss.
Volvemos al coche pensando si tomar algo o no, pero no encontramos ningún sitio que nos convenza, así que decidimos seguir camino. Ponemos la dirección del Bed and Breakfast en el GPS y vamos para allá, son como veinte millas y tardamos una media hora. Nuestro alojamiento es el Dunroamin Bed and Breakfast, nos cuesta 85£. La habitación es la mejor en la que hemos estado, la cama es de 1,80, es muy grande y moderna, con una decoración muy bonita, el baño es ideal. Tiene un jardín con caballos al lado, con un columpio y una cabañita. Vamos al pueblo a cenar, que está a dos millas, porque la casa está un poco en medio de ninguna parte, y los anfitriones nos recomiendan ir al pueblo. Aparcamos y vemos un sitio que parece que está bien y nos dan mesa para media hora más tarde. El pub se llama The Drymen Inn. Mientras hacemos tiempo damos una vuelta por el pueblo para que la chiquinina corretee un poco. Yo ceno unos fingers de pollo, que le doy un poco a Sofía, Dani una hamburguesa de pollo y una patata asada para la peque. Volvemos a la habitación a dormir en esa cama tan estupenda en la que cabemos los tres de sobra. Yo quiero una así para mi casa.

La habitación con LA CAMA.
La peque en el jardín.

miércoles, 26 de octubre de 2016

Viaje en coche por Escocia (VII). La isla de Skye.

Ese día vamos a seguir recorriendo la isla de Skye, pero esta vez la parte Oeste. En el hotel tenemos desayuno incluido, así que nos vestimos y bajamos al comedor, pero hay tanta gente desayunando que tenemos que esperar unos minutos para que nos den una mesa. Nos ponen café y tostadas y nos toman nota de lo que queremos caliente. Yo tomo huevo frito con bacon y champiñones, y Dani huevo cocido con bacon. Para Sofía cogemos jamón york, queso y tostadas. Cuando terminamos, recogemos las maletas y hacemos check out, que como ya está pagado solo es dejar la llave. Cogemos el coche (sigo conduciendo yo ese día) y vamos hacia Dunvegan. Sofía se duerme por el camino, pero hacemos un par de paradas para hacer fotos. Hace un día buenísimo, con sol radiante, y esa parte de la isla tiene unos paisajes preciosos. Cuando llegamos al castillo la chiquinina sigue dormida, así que decidimos seguir a Neist Point y ver el castillo a la vuelta. Para llegar a Neist Point la carretera es casi toda de un sólo carril con passing places, y hay bastante tráfico. Resulta un poco estresante porque hay que ir pendiente de si viene alguien de frente, si tienes alguien detrás que quiera pasar, buscar los sitios donde la carretera es más ancha... En un sitio cerca de Neist Point casi nos damos de bruces con un minibus, que encima no colaboró mucho para cruzarnos con él. Grrrrrrr... En total desde Kyleakin a Neist Point son más de cincuenta millas y tardamos casi dos horas, con la paradas para fotos. La peque se despierta poco antes de llegar y ya llegando al faro dejamos el coche al borde de la carretera, porque hay un montón de coches aparcados. Debe ser hora punta. Damos una vuelta, hacemos fotos y le damos un yogur a la chiquinina, que tiene un poco de hambre. Como el camino es bastante escarpado, no nos atrevemos a bajar con la peque en la mochila, así que nos conformamos con las vistas desde allí.

Paisajes en Skye. 
Paisajes en Skye. 
Acantilados cerca de Neist Point. 
Neist Point. 
Neist Point. 
Volvemos hacia Dunvegan por la carreteruja infernal de los passing places. Son sólo once millas, pero tardamos en llegar media hora. En Dunvegan es ya la hora de comer, y entramos en el primer sitio que vemos. Se llama Old School y vaya suerte hemos tenido porque nos encanta. La comida está riquísima, son muy amables y es muy family friendly: tienen trona, cubiertos y vasos para peques y platos especiales para niños. Comemos muy bien, yo un hot bun de beef con salsa barbacoa (como un bocadillo de carne asada en pan de hamburguesa), Dani un solomillo y la peque salchichas con patatas y judías con tomate. De postre tomamos un mousse de chocolate con nata montada (que se nota que es nata de verdad) que está de morir. A Dani le gusta tanto que deja tres libras de propina.

Vamos a ver el castillo, que está muy cerca del restaurante, pero decidimos pagar solo para ver los jardines por si se nos echa la hora encima, ya que tenemos que estar en Armadale antes de las seis. Nos cuesta 10£ la entrada y la visita está bastante bien. A Dani le mola mucho que el castillo sea del clan McLeod. Friki! XD

De los McLeod de toda la vida :P
Castillo de Dunvegan. 
Entrada al castillo. 
Ponemos rumbo a Armadale porque a las seis y media hay que estar para coger el ferry a Mallaig. Sofía se vuelve a echar otra siesta de camino. Son otras 55 millas y otra hora y media de viaje. Llegamos bastante pronto, como a las seis, y mientras la peque sigue durmiendo, Dani va a por los tickets. Compramos los billetes cuando preparamos el viaje porque queríamos ir en el último viaje del día, pero no quería que nos quedásemos en tierra. En la página web de CalMac se pueden comprar con antelación. Cuando llegas al puerto hay que dejar el coche en una de las filas, detrás del último coche que haya llegado. Vas a por los tickets y esperas a que llegue el ferry. Cuando llega el ferry, te montas en el coche y los empleados te dicen donde lo dejas dentro del ferry. Ya en el ferry te puedes ir a sentar en la cubierta y disfrutar de las vistas. La peque disfruta del paseo en el ferry, diciendo aba aba y pepé todo el rato, señalando al mar y a las gaviotas.

Vistas desde el ferry.
Llegamos a Mallaig a las ocho menos veinte y buscamos el hotel. Es el West Highland, nos cuesta 105£, sólo alojamiento, tiene parking y se supone que wifi gratis en la habitación, pero no nos llega señal. El hotel está bien, comparado con el de Kyleakin cualquier cosa nos hubiera encantado, también ayuda que las vistas desde la habitación son preciosas. Cenamos en el pub del hotel porque el restaurante está lleno y nos da pereza movernos. Dani toma una hamburguesa y yo unos mejillones en salsa, bastante rico todo. La cama es bastante mala, el colchón se hunde por mi lado, así que no descanso muy bien, aunque por lo menos la chiquinina aguanta en la cuna casi toda la noche.

Vistas desde la habitación.
La habitación del hotel. 

lunes, 24 de octubre de 2016

Viaje en coche por Escocia (VI). Rumbo a la isla de Skye.

Ése día vamos a la mierda isla los coj... digooo a Skye Isle. Esta mezcla de amor y odio tiene su inicio cuando empecé a mirar alojamiento para dormir dos noches allí. Era Mayo, y dormir un fin de semana en Agosto en la isla de Skye no es tarea fácil. En Booking no había mucho, así que reservé un Bed and Breakfast a través de la página de turismo de la isla, pero cuando les mandé un mensaje para pedirles una cuna para la chiquinina, me contestaron que no admitían menores de doce años y me cancelaron la reserva. Mierda. Reservé otro Guest House y bien, pidiendo la cuna y todo sin problemas. Hasta finales Julio, cuando me mandaron un correo diciendo que por cuestiones ajenas tenían que cancelar mi reserva. Mierda. Más gorda. Por cierto, este último se llama Sea Cottage, si no queréis que os descabale todo el viaje, mejor no reservar con ellos. Con un mes de antelación ya sí que era imposible reservar dos noches a un precio razonable (menos de 200£ la noche no encontraba nada), así que reservé un hotel un poco cutre en Kyleakin para la noche del sábado y otro un poco mejor en Mallaig para la noche del domingo, con lo que teníamos que coger el ferry ese mismo día. En fin...

Sigo con la isla maldita. Estábamos durmiendo en North Kessock, al lado del lago Ness. Sofía se despierta a las siete y media, por lo que hacemos la maleta y bajamos a que nuestra anfitriona nos dé el desayuno. Hoy le he pedido huevos revueltos con bacon, que están muy buenos, los mejores de todo el viaje, con café con leche y tostadas. El porche donde desayunamos es muy agradable, con vistas a la ría y al jardín. Mientras desayunamos nuestra anfitriona le deja a la peque unos juguetes, un bebé con un carrito y un gato de peluche bastante realista, que la niña llama Paul, como nuestro conejo. Pagamos a la señora en efectivo las 160£ por las dos noches y cargamos las maletas en el coche. Es la primera vez que cojo el coche invertido XD Al principio un poco regular para llevar el coche "por lo negro" y no sacar la rueda al arcén, sobre todo por las carreteras estrechas y cuando te cruzas con un camionaco... En tu inconsciente está la idea de que la mayoría del coche está a tu derecha, pero en realidad no es así. Lo bueno es que yo tengo la ventaja de que llevo tres días viendo a Dani conducir por la izquierda y ya no tengo que pensarlo tanto en los cruces y en las rotondas. Sofía se duerme al poco de salir. Cogemos rumbo a la isla por el borde del lago Ness. Hacemos alguna parada para hacer fotos y despedirnos.

El lago Ness
El castillo de Urquhart.
Camino a Skye.
Paisajes de las Highlands
Más paisajes bonitos.
Nuestra primera parada antes de llegar a la isla es el castillo de Eilean Donan, que está a 75 millas y tardamos casi dos horas. Por el camino nos llueve un poco y los paisajes son muy típicos de las Highlands, verdes, montañosos y encima el día está gris y un poco lluvioso. Typical scottish weather. Cuando llegamos a Eilean Donan esperamos a que la peque se despierte de su preceptiva siesta mañanera en el coche aparcados en el parking del castillo. Cuando despierta nos ponemos los chubasqueros y nos acercamos al castillo. Decidimos no entrar dentro, porque queremos ver también la parte Este de Skye, aunque después me he arrepentido un poco de no entrar dentro a verlo, pero bueno, hay que priorizar porque vamos con un bebé y no podemos llegar a todo. Como no es muy tarde decidimos ir hasta Portree para comer. Hay unas cuarenta millas y tardamos una hora. Pero antes, unas fotos de EL CASTILLO :P





Portree es la capital de Skye. Entramos a la isla por el puente y nada más entrar el paisaje y la carretera cambia bastante. El paisaje es muy curioso, muy montañoso, pero no tan verde en este lado de la isla.  Cuando llegamos a Portree aparcamos en el centro, aunque no es muy grande el pueblo, y pagamos un par de horas de aparcamiento.  Buscamos un sitio en la guía para comer algo y comemos en el Cafe Arriba, yo unos mac and cheese con bacon y Dani un bocadillo de lomo con queso, aunque dicen que es bacon. A la chiquinina le damos un potito escocés que no le mola mucho. Después de comer nos acercamos a ver las casas de colores del puerto. Volvemos a coger el coche, aunque tardamos un poco en salir porque hay que cambiarle el pañal a la peque. Después de nuestros últimos viajes nos estamos volviendo expertos en cambiar pañales dentro del coche.

El puente a la isla.
Casas del puerto en Portree. 
Puerto de Portree.
Vamos al Old Man of Storr, que lo vemos un poco de pasada porque no sabemos muy bien donde parar a echar una fotos. Está lloviendo y no queremos hacer el trail que sube hasta la roca, y desde el parking donde sale el trail no se ve mucho. Subimos hacia la Kilt Rock que es una preciosa cascada que cae por un acantilado directamente al mar. Es de las cosas más bonitas que hemos visto en Escocia. Antes paramos en otra cascada que hay de camino, Lealt falls, que no es tan espectacular pero molan las vistas a los acantilados sobre el mar. Nos encontramos con un par de parejas de españoles que Dani es capaz de identificar antes de que les oigamos hablar. En Kilt rock le damos la merienda a Sofía, vemos ovejas que la chiquinina flipa cuando hacen beeeee y también a unos chalados que se iban a escalar o hacer rappel en los acantilados, con todo el equipamiento.

Old Man of Storr.
Lealt falls.
Lealt falls
Lealt falls
Huellas de dinosaurios.
Kilt Rock
Acantilados cerca de Kilt Rock
Old Marn of Storr.
Hacemos otra vez el mismo camino de vuelta hacia Kyleakin, que está cerca del puente de entrada a la isla. Son unas cincuenta millas de vuelta, pero como las carreteras son mortales y reviradas, y paramos a echar alguna foto a Old Man of Storr, tardamos dos horas en llegar al hotel. La peque aprovecha para echar otra siesta. El hotel es el Kings Arms Hotel es algo cutre, viejito, necesita una buena reforma. Todo está enmoquetado y el pasillo tiene las paredes y el suelo completamente irregulares. El ascensor está enmoquetado también hasta el techo. No funciona el datáfono y me lo cobran por Internet con los datos de la tarjeta, 120 libras, bastante exagerado para lo que es el hotel pero era lo que había. La habitación no está mal, algo es algo, tiene una cama grande y una individual, y nos han preparado una cuna. Cenamos allí mismo en el hotel, estamos bastante cansados para buscar algo y el pueblo no tiene pinta de tener mucha oferta... Antes de cenar tomamos algo en el lobby del hotel porque hay un grupo organizado cenando y nos han dado mesa para media hora más tarde. Dani cena una hamburguesa y yo un plato de salmón a la plancha, salmón ahumado y cigalas cocidas, y  Sofía un potito. La verdad es que cenamos muy bien, el restaurante es mucho mejor de lo esperado, viendo cómo es el hotel. Cuando terminamos nos subimos a dormir, que estamos hechos polvo los tres.

Las cigalas me supieron a gloria.