viernes, 30 de abril de 2021

Abril... ¿Cerral?

Abril no sé dónde se ha metido porque no me he enterado prácticamente de que ha pasado un mes entero. Y eso que empezó celebrando el cumple de la chiquinina. Hemos tenido celebraciones y cumples varios, entre ellas pseudocelebración de Sant Jordi. He comprado plantas y las hemos plantado para poner bonita la terraza. También nos trajeron el sofá nuevo y nos despedimos del viejo. Hemos probado un restaurante italiano nuevo cerca de casa, que triunfó bastante. Y seguimos devorando series de Marvel como si tuviéramos que amortizar el disneiplas. Por cierto, madre mía Bucky, lo que hace un corte de pelo 😂


Celebraciones varias. 
Seguimos con más flores. 
Sofá, pizza y series.


Y mayo empieza fuerte, con puente, planes y escapada. 

martes, 27 de abril de 2021

Y siguen estigmatizando.

Ayer salió a la luz la noticia de unas amenazas contra la ministra de turismo, y lo primero que se supo de la persona que está siendo investigada por esas amenazas es que tiene un diagnóstico de esquizofrenia. 

Primero, la información clínica de cualquier persona es confidencial y no sé cómo c*ño pueden disponer los medios de comunicación de esa información, porque el que la haya transmitido seguramente esté cometiendo un delito. 

Segundo, a nadie se le ocurriría mencionar en una noticia si la persona que ha hecho eso tuviera VIH, diabetes, una cardiopatía o estuviera pasando por un proceso oncológico. A nadie nos interesa esa información porque no es relevante para lo ocurrido. Sin embargo se sigue presentando desde los medios de comunicación a las personas con trastornos mentales como personas violentas per sé, lo que es mentira y fomenta el ESTIGMA de estas personas. 

Tercero, que me digan que una persona tiene esquizofrenia me da tanta información como que me digan que es diabética. Sé que esa persona tiene un trastorno y que sería recomendable que estuviera en tratamiento (en ambos casos), pero no puedo saber cómo es esa persona a través de su diagnóstico. No sé si esa persona es rica o pobre, si tiene estudios o no, si es reflexiva o impulsiva, si es sociable o tiende a aislarse, si es violenta o pacífica, si es trabajadora o vaga, si es feliz o infeliz, si tiene familia y amigos o no, si tiene pareja o no... Que mencionen ese diagnóstico (sea diabetes o esquizofrenia) sólo informa de que esa persona tiene o ha tenido una serie de síntomas a lo largo de su vida, y ninguno de esos síntomas es ser violento o querer hacer daño a los demás. 

Y por último, BASTA YA. Estoy hasta las pelotas de que se siga estigmatizando a las personas con trastornos mentales. He conocido en mi vida a decenas, sino cientos de personas con esquizofrenia y no son como la imagen que se intenta dar de ellos en los medios de comunicación.  Las personas con algún trastorno psicótico tiene más probabilidad de sufrir o haber sufrido violencia que de ejercer la violencia contra otros. Tienen más probabilidades der hacerse daño a sí mismos que de hacérselo a los demás. 

Y hasta aquí mi cabreo de hoy. 

sábado, 3 de abril de 2021

Seis años.

Mi reportera más dicharachera ❤️

Aunque los cambios de año a año ya van siendo menos evidentes, la chiquinina cumple seis añazos y ya es toda una niña (casi mayor 😅). Este último año ha crecido bastante, casi dos tallas en la ropa, que es donde se lo notamos más, y en el calzado también un par de tallas más. De peso no sé cómo va porque en casa la báscula no es muy fiable, aunque este año le tocan revisión y vacunas, así que la pediatra la medirá y pesará cuando vayamos. 

En el cole sí que se ha notado un cambio bastante grande. El año pasado a estas alturas reconocía las letras y escribía algunas palabras. Ahora ya es capaz de leer y escribir en mayúsculas y está aprendiendo a hacerlo en minúsculas. Sabe sumar y restar con una sola cifra. Están haciendo un cuentacuentos en su clase y es capaz de aprenderse un cuento y contárselo a sus compañeros de clase. También trabajan por proyectos y hemos tenido que investigar sobre varios temas este curso, como las viviendas en las diferentes culturas, los planetas del sistema solar o las recetas y los alimentos que hacemos en casa para comer. Este trimestre además ha mejorado en las notas, porque antes le costaba mucho acabar los trabajos que no le gustaban y ahora se está esforzando por trabajar igual de bien cuando le gusta la tarea que cuando no le gusta.

Sigue teniendo sus dos mejores amigos, pero en el cole juega con más compañeros. No tiene problemas para hacer amigos y jugar con otros niños cuando vamos a cualquier sitio. Cada vez es más cariñosa y lo demuestra con más gente. Tiene cada vez más vínculo con la familia extensa (abuelos, tíos y primos). Hasta ha estado muy bien con una niñera que hemos tenido una temporada, con la que se bajaban solas al parque y jugaba, y ha estado tan a gusto. 

Seguimos en época súper princesil, con My Little Pony a tope de power. Para su cumple ha pedido disfraces a cholón, que es lo que más le gusta para jugar. Aunque las princesas son lo más para ella (me encantaría llevarla a Disney con esta edad) últimamente también le da bastante a los superhéroes con Las Superhero Girls y con los Teen Titans. Tantas películas de Marvel vistas con ella van teniendo su efecto, aunque nos haya salido más de DC. Últimamente vamos poco al cine y con las películas que vemos en casa no le interesan mucho y nos pide ver ella sus cosas en la tablet, así que ya no se nos queda dormida en el sofá los fines de semana. Duerme genial sus 11 horas diarias, aunque lo de irse a su cuarto nos está costando. Eso sí, hemos llegado totalmente a la maravillosa época en que si se acuesta tarde también se levanta tarde, así que los fines de semana y las vacaciones no madrugamos ninguno. Y si se despierta pronto también está en la edad en la que sabe coger algo para desayunar y ponerse los dibujos ella sola. Es un win-win XD

Le encanta pasar tiempo con la familia, jugar con sus abuelas y con Paqui, ir al parque con sus amigos y con los primos. Se apunta a un bombardeo (a pocos planes que le propongamos nos dice que no), aunque si hay que estar en casa tampoco se queja. Todos los fines de semana nos pregunta a dónde vamos a ir o con quién hemos quedado, la fiestera. También intenta compartir aficiones con nosotros y cuando su padre se pone a pintar miniaturas siempre quiere hacerlo con él o cuando vamos de excursión siempre quiere hacer fotos conmigo o cuando pongo el puzzle me quiere ayudar. Dice que echa de menos viajar y montar en avión, está claro que es hija nuestra. 

Sigue siendo una niña muy alegre, muy fácil de llevar (aunque con su padre choca un poco más), con la que es muy fácil hablar, razonar y negociar las cosas, que le encanta (todavía) pasar tiempo con nosotros y estar a nuestro lado. Mi niña trampa es la más bonita del mundo y es un auténtico placer y un privilegio ser su madre. No puedo estar más feliz de compartir la vida a su lado ni estar más orgullosa de ser su madre. 

miércoles, 31 de marzo de 2021

Marzo de bienvenida.

Marzo ha sido un mes de muchas flores y muchas comidas. Ha sido de rutina y de hacer cosas especiales. De poco sol (aunque no lo parezca por las fotos) y temperaturas suaves. De terminar descansando, con buen tiempo y con una hora más de luz. De paseos mañaneros. De por fin decidirnos por un sofá. De seguir confinados en Madrid y tener que turistear por aquí. 


Flores y más flores. 
Sofá nuevo, turistadas y día del padre.
Muchas comidas especiales. 

Así hemos pasado marzo. Y ya estamos en abril, con la chiquinina deseando celebrar su cumple y yo sin ser muy consciente de lo mayor que se está haciendo. Vamos a por ello. 

lunes, 29 de marzo de 2021

Primavera y vacaciones.

Flor y cielo primaveral

O vacachioneeeee, como decía la chiquinina cuando era más pequeña. Este año, aunque no podamos ir a ningún sitio fuera de nuestra comunidad, he decidido que necesitaba descansar unos días. Desde diciembre ya ha pasado un trecho y mi cuerpo (o más bien mi mente) me lo estaba pidiendo.

También, por fin ha llegado la primavera y un poco de buen tiempo. No es que haya hecho mucho sol, pero por lo menos llevamos unos días que se puede salir a la calle sin abrigo, lo que no es moco de pavo. No creo que dure mucho, pero después del invierno frío y lluvioso que hemos tenido sienta bastante bien.

Y para completar el combo, también ha llegado el cambio de hora. Este año hemos tenido suerte y lo hemos juntado con las vacaciones, así que no hemos sufrido mucho el jet lag, simplemente hacemos las cosas más tarde y ya está. Nos vamos acoplando al horario poco a poco. Y va a ser un subidón cuando vuelva a currar el lunes y sea de día al salir :)

Mientras llega la vuelta al curro a ver si aprovechamos para hacer alguna cosa, celebrar el cumple de la chiquinina y descansar a tope. Poco más le pido a estas vacaciones pandémicas.

Y ya. 

viernes, 12 de marzo de 2021

Un año en este mundo nuevo.

No me imagino vivir sin mascarilla. 
Ni la de pelo ni la del virus XD 


No sé cuándo publicaré esto, ni tampoco lo que estamos viviendo empezó un día concreto, pero en estos días se cumple un año desde que nuestro mundo empezó a cambiar a esto que tenemos ahora: incertidumbre, mascarillas, gel hidroalcohólico, miedo a la enfermedad, toque de queda, confinamientos... Y lo que nos queda.

Recuerdo perfectamente estos días de hace un año. Recuerdo ver la pandemia como algo lejano, aunque ya lo teníamos entre nosotros. Recuerdo no poder creer que fueran a cerrar los colegios, y que hablábamos en el parque con los padres de los amigos de Sofía que qué íbamos a hacer con los niños, que no era viable cerrar colegios, aunque en otras comunidades ya lo estaban haciendo. Recuerdo ir a la manifestación del 8 de marzo, ir a un concierto el día anterior (mi último concierto en todo este tiempo), ir a bares llenos de gente sin tener ninguna conciencia de lo que estaba pasando. Recuerdo ir a hacer una compra grande día antes de que cerrasen los coles y estar el súper a reventar, incluso ver a gente comprando con mascarilla y pensar que eran un poco paranoicos. Recuerdo ir a ver a mis padres el día que cerraron los coles e incluso ir a una tienda a comprar ropa. La última que hice esas dos cosas en muchas semanas. Recuerdo a Dani contándome que en su oficina había un caso y que les mandaban a todos a trabajar desde casa. 

Y tres o cuatro días después, el confinamiento. Esas semanas que tuvimos que reinventar nuestra vida, que me convertí en madre a tiempo completo, profesora, animadora, cocinera, repostera, inventora de juegos, monitora de gimnasia, cuentacuentos y ermitaña. Esas semanas que creíamos que serían 15 días, aunque en el fondo sabíamos que iba a durar. Esas semanas de agradecer que se me hubiera terminado el contrato y no tener que ir a trabajar en un entorno sanitario. Esas semanas de no poder ver las noticias, de datos de contagiados y de muertos que intentaba no darles mucho sentido. Esas semanas de sentir miedo cuando salía a hacer la compra, al estar en la cola para entrar a supermercado (porque siempre había cola en el supermercado). Esas semanas de cocinar más que en toda mi vida y de hacer los aperitivos el fin de semana en la terraza, para que no todos los días fueran iguales. Esos días de los aplausos a las ocho, aunque nosotros no los practicamos mucho, y de odiar a muerte al vecino que ponía el resistiré a todo trapo todos los p*tos días. Esas semanas en las que empezamos a usar mascarilla, al principio con reticencia y con mucha incomodidad pero que se ha convertido en algo imprescindible en nuestra vida. 

Esta pandemia me ha quitado muchas cosas que eran importantes para mí, aunque también me ha enseñado que puedo vivir bastante bien sin ellas. Echo tanto de menos viajar que no quiero ni pensar en ello. Esta pandemia también me ha traído muchas cosas buenas, como que Dani nos cocina sus costillas y su pollo al horno. También he descubierto nuevas aficiones que puedo hacer en casa. He podido pasar muchísimo tiempo con mi hija y mi marido, lo que es lo más importante y lo que más me gusta en el mundo. El verano pasado pude estar sin trabajar y lo disfruté a tope con la chiquinina. También me ha traído mi contrato más largo en la pública (soy adjuntaaaaa), a ver si se convierte por fin en algo estable.  

En fin, que hace un año no me podía llegar a imaginar lo que iba a cambiar mi vida. Ha sido un cambio complicado, difícil de digerir, al que nos hemos tenido que adaptar porque no nos quedan más c*jones, pero a veces me tengo que permitir pensar que estoy hasta el mismísimo c*ño de esta situación, de esta pandemia y que no sé si algún día volveremos a tener una vida como la teníamos antes. Me inclino más por pensar que no, que todo ha cambiado definitivamente, pero ojalá no sea así. Ojalá. En general no estoy enfadada ni triste, o más bien superficialmente no lo estoy o no me afecta en el día a día, pero realmente es una pérdida muy grande y una tiene que hacer su duelo. Y, como digo, las cosas buenas de esta situación están ahí, son importantes y son las que me hacen estar feliz y tirar adelante. Pero ojalá no hubiéramos tenido que vivir estos cambios. 

Y a ver cómo estamos dentro de un año... Porque en cien años, todos calvos :P

jueves, 4 de marzo de 2021

Entretenida con películas y series.

Ya en unas entradas he comentado canales de Youtube que había descubierto antes de y durante el confinamiento, y series y películas  que me han ayudado a entretenerme en aquellos días tan largos sin salir de casa. He seguido viendo cosas, sobre todo después del verano hasta primeros de diciembre, cuando hacía bici estática. Últimamente tengo la bici un poco abandonada, pero espero volver a retomarla, así que volveré a tener tiempo para ver más series o canales interesantes.

¿Y qué he visto últimamente?

La cuarta temporada de The Crown, en Netflix. La verdad es que me fastidió mucho cuando en la tercera temporada me cambiaron los personajes, sobre todo porque al malo de Outlander me costaba verle como el príncipe Felipe (con lo guapo que era el anterior actor) y porque también me costaba ver a Bellatrix como la princesa Margarita. Peeeeero, al final les he cogido cariño y me los he creído en sus papeles y todo, fíjate tú. La actriz que hace de Anna de Windsor no se puede parecer más a señora real y el parecido de Lady Di también es bastante flipante. En fin, que seguro que cuando empiece la quinta me cagaré en todo lo cagable porque me vuelven a cambiar los actores, pero bueno, sigo enganchada a la serie. 

Cómo vivir contigo mismo, en Netflix. La empecé a ver porque Paul Rudd mola mucho (y dos Paul Rudd deberían molar el doble), y me enganché porque es una serie de capítulos cortos, con su toque de humor surrealista que es bastante entretenida. Si no la habéis visto no cuento nada porque no quiero hacer más spoilers.

Crazy, stupid, love, en Netflix. He tenido una temporada de muchas películas y series de "amor y lujo", vamos, comedias románticas que no me hagan pensar mucho. No os esperéis una obra maestra del séptimo arte, pero a las fans de Ryan Gosling les alegrará la vista. 

Emily in Paris, en Netflix. Otra serie de amor y lujo. Me imagino que harán alguna temporada más porque el final quedó muy abierto. Me gustó mucho la estética, los compañeros de oficina franceses y las ganas que me dieron de volver a visitar París. 

Dash y Lily, en Netflix. Otra serie romántica, pero con el añadido de ser para adolescentes. La historia es navideña y entretenida, no se le puede pedir mucho más. 

Amor de calendario, en Netflix. Ésta es una comedia romántica que he estado viendo a trozos. Es divertida, también navideña, y con un australiano macizo. A mí con eso ya me conquista :P

Locos, ricos y asiáticos, en Netflix. Me estaba leyendo este libro y la verdad es que no me terminaba de enganchar, así que cuando vi que habían hecho una película, decidí verla y terminar con el trámite mucho más rápido. La película está entretenida y tiene sus puntos graciosos, el libro es bastante infumable. 

Más allá de la luna, en Netflix. Esta la vi con la chiquinina y la verdad es que nos gustó bastante a las dos. Tiene una estética muy particular y bonita. Como me pasa siempre que veo alguna peli que trate la pérdida, yo acabé llorando como una magdalena. La peque quiso repetir al poco tiempo, así que también le da su aprobación. 

Enola Holmes, en Netflix. Es un poco inevitable ver cualquier cosa de Sherlock Holmes y compararlo con la serie de Benedict Cumberbach, pero bueno, es una película de suspense bastante entretenida, la prota lo hace bastante bien y ver a Henry Cavill como Sherlock tiene su punto.

Puñales por la espalda, de Amazon Prime Video. Otra peli del rollo Agatha Christie con Daniel Craig como Sherlock  detective y protagonista. También me pareció bastante entretenida y se la he recomendado mucho a mi madre, que es muy fan de Hércules Poirot. 

The Mandalorian, en Disney+. Pues me ha encantado. La recomiendo, sobre todo si te gustan las pelis de Star Wars del Oeste. Me encanta Grogu, Mando y (ojo spoiler) Ahsoka. 

Las dos últimas temporadas de Clone Wars en Disney+. Como ya habíamos visto todo el resto de temporadas con la chiquinina, aprovechamos las vacaciones de navidad para terminar de ver la serie con ella. La verdad es que no aportan demasiado, aunque enlazan con cosas nuevas que van a sacar. 

The Boys, en Amazon Prime Video. Esta también me gustó. Un poco gore en algunos momentos y bastante inquietante en cuanto al nivel de psicopatía de los personajes, pero me ha molado bastante. Cuando piensas que no se puede ser más psicópata que un@ de l@s personajes, llega otr@ y te sorprende para mal. 

Los Bridgerton, en Netflix. Pues eso, como se ha dicho en todas partes, es una mezcla de Gossip Girl y Jane Austen con escenas subiditas de tono. A ver, está hecha para lo que y para quien está hecha, así que si no se va con altas expectativas, está bien y engancha. A mi lo del tema de los anacronismos, como los personajes negros o la música moderna, me gusta, le da un toque diferente. Me recordó a Destino de Caballero en ese sentido, que es una película que me gusta mucho. Como la serie está basada en una serie de libros, me los apuntaré para comparar. 

El baile de las luciérnagas, en Netflix. La estoy viendo ahora y es un poco culebrón, pero entretiene y no hay que pensar mucho. Han usado una técnica digital para rejuvenecer a las protagonistas porque está narrada con muchos saltos temporales, y queda un poco raro, no muy natural, pero bueno. Al parecer está basada en una novela, así que me la apuntaré también. 

Psycho Pass 2, en Netflix. La segunda (o tercera) temporada de este anime. La verdad es que no somos mucho de anime en casa, pero la primera temporada de este thriller futurista distópico nos gustó bastante, así que le dimos la oportunidad a esta nueva temporada. Lo capítulos son cortos y te suelen dejar en cliffhanger total. 

Pues eso, que últimamente me apetece ver cosas que no me hagan pensar mucho, que me entretengan y no necesite estar super pendiente para no perder el hilo. Se nota que estoy vaga, ¿no?

domingo, 28 de febrero de 2021

Febrero apresurado

Entre que tiene menos días y que hemos entrado en velocidad crucero de la rutina, después de las navidades, de la nevada y acontecimientos varios de enero, febrero se me ha pasado visto y no visto. Cosas que han pasado (aunque haya sido un poco desapercibidas): Seguimos pasando los fines de semana bastante caseros, aunque nos han levantado por fin el confinamiento y pudimos salir del pueblo a hacer una excursión al campo. Han florecido las mimosas y los almendros, cerezos y ciruelos, lo que mola mucho porque recuerda que la primavera está a la vuelta de la esquina. Se nota que ya va anocheciendo más tarde y a las siete todavía hay algo de luz. Hemos seguido con los viernes de pizza, cocinando los fines de semana y retomado los aperitivos en la terraza (como en el confinamiento), pero también hemos vuelto a salir a comer fuera y a tomar algo. He empezado a hacer ganchillo/crochet, a ver cómo va esto. Hemos comprado una cama con canapé, una mesa de centro (y varias moñadas más en Ikea) y estamos pensando en comprar un sofá nuevo. Se nota que ahora pasamos mucho más tiempo en casa. 

Y poco más. Ya entrando en Marzo, estoy esperando ansiosa la Semana Santa, porque me voy a coger vacaciones como de colegio, y aunque no vayamos a ir a ningún sitio, seguro que descanso y disfruto de mi chiquinina y de mi maridito sexy. 


Ikea, crochet y atardeceres.
Mimosas, excursiones y sakura.
Terraceo, comidas caseras y más compras.

A ver si estas cuatro semana se me pasan tan rápido como febrero :P

viernes, 12 de febrero de 2021

Invencible.

Eso dice Dani que soy, ahora que tengo las dos dosis de la vacuna puestas y ya ha pasado más de una semana de la segunda. Y yo cuando lo escucho pienso en los OkGo.


Pero vamos, que yo no he cambiado en nada lo que hago en el día a día. Sigo con mascarilla perpetua fuera de casa y en el trabajo. Sigo con el gel hidroalcohólico y el lavado de manos frecuente. Sigo sin salir de casa nada más que para llevar a la chiquinina al cole, ir a trabajar y dar algún paseo. Sigo evitando entrar en sitios cerrados. Y sigo confinada en este pueblucho infernal, así que no hacemos ni excursiones. Vamos, que mi vida ahora mismo es como cuando empezó la desescalada pero con trabajo. 

La segunda dosis, que yo la estaba temiendo, no fue para tanto. Estuve más jodida que con la primera, un par de días que me dolía (o más bien me molestaba) todo el cuerpo  cansancio y malestar general, pero nada más. No sé si es bueno o malo, me hace dudar de si mi cuerpo habrá generado inmunidad, pero bueno, por mucha vacuna creo que no nos vamos a librar pronto de todo esto. Según la preventivista de mi trabajo, la vacuna sirve para no enfermar gravemente, pero sí puedes coger el bicho y contagiar a otros. 

Yo sigo pensando que queda mucho por investigar de este bicho, que aún hay muchísimas cosas de su transmisión y de las diferentes reacciones que produce en la gente que no entendemos. 

Pero sólo podemos seguir haciendpo lo que está en nuestra mano para no enfermar y no contagiar a los más vulnerables. 

domingo, 31 de enero de 2021

Enero nevado.

A la chiquinina le han enseñado los meses en el cole con una canción que dice:

Enero nevado, febrero alocado, marzo ventoso, abril lluvioso, mayo florido, junio con trigo, julio caliente, agosto hirviente, septiembre aplicado, octubre dorado, noviembre acastañado y diciembre decorado porque es Navidad. 

Todo esto con su coreografía *-*

El caso es que me dan ganas de comérmela cuando lo canta, pero lo que venía a decir es que este año, enero no ha podido ser más nevado. No voy a dar más el coñazo con el tema, ya publiqué una entrada y las redes sociales estaban a tope de fotos sobre ello. Por desgracia, enero también nos ha traído un nuevo confinamiento (esta vez perimetral) y muchas restricciones por la situación descontrolada de la pandemia. Enero también me ha traído la vacuna del Covid-19, por ser personal sanitario, sin mucha reacción la primera dosis (crucemos los dedos para la segunda). Enero ha sido un mes muy raro, que creo que recordaremos por mucho tiempo, para bien y para mal. 

En fin, que el año anodino, tranquilo y aburrido que yo quería no se está cumpliendo para nada. Muy mal 2021, así no nos vamos a llevar bien. Jummmmmmmmm y rejummmmmmm*.

Cosas de los Reyes Magos. 
La nevada del siglo. 
Cambio de look, vuelta al cole y vacuna. 


*Mi marido, como es muy simpático, hace memes con mi cara cuando estoy enfadada y hago ese ruido. Pero no lo voy a poner aquí :P

lunes, 25 de enero de 2021

La nevada del siglo.



O eso dicen, que hace un siglo que no caía una nevada así en Madrid. Empezó a nevar el jueves 7 de enero. Yo estaba de vacaciones y la verdad es que los tres primeros días, durante el fin de semana, fue una pasada, lo disfrutamos un montón, sobre todo la chiquinina y casi se nos olvida el tema de la pandemia. Pero los siguientes días empezaron las complicaciones y durante otros diez días hemos sufrido y rezongado lo que no está escrito de las consecuencias de la nevada: supermercados desabastecidos, el metro hasta arriba porque nadie podía coger el coche y no funcionaba otro transporte público, millones de árboles destrozados por el peso de la nieve, destrozos en casas/coches/colegios gente de baja por caídas por el hielo y la nieve, frío polar para el que no estamos preparados, los niños sin clase diez días, gente sin poder ir a trabajar por estar aislados o no poder dejar a los niños con nadie... Todo un show. Parece mentira que hoy, dos semanas después, no quede casi rastro de todo lo que ha pasado y estemos otra vez metidos de cabeza en la tercera (o cuarta) ola de la pandemia. 

En fin, sé que se ha hablado hasta la saciedad de esto en estas semanas de enero, pero quería dejar aquí constancia de esta nevada que probablemente recordaremos los madrileños lo que nos quede de vida. 

Y las fotos:











jueves, 21 de enero de 2021

Vacunando, que es gerundio.

Yo, que después de tantos años trabajando en sanidad, nunca me había vacunado ni de la gripe, y este año ya llevo la vacuna de la gripe y la primera dosis de la vacuna contra el Covid-19. La semana que viene me ponen la segunda dosis. La verdad es que ni me lo pensé. El día que volví de vacaciones después de Reyes estaban vacunando al personal de mi centro y me la puse directamente. Me daba un poco de cosa el que me diese algún efecto secundario, pero aparte del dolor en la zona de la inyección durante tres días y que el día que me la pusieron cuando llegué a casa estaba como si me hubieran pegado una paliza, no he notado nada más. Ni mis compañeras tampoco. Bueno, un de ellas tuvo dolores de cabeza varios días, pero poco más. También conozco gente que ha tenido muchos más efectos secundarios, pero curiosamente casi todos son gente que ya había pasado la enfermedad. 

Ahora sigo con un poco de cosilla porque dicen que la segunda dosis da más reacción, pero bueno, prefiero no pensarlo mucho y si me da fuerte, pues me tendré que quedar en la cama, qué le vamos a hacer. La verdad es que lo que tengo más ganas es de que se la pongan a mis padres y a mi suegra, y que en unos meses podamos ver que esto tiene un fin. Aunque sé que de la mascarilla, el distanciamiento social y otras medidas no nos dejaran pronto, pero tengo ya ganas de ver que vamos saliendo de esto. Y no que damos un paso para delante y dos para atrás, como estamos ahora. El ver que estamos en unas cifras casi como las de marzo-abril es desesperante. Pero no nos queda otra que seguir intentando hacer las cosas lo mejor posible y tirar para delante.