martes, 31 de julio de 2012

Despedida.


Una de las últimas fotos que tengo de la bolita.

Esta es una entrada triste. Me la tengo que permitir antes de comenzar con todo el chorreo de entradas sobre la boda y el viaje que se avecinan. Es una entrada de homenaje.

El viernes, cuando estábamos recién llegados a Madrid, nos dijeron que nuestro conejito se había muerto el lunes. Para mí fue una noticia muy triste. Me cogí un buen berrinche. Sabíamos que ya era mayor, siete añitos tenía, pero no esperábamos que se fuera tan pronto. Hoy, unos días después, ya puedo pensar un poco más sobre ello.

Hasta que no tienes una mascota no sabes cuánto te puedes llegar a encariñar con un pequeño mamífero peludo. Yo voy a echar mucho de menos a mi pequeña bolita de pelo, suave y mimosa. Me hacía mucha compañía cuando estaba sola en casa. Y guardaré muchos recuerdos buenos, como lo que le gustaba acurrucarse con nosotros en invierno, cuando venía a pedir mimos y calorcito, lo tragón que era, cuando le llevábamos a la cama, cuando se subía al sofá y se echaba la siesta conmigo, el día que el pequesaurio le estuvo dando chuches, lo feliz que estaba cuando compramos la alfombra, lo gracioso que era verle asearse y limpiarse las orejas, lo que se enfadaba cuando Dani le hacía “el conejo volador” y lo fácil que se desenfadaba con una pasa... Y muchas cosas más que ahora me entristecen un poco, porque no volveré a tenerlas, pero que han merecido toda la pena que tengo ahora. Muchísimo. Han sido dos años de mucho cariño.

Hasta siempre, bolita.

PD: Me voy a permitir unos días más sin escribir en el blog, mientras termino mi viaje de fin de novios* en La Coruña, poniéndonos ciegos de pulpo y albariño.

*Me ha encantado este concepto de "viaje de fin de novios", si tenemos los viajes de fin de curso y los de fin de carrera, este nombre queda menos cursi que la luna de miel, y al fin y al cabo, acabas de terminar tu periodo de novios :P

miércoles, 4 de julio de 2012

De los mitos de las bodas (III).

Aunque haya lectores que me pidan encarecidamente que el blog vuelva a su ser habitual y me deje de flores y tocados, creo que eso no va a ser posible hasta mediados de agosto, más o menos ;)

Eso sí, prometo un relato pormenorizado sobre el viaje de novios, que sé que interesa mucho más y seguro que será más entretenido.

Mientras tanto, sigo con mi monotema...

Más mitos que he llegado a conocer sobre las bodas (y el matrimonio).

La novia se encargará de casi todo. Bueno, siempre que pienso en eso me vienen a la mente las siguientes palabras de alguien muy cercano: "Mi única misión era estar allí y decir que sí". Olé. Entre este extremo y el otro creo que hay muchos matices y situaciones que dependen básicamente de la forma de ser de cada uno. En mi caso, como Dani es un vago y un pasota, y yo soy una obsesiva con necesidad de tenerlo todo bajo control, pues sí que me he encargado yo de casi todo. De buscar los posibles sitios de celebración, mirar cómo se hacía el papeleo, buscar invitaciones y regalos para los invitados, etc. Luego, hacía una selección de lo que me gustaba, se lo enseñaba a Dani y decidíamos entre los dos. Pero no es algo nuevo, es una parte de nuestra forma de funcionar como pareja (aunque a veces me desespere un poco) y nos pasa igual cuando organizamos un viaje o buscamos piso, por ejemplo.

El matrimonio cambia la relación, serás más (o menos) feliz. El otro día le oí comentar a alguien que lleva casi un año casada que le habían preguntado qué tal la vida de casada, y que contestó que ni se acordaba de estar casada. Vamos, que exactamente igual que antes de la boda. Sí es cierto que puedes sentirte más ñoña ante la perspectiva de casarte. Es un compromiso, un proyecto en común, me hace ilusión y por ello últimamente estoy como más ñoñita. Pero para los que pretenden que el matrimonio salve su relación, están apañados (igual que los que tienen niños para arreglar su matrimonio... a esos habría que encerrarlos, porque encima implican a un pobre niño en la cuestión, pero eso es otro tema aparte). Como también están equivocados los que piensan que el matrimonio va a fastidiar su relación, va a hacerla aburrida, su mujer va a engordar y se va a terminar el sexo... Aunque no te cases, si no haces nada por evitarlo, la rutina acaba apareciendo en todas las relaciones, no tiene nada que ver con casarse o no.

Esto es algo muy importante que he aprendido en mi más o menos corta experiencia de vida: se pueden cambiar pequeñas cosas, pequeños hábitos o manías, aprender a comunicarse mejor, aprender a llevarse mejor, pero nadie cambia su forma de ser. Tú no puedes cambiar la forma de ser de alguien y nadie va a cambiar su forma de ser por ti. Y si te dicen lo contrario, te están mintiendo.

Los nervios previos son inevitables. En fin, esto depende de la forma de ser de cada uno, claro. Ya he dicho que hay ideas relacionadas con la boda que pueden llegar a estresar mucho (tenerlo todo bajo control, intentar contentar a todo el mundo, querer que salga todo perfecto...), pero fuera de eso, creo que los nervios que vayas a sufrir dependen de tu forma de ser. Si te pones malo de los nervios ante un examen, un viaje largo, una entrevista de trabajo, organizar una comida familiar o tener que comprar los regalos de navidad, pues lo más normal será que también te pongas de los nervios ante la tarea de organizar una boda. Si eres un pasota, como mi futuro, lo normal es que notes ligeros nervios los días previos a la boda. XD

También he leído que hay novias que se preocupan mucho porque tienen sueños o pesadillas con la boda. Desde mi forma de entenderlo (como humilde psicóloga), los sueños o pesadillas la mayoría de las veces suelen reflejar las preocupaciones de nuestro día a día. Si la boda es algo que ocupa mucho de tu tiempo y espacio mental, es normal que aparezcan esos sueños. Yo he soñado muchas veces con la boda en los últimos meses, la mayoría de las veces que las cosas no salían bien, lo que refleja mi preocupación. Sin ir más lejos, anoche soñé que el día de la boda el vestido que llevaba no era el mío, el ramo era muy cutre, todo el mundo llegaba tarde y yo decía "¡Así yo no me caso!" y me piraba. Pensándolo ahora me da risa, pero cuando lo estaba soñando fue un poco angustioso.

XD

Casarse cuesta mucho dinero. De esto creo que ya hablé de pasada, pero merece la pena dedicarle un apartado propio. Leyendo foros de bodas he visto auténticas barbaridades en torno a este tema: gente que tiene que pedir un crédito para organizar su boda, gente que decide que la boda la paguen los padres de los novios, gente con presupuestos exorbitantes... A ver, lo mismo es que soy muy pragmática, que me importa un huevo lo que piensen los demás, o que soy poco tradicional en este tema, pero mi idea es que si te quieres casar, gástate el dinero que tengas/puedas gastarte. ¿Qué sentido tiene endeudarse con una boda? Si puedes hacerlo gratis: el papeleo es gratis, el casarse por el juzgado es gratis y no te tienes que gastar nada más. Todo lo demás son cosas que te apetece añadir: invitar a tu familia, buscar un vestido bonito, el ramo, las invitaciones, los detalles...

No le encuentro ningún sentido a que todo el mundo tenga que invitar 200 personas a un menú de 180€ con cóctel, entrantes, pescado, carne, postre y cinco horas de barra libre, llevar un vestido de Rosa Clará de unos 3000€, comprar detalles para los invitados carísimos, llevar un ramo de 200€, invitaciones de las mejores, irte de viaje de novios a las Seychelles o a las Maldivas... Que si tienes el dinero para hacerlo y te apetece, pues ole por ti, pero si tienes que endeudarte para hacer esto sólo porque es lo que hace todo el mundo y es lo que se espera que hagas... Mal.

Y ya, que tengo que hacerme la comida y seguir preparando la maleta :)

lunes, 2 de julio de 2012

Y yo con estos pelos... (II)

Cinco días... Uff... Los días en la playa me han sentado fenomenal, pero ya estamos en la recta final. Aunque eso no va a hacer que siga contando cositas de mi pequeña boda.

Otra cosa que me ha costado un triunfo encontrar y que al final no tiene nada que ver con lo que había pensado en un principio, es el tocado que llevaré en el pelo. Cada vez hay más novias que prefieren llevar en el pelo un adorno al tradicional velo, sobre todo las que se casan por lo civil. Hay muchas posibilidades, desde las clásicas peinas a flores naturales.











Vistos en Etsy, El tocador de la novia, Lia Terni y Style me pretty.

Pues eso, yo tenía idea de una cinta estilo romántico, pero no quedaba bien con el peinado que he decidido. Y finalmente, mis padres me han regalado dos horquillas preciosas de nácar en forma de flor.