jueves, 31 de diciembre de 2015

Mi año viejo.

Que si cuando empieza, es nuevo, será que a estas alturas es ya viejito, el pobre. 2015 ha sido un año memorable, eso está bien claro. Es el año en que mi mundo ha sufrido un terremoto y se ha vuelto del revés, de dentro hacia afuera y de arriba a abajo. Ese terremoto decidimos allá por navidades del año pasado que se llamaría Sofía, y me ha hecho mamá, que es una palabra muy corta para describir todo lo que implica.

Este año también ha sido el año en que Dani se ha convertido en papá, y eso me hace quererle y admirarle aún más. Aunque la paternidad nos ha llevado a veces a lugares incómodos y farragosos, me alegro mucho que al final quisiera compartir esta aventura conmigo, formar una familia y ser mi mayor apoyo y mi mejor compañero.

Este año ha sido un año de buenas noticias. Sabemos que el año que viene seremos tíos otra vez. Y sabemos otra cosa que aún no puedo contar, pero que me hace mucha ilusión. El año 2016 también tiene una pinta estupenda.

El año también ha tenido sus cosas malas. La peor, que mi madre no está en su mejor momento. Esperemos que el año que viene sea un año mejor para ella, porque éste ha sido bastante regular. Aún así, mis padres han hecho todo lo posible por estar conmigo y ayudarme los primeros meses de maternidad, cosa que nunca les podré agradecer lo suficiente, aunque ahora entiendo mejor por qué siempre están ahí. Por suerte, este año no hemos tenido sustos grandes, para variar un poco, aunque mi abuela no termina de remontar, desde que se rompió la cadera en verano.

Ha sido mi año sabático, no he trabajado ni un día, cosa que no creo que se repita hasta que no nos toque el Euromillón, visto que la lotería de Navidad ná de ná. Eso sí, estos últimos meses lo estoy disfrutando como una enana (y con mi enana), aunque el tener la mitad de nuestros ingresos habituales me genera un poco de intranquilidad, todo hay que decirlo. Es una mierda tener tiempo pero no tener dinero para hacer cosas (sobre todo viajar). Y cuando vuelva a tener dinero, me faltará tiempo...

Hablando de viajar, parecía que no iba a hacerlo mucho este año, pero al final hemos estado en Murcia, en Galicia y en Dublín, con vuelo y todo. Es que con lo bien que se adapta a todo la chiquinina, da gusto, hasta nos deja viajar y todo. También hemos ido de boda, se fue Terry Pratchett, he hecho cientos de kilómetros por el pasillo de casa acunando a mi bebé, hemos perdido docenas de horas de sueño, hemos ido al cine con y sin niña, ha sido el año de el Episodio VII, hemos escuchado los pollitos millones de veces (y lo que nos queda), nuestro sobri ha aprendido a andar y se está soltando a hablar un montón, hemos pasado un verano infernal y un otoño veraniego. Ha sido el año que he empezado a entender mucho mejor a mis amigas que son madres (y he comprendido que la ignorancia suele ser muy atrevida).

Y sobre todo ha sido un año de disfrutar de nuestra familia y amigos. Casi todos han entendido bien que ha sido un año de muchos cambios para nosotros y que, aunque hayamos cambiado un poco y no podamos seguir con el mismo ritmo de antes, han hecho el esfuerzo de estar con nosotros, y notamos cómo quieren a la chiquinina. Desde aquí les doy las gracias por apoyarnos y querernos tanto, desde cerca en Alcorcón y desde lejos en otros países.

Y hasta aquí mi repaso de un año que ha sido muy intenso e interesante. A ver si el año que viene es un poco más relajado, que creo que me hace un poco de falta ya. Y propósitos no voy a hacer, porque hacerlos pa ná es tontería :P

Y deseos, los de siempre: salud para los que quiero, que estemos tranquilos y medianamente felices. Y que no me traumatice mucho volver a currar en marzo. Y que la peque no lo pase mal cuando la lleve a la guarde. Y una plaza de la oposición sería ya mucho pedir, ¿no? XD

¡Feliz año nuevo!

lunes, 28 de diciembre de 2015

Aplicaciones para antes, durante y después del embarazo.

Ya se sabe que hay apps para cualquier cosa que te puedas imaginar. Está bien porque algunas nos facilitan un poco la vida. Yo no sabría vivir sin alguna de ellas. Pero bueno, pues más que hacer una reseña de aplicaciones varias, quiero hablar de las que he usado antes y durante el embarazo, y los primeros meses de la peque. Vaya por delante que todas son para Android, porque en mi casa el de lamierdalaifon es mi maridito.

Calendario menstrual. Esta la usé durante la búsqueda del embarazo. Me ayudó porque, al llevar mucho tiempo tomando anticonceptivos orales, no sabía muy bien cómo iban a ser mis ciclos de regulares cuando los dejé. Me gustó porque es un calendario muy sencillo, puedes apuntar todos los síntomas que tengas rápidamente, y te calcula de forma automática los días fértiles (más o menos, tampoco es muy exacto). También se puede llevar un control de la temperatura basal, aunque yo no usé ese método. Al final, como suele pasar, me quedé embarazada cuando menos pendiente estaba de fechas y calendario...

Gestograma. Fue la primera aplicación que bajé del embarazo. Es muy simple. Te calcula tu FPP, y te va contando cosas del embarazo semana a semana. También te dice el tamaño del embrión/feto, el aumento de peso o el número de contracciones que deberías tener según la semana.

Mi embarazo día a día. Otra aplicación de seguimiento del embarazo. También te va contando los cambios en el cuerpo y en el bebé semana a semana. Te guarda selfies de la tripa y tiene acceso a foros de discusión. Es bastante más completa que la anterior.

Contraction timer. Es un contador de contracciones. Me la descargué a mediados del embarazo porque tenía muchas contracciones de Braxton Hicks, y con ella podía controlar que no fueran regulares ni muy seguidas. También pensaba haberla usado al principio del parto, pero como rompí aguas lo primero de todo, ya me controlaron las contracciones en el hospital.

Baby Daybook. Es un diario de bebé. Puedes apuntar de todo de una forma muy sencilla. Los primeros días, que tenía la cabeza nublada por la hormonas y el cansancio, me vino genial para acordarme de qué teta le había dado la última toma, si ese día había hecho suficientes pises y cacas, cuándo le habíamos bañado, o cuándo me sacaba leche. Se pueden apuntar más cosas, pero yo lo usé para eso principalmente. Y sólo un mes y medio o dos meses, porque luego ya me agobiada ver todas las tomas que hacía y el tiempo que tardaba.

White noise baby. Al principio, cuando le costaba dormir o tenía un berrinche, nos ayudaba ponerle ruido blanco, sobre todo el secador del pelo. A falta de secador, esta aplicación tiene varios tipos de sonidos para elegir.

Otras que he usado mucho los primeros meses fueron el Preguntados y el Feedly, pero estas han sido para entretenerme durante las tomas y que no se me hicieran eternas :P

domingo, 20 de diciembre de 2015

Semana a tope (antes de Navidad).

Esta semana han pasado varias cosas, unas mejores que otras, pero en general bastante molonas.

El martes fuimos al cardiólogo, para revisión de la peque. Aparte del ARSA que le detectaron durante el embarazo, al nacer le hicieron un ecocardiograma y vieron que tenía una comunicación interauricular tipo ostium secundum. Era pequeña, de unos 3 milímetros, y en esta revisión han visto que se está cerrando, como suele ser habitual en bebés. Tenemos que volver en nueve meses para ver si ha cerrado del todo. Probablemente, si no hubieran visto el ARSA, ni siquiera sabríamos que la niña lo tiene, porque es asintomático y no suele dar problemas.

El martes también fui al fisio. Me vino a decir que estoy hecha un cristo. Fui porque me dolía un hombro, pero tengo toda la parte derecha del cuerpo bloqueada y contracturada. Me dio un buen meneo, pero todavía me queda y tengo que volver en un par de semanas. A ver si consigue arreglarme un poco.

Esta semana la peque ha empezado a desplazarse claramente. Y no es haciendo la croqueta ni reptando, ni gateando. Lo que hace es culear tal que así. Bueno, todavía no tiene tanta soltura, pero me da que va a ser de gateo raro. Ya escribiré una entrada sobre el gateo, que se debería llamar desplazamiento autónomo, y que sólo un porcentaje pequeño de los bebés gatean "al uso", sobre manos y rodillas.

El viernes fue el cumple de Andrea. Nos fuimos de paseo a Madrid, a ver las luces de Navidad, nos invitó a una merienda espectacular y cenamos sushi en casa, después de acostar a la peque, con una botella de Albariño y arreglando el mundo. Fue un día genial.




Ayer fuimos al cine "de verdad", sin sesión teta, y sin la chiquinina, claro. Vimos el Episodio VII. La peque se quedó con sus tíos y su primo, y lo pasé yo peor que ella. Sobre todo la última media hora de película, estaba deseando que se terminase. Al final la niña estuvo fenomenal jugando con su primo, y la peli estuvo bastante bien. No quiero hacer spoilers, pero sí diré que una cosa me disgustó bastante, y que la peli en general me pareció demasiado "La Guerra de las Galaxias", es decir el episodio IV. Pero mola.

Hoy hemos participado de la fiesta de la democracia, yendo a votar a la hora que más gente había. En fin, como dice mi marido, cada día más de izquierdas y más del atleti, que viene a ser similar, pero en ámbitos diferentes... Y que ya estamos en Navidad, prácticamente. También hoy he montado el árbol, porque ya me daba cosilla no tenerlo puesto, y estoy intentando terminar de prepararlo todo para la llegada de los Reyes, aunque creo que este año también me pilla el toro... Intentaré hacer un resumen del año, aunque no prometo nada, porque la niña no me deja mucho tiempo para escribir.

Así que, sin no paso por aquí, ¡felices fiestas!

jueves, 17 de diciembre de 2015

Esas cosas que nadie te dice...

El otro día, una amiga reciente madre, comentaba en feisbuk que le parecía un timo el que nadie te avise cómo va a estar tu casa (de caos y roña) al poco tiempo de parir. No puedo más que darle toda la razón del mundo. La gente te avisa de que va a ser muy cansado, que vas a dormir muy poco, pero no te dicen mucho más de algunas cosas que implica ser padres.

Nadie te avisa que la mayoría de las veces va a peor. Por ejemplo, la roña de la casa. Piensas que con un recién nacido es normal, porque estás todo el día con el bebé a la teta e intentando dormir a ratos. Pero luego sólo va a peor. Cuando el bebé empieza a ser más interactivo, tienes que estar con él, jugar y entretenerle, porque si no se aburre y llora. Y no sé cómo lo hacen los padres que trabajan ocho horas diarias los dos fuera de casa. Y luego empiezan a invadir tu casa los juguetes. Y cuando ande, habrá que estar todo el día pendiente de donde está y qué hace... Y así hasta que se independice :P

Luego está el tema de las cacas. Las primeras cacas del bebé es el meconio, de esto te avisan en los cursos de preparación al parto. El meconio es como chapapote, en color, consistencia y dificultad de limpiar. Luego a los dos o tres días ya empiezan las cacas de lactante, que también dan bastante asquete, suele ser una plasta más o menos líquida, que varía bastante de consistencia y color, y huelen regular. Además suelen ser varias al día, con lo que no te libras de limpiar alguna aunque te turnes con el padre de la criatura. Pero nadie te avisa que cuando empiezan a comer comida es todavía peor, porque la caca se vuelve más caca aún, de cantidad y olor... Y ya va a ser así hasta que deje los pañales (mínimo dos o tres años). Y perdón por la escatología.

Nadie te avisa tampoco que tienes que hacer un máster acelerado de habilidades ninja. Aprendes a moverte de una forma extremadamente sigilosa, sobre todo cuando acabas de dejar al bebé durmiendo en la cuna. Tienes que desarrollar unos reflejos casi sobrehumanos, que te permiten coger al vuelo casi cualquier cosa que lanza tu hija y casi sin mirar. Esto también se aplica a tu hija en sí, cuando se lanza de cabeza a algún sitio... Y esto también va a peor, porque cada vez lanzan las cosas más rápido y más lejos, y cuanto más se mueven, más peligro de lanzarse contra algo de cabeza. También tus sentidos se vuelven más evolucionados, cual ninja, sobre todo el oído y el olfato (aunque por mi experiencia personal, esto sólo aplica si tienes dos cromosomas X, el cromosoma Y inhabilita este último superpoder).

Yo por último, nadie te avisa que, cuando empiezan a comer sólidos, te vuelves una obsesa de la comida. Porque un bebé come cuatro o cinco veces al día. Y tú eres responsable de lo que come. No vale lo que haces contigo mismo de ir a la nevera y ver qué hay. Tiene que comer bien y equilibrado. Es TU responsabilidad. CINCO veces AL DÍA. TODOS LOS DÍAS. Así que empiezas a entender por qué tu madre estaba todo el día dándole vueltas a la comida y diciendo "a ver qué cenamos" o "no sé qué hacer de comida mañana"...

Y hasta aquí, lo que me hubiera gustado que me hubieran dicho que me esperaba antes de ser madre. Supongo que habrá más cosas que aún no han llegado. Cuando lleguen intentaré ponerlas por aquí, para avisar a los futuros padres que me lean.

Ea.

viernes, 11 de diciembre de 2015

Ya es Navidad en... el desierto de Nevada.

Porque la Navidad trae los turrones, los polvorones, las comidas con amigos organizadas last minute como siempre, las luces, los adornos, las tiendas como si lo regalaran, y el tradicional villancico de los Killers.

Porque los Killers molan. Porque son muy payasetes. Y ver a Brandon Flowers siempre le alegra a una el día (aunque se empeñe en los peinados raros y los estilismos horrendos).

Que lo disfruten.



jueves, 3 de diciembre de 2015

Ocho meses.

La chiquinina (cada vez menos chiquinina y más lechona) hace ocho meses ya. Creo que está ya cerca de los ocho kilos, aunque hasta que no vayamos a la revisión de los diez meses, no lo sabremos con certeza, y como somos unos padres desnaturalizados, no la pesamos mucho para saber cómo va (alguna vez en la báscula de casa en brazos, pero no es muy fiable). Yo la veo contenta, la ropa se le va quedando pequeña, y está echando una buena barrigocha, con lo que estoy tranquila.

Este mes ha sido el mes de jugar sentada en la alfombra. Le hemos puesto una cesta con unos cuantos juguetes y ella los saca y se entretiene con ellos bastante rato. También es verdad que desde que se sienta, está más vaga para moverse, sigue haciendo la croqueta en la cama, pero no hace mucha intención de reptar, y mucho menos de gatear. Creo que si en algún momento se empieza a desplazar será para intentar coger a los conejos, porque flipa con ellos cuando están sueltos por el salón y cuando pasan a su lado intenta echarles mano. Se nota que tiene mucha más fuerza en las piernas y le gusta ponerse de pie unos segundos cuando la tengo cogida. También ha empezado a hacer la pinza con los dedos y ya es capaz de coger y manipular cosas más pequeñas.

Con la comida he notado que este mes ha empezado a comer más, sobre todo desde hace un par de semanas. Antes jugaba y experimentaba con la comida, ahora le gusta comer y se nota que disfruta con ciertas cosas. Como ya sabe hacer la pinza, se lleva a la boca trocitos más pequeños, lo que ha aumentado el abanico de alimentos para darle: ha probado arroz, garbanzos, guisantes, jamón york y pavo picaditos... Ya va tolerando que yo le dé cosas en la boca, con mis dedos o con cuchara. Sigue mamando a tope, la verdad es que ni sé las tomas que hace al día, unas seis u ocho (qué diferencia a cuando eran doce o catorce). No me preocupo por controlar, y sigue comiendo más a oferta que a demanda.

Por las noches este mes ha sido el mejor con diferencia. Está durmiendo unas doce horas con dos despertares. Se suele dormir entre las nueve y las diez, y por la mañana se despierta entre las nueve y las diez. Hace dos tomas, sobre las tres o cuatro y sobre las seis o siete, casi sin despertarse, se queja un poco, come y sigue durmiendo. El mejor día fue el que se despertó cuando yo me acosté, sobre las doce, comió y durmió del tirón hasta las siete. A ver si seguimos este rumbo, aunque soy consciente que habrá temporadas de retroceso también.

Ya he dicho en alguna entrada que hemos estado tres semanas sin carro, porteando con la Emeibaby 24x7. Ella encantada, claro. Mi espalda, no tanto. Por casa ya casi siempre la llevo a la espalda mientras hago cosas y ella se echa sus buenas siestas. Por la calle, como ya hace fresco, la llevamos delante con el cobertor. A ver cuando nos devuelvan el carro si lo quiere o no, con lo bien que iba últimamente en él...

También he notado un cambio grande este mes en su apego. Ya no se queja tanto cuando la cogen otras personas que no seamos su padre y yo. Este mes se ha quedado un par de tardes con Dani mientras yo estudiaba, y han estado muy bien (y yo he aprovechado bastante). Cuando estamos con la familia o amigos no le importa pasar de brazo en brazo, siempre que no esté cansada, que entonces sólo quiere a mamá.

Hemos pasado ya completamente de la fase de gorjeo a la de balbuceo. Aparte de los mamamá, papapá y gagagá, ya va practicando tatatatata y dadadada. Y pedorretas a todas horas, claro. También pega gritos cuando está contenta o se pone nerviosa. Le pasa mucho con su primo, que se emociona cuando le ve y grita bastante. Ha aprendido a chocar los cinco (o algo parecido) y cuando le doy besos a veces ella se abalanza hacia mí con la boca abierta, como si me quisiera comer XD También se lo hace a veces a Dani y a las abuelas.

Este mes también ha sido su primer viaje al extranjero y en avión. Como siempre, me ha sorprendido lo bien que lo ha llevado y lo fácil que se adapta a cualquier cosa. Como ya he dicho, con la mochila para siestas y la teta para comer, la podríamos llevar al fin del mundo. Es una niña muy tranquila, que se entretiene con cualquier cosa. Es capaz de estar hora y media sentada en una trona en un restaurante si le damos algo de comer y juguetes. Al final se cansa, claro está, pero muchas veces me sorprende lo tranquila y paciente que es para ser un bebé. Desde luego es un cambio grande a cuando tenía un par de meses y yo tenía que comer de pie y turnarme con Dani. Y confirma mi idea de que respetando el ritmo de los bebés, al final todo llega.