lunes, 31 de mayo de 2010

Veranico (casi) de verdá de la buena.

Ains, qué calorcicoquetetorras que ha hecho hoy... Qué gustico me ha dado. Y eso que quedan unos pocos días para el tan afamado cuarenta de Mayo, pero ya nos estamos acercando a temperaturas veraniegas a marchas forzadas. Voy a ver si este puente que se acerca* le doy algún día a la piscina, que ya tengo ganas de torrarme cual lagartijilla.

La verdad es que este final de mes ha sido bastante bueno, si paso por alto el catarro-faringitis-tos perruna que llevo arrastrando dos semanas ya. Pero en líneas generales han sido dos semanas cojonudas: he disfrutado un montón de mi casita, he hecho un poco de maruja, hemos organizado cenitas y viciadas al Guitar Hero variadas, copazos con charlas trascendentales en buena compañía hasta las tres de la mañana, ratitos de sofá a dos con mimos (¡siempre mimos!), y otras cosillas de la independencia que molan un montón.

Lo único que llevo un poco mal es que hoy he terminado mi rotación en infanto-juvenil y me da bastante penita. La verdad es que me ha gustado un montón trabajar con niños y he aprendido mucho de mi adjunta, así que me da morriña tener que dejarlo. Mañana de vuelta al hospi, a ver qué me depara mi siguiente rotación. Voy a ser la primera residente que la haga, así que me da en la nariz que voy a estar un poco perdida. Pero bueno, pensaré en las ventajas que tiene: ritmo de trabajo más relajado, horario de ocho a tres todos los días y autobús directo desde la puerta de casa... ¡Ah, no! Esto, desde que soy alcorconera ya va a ser que no... ¡Jopetas!

Pues eso, que pensaré en aprovechar bien las tardes entre hacer cosas para mi casa, disfrutar de la piscina, sudar unas cuantas siestas bien resudás, preparar las vacaciones, visitar terracitas con su consecuente tinto de verano y esas cosas que me mola hacer en verano. ¡Que ya no queda ná!

Y tan feliz, oigan. ^^

*Este año en la Comunidad de Madrid hemos cambiado el revolucionario 2 de Mayo, que caía en domingo, por el beato 3 de Junio, Corpus al parecer... En fin, cosas de los festivos...

domingo, 23 de mayo de 2010

Como la vida misma.

Aviso: Esta historia está basada en un hecho real. Algunas situaciones y diálogos han sido modificados en beneficio de la narrativa y la emotividad del relato. Pero básicamente es lo que pasó. Real como la vida misma.

Entra una chica en una tienda de telefonía móvil (sí, vale, soy yo, pero era por darle un poco de dramatismo a la cosa). Se dirige a la dependienta y le dice: Hola, buenas tardes. Quería un HTC Desire, con el programa de puntos. Nótese que la pronunciación del modelo de teléfono ha sido en un perfecto inglés de Cambridge. De los exámenes de Cambridge que hice hace muchos años, vamos. Disaier, fue más o menos lo que dije. Como en la canción de U2: Disaaaaieer. Qué nombre mejor para el objeto actual de mis deseos... Disaier... Deseo...

Vale, ya vuelvo a la anécdota.

Pues la señora dependienta, muy maja ella, se pone a mirarme los puntos y el precio en el ordenador. Tarda un rato. Miro de reojo a la pantalla y veo que está buscando el modelo de HTC en un menú desplegable. Y va y le dice a su compañera, que estaba allí al lado: Oye, ¿dónde esta la HTC Desiré, que no la encuentro? Y en mi mente se enquista ese nombre. Desiré... Sí, así como suena. Como la Desi que se va a los polígonos los sábados por la noche. Como tantas Desis que hay ahora mismo por el mundo, mayormente en núcleos del extrarradio de grandes ciudades. Desiré. Ni más ni menos.

Termino el intercambio comercial con mi compañía de telefonía móvil, salgo a la calle con mi maravillosa HTC en una bolsa de plástico, me giro a Dani y le digo: ¿HTC DESIRÉ? ¿¿¿DE-SI-RÉ??? Dani, como es lógico, sin entender mi frustración y el patetismo de la situación, me mira con cara de ésta está loca, y dice ¿Qué pasa? Y yo, abrumada por la cruda realidad pienso en voz alta: Desiré, tío. Ha llamado a mi HTC Desiré... (Suspiro) Bueno, la verdad es que es un buen nombre para un móvil comprado en Alcorcón. Ya tengo nombre para mi móvil. Se va a llamar la Desi.

Y Dani, como es un amor, me mira como pensando pobrecica ella, pero no lo dice.

Fin.

Y esta es la historia de cómo el deseo de un sueño se convierte en una realidad alcorconera. Y la realidad sigue siendo igual de buena que el sueño. Me ha pasado con otras cosas también, pero ya las contaré en otro momento :P

sábado, 22 de mayo de 2010

Cosas de R3.

Pues sí, a partir del 20 de Mayo pasé a ser R3. O, un poco mejor explicado, pasé a mi tercer año como psicóloga interna residente. Y esta circunstancia tiene varias consecuencias directas:

1. Tenemos chica nueva en la oficiiiinaaaa... No voy a decir su nombre porque sería de mal gusto, sin que ella los sepa, pero no es Farala, os lo puedo asegurar. Es la nueva R1, mi nueva R pequeña, y parece muy maja, así que me congratula que haya venido al hospi.

2. Ahora soy la R mayor y esto, aunque no lo parezca, me acongoja un poco (por no decir que me acojona). Mucha responsabilidad para una mindundi como yo, que no tiene ni idea de nada...

3. Como consecuencia de lo anterior: ya no tengo R mayor. Esto es lo que peor llevo. Mi R mayor ha sido el mayor apoyo y la mejor compañera que he tenido en estos dos años que llevo de residencia, y me da mucha pena que termine ya. Menos mal que se queda unos meses más trabajando en el centro de salud y no tengo que pasar el duelo todavía, pero cuando se vaya definitivamente me va a dar mucha, pero que mucha pena.

4. Me queda lo mismo de residencia que lo que llevo, día arriba, día abajo. Y, asumiendo que lo bien que estaba el primer año no va a volver, el balance en general no es malo. Sigo aprendiendo muchísimas cosas y sigo dándome cuenta de lo poco que sé. Este año he descubierto que me gusta mucho la consulta con niños, su capacidad de cambio y lo divertido que es trabajar con ellos, pero también es más duro ver a un niño que lo está pasando mal que a un adulto. Supongo que será por esa idea tan enquistada que tengo de que la infancia tiene que ser una época feliz, pero desgraciadamente no siempre es así.

Y bueno, espero que en estos dos años que me quedan siga el aprendizaje, las experiencias nuevas, los buenos ratos y que la cosa mejore un poco más (tengo gran confianza en esto porque me lo dijo una amiga medio bruja).

viernes, 21 de mayo de 2010

De mocos, música y bebés.

Por fin es viernes. Y lo digo con una mezcla de alegría y alivio, porque la semanita ha sido fina. Pero bueno, ya se acaba, que es lo que importa.

El sábado pasado estábamos a unos quince grados menos que hoy y como no pusimos la calefacción en casa, me pasé toda la noche de Band Hero, Ciudadelas, cervezas y pizzas, completamente congelada. Conclusión: Lunes con una faringitis que te cagas. Martes continúa la faringitis, empeorando. Miércoles mejora ligeramente la faringitis y comienzan los mocos. Jueves moqueando todo el puñetero día. Viernes cansada, con mal cuerpo, los mocos se vuelven de color amarillo radiactivo y vuelve ligeramente la tos.

Y en esas estoy. Vamos, hecha un cristo con los ojos llorosos y la nariz como un pimiento morrón. Que no me he cogido un catarro en todo el invierno y me lo tengo que coger cuando empieza el buen tiempo. Me jode doblemente porque el finde pasado nació mi nuevo primito y este domingo iba a ir a Badajoz a conocerle, pero no creo que sea buena idea acercarse a un recién nacido con este trancazo que llevo encima. Con las ganas que tenía de verle... ¡Jopeta!

Pero bueno, miremos el lado positivo: por fin es viernes, esta noche cenita con amigos, mañana puedo dormir hasta las mil (y pasado también), el domingo hay motos en Le Mans (a una hora humana y razonable) y durante todo el fin de semana mimitos a tutiplén, que eso es lo que más cura del mundo mundial :)

Y un poco de musicote para animar el viernes:



Me ha costado encontrar la canción. La había escuchado en el anuncio del Primavera Sound, pero ayer, buscándola, estaba empeñada en que era del Summercase y no hubo manera, claro. A pesar de las dificultades la canción mola un montón, tan ochentera ella.

lunes, 17 de mayo de 2010

Ciao, Dio.

Ayer (y con dos días de retraso ya) me enteré de la muerte de Ronnie James Dio. ¿Y ese quién cohones es (o era más bien)? se preguntarán algunos. Pues este señor era el vocalista de Black Sabbath cuando Ozzy Osbourne se estaba quitando toda la mierda del cuerpo en una clínica de desintoxicación en 1979. ¿Y por qué una poperilla de mierda está contando esto? volverán a preguntarse. Pues porque, aunque no era mi grupo de música favorito, le había cogido cariño a Dio por unas cuantas cosas. A saber:
  1. Era chiquinín, gracioso y con cara de buena persona. Y eso, en un hermano del metal, es toda una paradoja que aumenta exponencialmente la simpatía hacia él.
  2. Por canciones como Neon Knight o Heaven and Hell.
  3. Porque Dani me explicó (aumentando mi cultura metalera) que Dio popularizó el hacer los cuernos (gran simbolismo heavy donde los haya), y no Rob Halford. Pero que no significa algo satánico o relacionado con el diablo, como piensa la cultura popular: era un gesto italiano que hacía su abuela y que sirve para espantar o echar un mal de ojo.
  4. Porque hasta Tenacious D le admiraban profundamente.
  5. Porque sí , porque me da la gana.
Y eso, que me dio mucha pena. Siempre da pena cuando se va un gran talento, aunque no haga exactamente las cosas que a uno le gustan, pero hace las cosas bien hechas.

Con propósito de enmienda.

Sin perdón de Yisuscraist, lo sé. Estar más de una semana sin actualizar viene siendo mi tónica habitual últimamente. Lo siento. Pero no por ustedes, si es que hay alguien ahí, que es algo no muy claro. Aparte de los de siempre, que sí que sé que están ahí, delante de la pantalla leyendo estas chorrás como panes que escribo, muchas gracias a todos y todas, que majismos que sois :)

A lo que iba. El caso es que lo siento por mí. Releo el blog, las entradas del principio, y me gusta cuando escribía unas veinte entradas al mes, me salía energía por cada poro de la piel y nunca me falta tema (absurdo o medio-serio) para compartir aquí. Ahora parece que no saco tiempo ni para decir dos cosas seguidas... En fin, supongo que será consecuencia de la vida trabajadora y estudiante a la vez, que no deja tiempo para mucho, y cuando dispones de ese tiempo libre tan preciado, lo dedicas a otros menesteres que te llenan más. Sí, será eso, tan sólo un cambio de prioridades.

Bueno, el caso es que voy a intentar enmendarme y dedicar algo más de tiempo a mí misma, que siempre será un tiempo muy bien empleado.

Y mañana actualizo algo con más chicha.

O con menos.

Seguro. Deverdádelabuena que actualizo.

:P

lunes, 10 de mayo de 2010

Ñoñería y más cosas de casa.

No quería yo hacer esta entrada, pero al final caigo, como siempre. Es que se le echa mucho de menos cuando no está, se va a cuidar frikis cuatro días a Francia y yo me quedo aquí solica, saliendo de marcha con mis amigotes y dejando la casa limpita y montada para cuando vuelva.

Que conste que el viernes me lo pasé genial con Andrea y Antonio por Tribunal. El intento de entrar al Independance fue fallido, pero lo compensamos con muchas risas en el BarCo, gracias a un "proto-Miguel Ángel Silvestre" que parecía una vaca, venga a rumiar chicle, el tío. Lo demás también estupendo, desde las copas en garitos varios (que milagrosamente no me dieron resaca) hasta las conversaciones político-existenciales, pasando por las risas a tutiplén.

El sábado visita a múltiples hipermercados de muebles y bricolaje por la mañana, y por la tarde fregoteo a fondo. Marujeo total, vamos. Menos mal que he contado con la ayuda inestimable de mis padres, que siempre están ahí cuando les necesito. Ayer ya casi me daba vergüenza, porque han currado en la casa un montón este finde y hemos descansado muy poco. Voy a tener que invitar a una mariscada para agradecérselo.

Pero bueno, a pesar de no haber parado en todo el finde, sí que me ha dado tiempo a echarle de menos. Los besicos a cualquier hora, los achuchones en el sofá después de comer, la Fórmula 1 en compañía, calentarme los pies fríos por la noche (eso sí que es amor), las bromas, las risas, la llave mortal, los chistes malos y todas esas cosas que ya he dicho un montón de veces, y otras tantas que no puedo decir.

Pos eso, que estoy impaciente por que vuelva ya, a ver si la puñetera nube de cenizas volcánicas lo permite.

Y sí, estoy muy ñoña.

domingo, 2 de mayo de 2010

Lo importante, primero.

Vuelvo al tema de moda, el que consume mis recursos físicos y psíquicos, el que me tiene ilusionada y agotada a partes iguales (no me gusta exagerar ni ná, pero quejarse mola). Ha sido una semana muy intensa. El único día que pasé la tarde tranquilamente en casa, echándome la siesta y moñeando en el interné fue el jueves. El resto de días fueron de compras y organización.

Ya tenemos un montón de cosas para la casa. La tele y el Band Hero lo primero, que es lo importante, coñes. Cómo mola tocar la batería y poder jugar cuatro personas a la vez. Es la caña. Las canciones que vienen son bastante moñas quitando a OkGo y poco más, pero teníamos el Guitar Hero 5 y el de Metallica para no apastelarnos demasiado. Ayer por la mañana hicimos mudanza de sofá, estantería y menaje del hogar variado y luego nos pasamos toda la tarde jugando para compensar el esfuerzo dedicado.

Hoy comida en mi casa* con mi mami, como mandan los cánones del primer domingo de Mayo. ¡Ay, que ya estamos en Mayo! ¡Ay, y que es el día de las mamás! Y como la mía es la mejor del mundo mundial, pos eso: ¡Felicidades mamá!
Y luego a ver La venganza de don Mendo con Andrea. A ver qué tal está, porque tiene muy buena pinta. Dirigida por El Tricicle, el texto está adaptado por Paco Mir (también del Tricicle) e interpreta a Don Mendo el gran Javier Veiga (Sí, el que presentaba El Club de la Comedia). Vamos, que va a ser un despiporre, seguro.
Y ya ná mas.

*Qué sutil es el uso de los pronombres posesivos... Esto me lo explicó hace tiempo alguien, no recuerdo muy bien quién, pero me parece una verdad como una casa. Cuando te emancipas, la casa de tus padres pasa a ser mi casa y tu propia casa es simplemente casa. Esto pasa sobre todo cuando hablas con tu pareja y le dices, por ejemplo vámonos a casa (por nuestra casa), hoy comemos en mi casa (por en casa de mis padres) o ¿estás en tu casa? (por en casa de tus padres). Curioso pero cierto como un templo.