Odio San Valentín
años, pero ésa es harina de otro costal...), primero porque me parece una chorrada soberana tener que comprar un detalle o hacer un plan especial sólo porque te lo dice el Corte Inglés, y segundo porque mi aniversario era dos semanas después y era una fecha más importante para celebrar. Pues en esos siete años jamás le había dado importancia a esta fecha, pero éste año está siendo diferente... para mal.People in love get lost and foolish
At least they’re not lonely
Pues eso: que te vuelves gilipollicas pero estás más feliz que un regaliz. Por cierto que estos chicos tienen un problema con la soledad. Es un tema recurrente en sus canciones... ¿No tienen amigos o qué?
La verdad es que desde que he redescubierto la soltería le estoy
cogiendo el gustillo. Ya no me acordaba (claro, en siete años se olvidan muchas cosas) de lo divertido que es estar todo el día con tus amigos y poder apuntarte a todos los planes, de lo gratificante que es pensar sólo en ti mismo y en tu bienestar sin tener en cuenta a nadie más, de lo emocionante que es que te gusten varios tíos a la vez sin tener que sentirte culpable por ello... Sí, tiene sus ventajas. El que no se consuela es porque no quiere. Y todo tiene su lado bueno, sólo hay que buscárselo.
Por todo esto, y por más razones que voy a obviar, propongo que empecemos a celebrar el día de la soltería. Deberíamos volver a los orígenes, cuando los romanos celebraban un día en honor a la fertilidad, traduciendo a palabras actuales: celebraban un día del sexo. Por suerte ahora tenemos métodos anticonceptivos y no tenemos la necesidad de tener descendencia que tenían entonces, porque la mortalidad infantil era muy alta. Vamos, que podemos disfrutar del sexo como fin en sí mismo (qué filosófica me pongo). Bueno, a lo que yo iba: nuestro día de los solteros. En dicho día sólo podremos salir de casa los solteros, que no estemos buscando pareja desesperadamente y que lo queramos pasar bien. Así ese día será más fácil pillar cacho: sales a la calle, ves a un tío que te mola y ya sabes que está soltero y que tiene ganas de mambo. Sólo te queda preguntarle si va a ser contigo o con otra. ¡Más fácil imposible!
Dije que iba a aguantar una semana sin tocar el tema y lo he cumplido. Ahora a aguantarme otra vez...
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