De vuelta y con muchas cosas nuevas.
Bueno, después de casi un mes sin Internet en casa, aquí estoy, de vuelta al mundo blogueril. Con la buena cadencia de actualizaciones que llevaba yo... En fin. Este mes han pasado un montón de cosas.
La primera y más importante: me he mudado de casa (de ahí el no tener internet en tanto tiempo). Aunque Dani no quería hacer todas las cosas importantes en el mismo año (boda y mudanza), en octubre encontré un piso que nos gustó mucho a los dos, en una zona mejor, más grande, sin muebles, con terracita, que estaba bien cuidado... Lo fuimos a ver. Nos encantó a los dos. Al día siguiente llamamos al dueño y le dijimos que nos interesaba. Nos dijo que ya se había comprometido con otro chico. ¡Nooooo! ¡Jo! Yo tenía un deja vu de esos, porque la otra vez que buscamos piso también nos quitaron uno que nos gustaba mucho delante de nuestras narices. En fin, habría que seguir buscando y resignarse. A las dos semanas, inesperadamente, nos volvió a llamar el dueño y nos dijo que si nos seguía interesando, al final no lo iba a alquilar a los otros chicos. Volvimos a verlo y le dijimos que sí.
Y, después de hablar con nuestro casero del piso antiguo, nos dedicamos a hacer la mudanza en una semana. Bueno, más bien me dediqué yo, que como ahora estoy parada.... Al final no fue tan terrible. Poco a poco y con ayuda de los amigos y familia, ya estamos instalados en el piso nuevo y yo estoy muy contenta con el cambio. Pensaba que me iba a costar más acostumbrarme, que este piso nuevo fuera mi casa, pero en menos de un mes ya me siento muy cómoda aquí. Eso sí, también ha sido el mes de visitas al Ikea, Conforama, Leroy Merlin, etc, que normalmente las disfruto, pero a ver si ya terminamos de comprar todo lo que necesitamos porque empieza a ser un coñazo.
Más cosas. El puente de La Almudena me fui con Dani a Valencia a disfrutar de mi regalazo de despedida de la residencia: unas entradas para las carreras de motos y dos noches de hotel. Lo disfruté muchísimo, a pesar de que el tiempo no acompañó del todo. Me encantó el hotel, por la localización en todo el centro de Valencia, y de las carreras se quedan cortas las palabras. Las entradas eran para unos asientos muy buenos, desde donde se veía toda la recta de meta y las primeras curvas. La verdad es que el circuito de Cheste se disfruta mucho porque se ve casi todo el recorrido desde cualquier sitio. Y además disfrutamos de una remontada épica de Márquez, que ganó la carrera saliendo último, y de otra parecida de Pedrosa, que también ganó saliendo desde el pit. ¿Qué más se puede pedir? ^^
Ese finde dejamos a Paul, nuestro nuevo conejín, con Andrea. Pero el fin de semana pasado, nos fuimos a Avilés, Andrea, Dani, mi hermano y yo, con el conejo a cuestas. Me lo he pasado muy bien, a pesar de la paliza de viaje, disfrutando de la buena comida y mejor bebida asturiana. Fuimos a ver Luanco y el cabo de Peñas, donde ya había estado con mis padres hace unos años, pero me gustó mucho volver, es un sitio precioso.
El conejito se ha portado muy bien, a pesar de las cinco horas en coche y de estar malito, el pobre. Al final, a mi que me daba cosica tener otro conejo, también estoy muy contenta con tener a Paul. Está siendo una mascota muy dócil y cariñosa, aunque como todavía es un gazapo, no para quieto y todo lo tiene que oler, cotillear y catar, pero merece la pena porque es muy gracioso cuando corretea por la casa, es un tragoncete de mucho cuidado, hemos conseguido que venga cuando le llamas y nunca se pone arisco o se enfada. Mola.
Por lo demás, yo sigo con mi búsqueda de trabajo y marujeando bastante en casa, qué remedio. Todavía no me agobia demasiado, porque está la cosa muy parada. Después de Navidades me empezaré a plantear si busco otras cosas o ponerme como autónoma o qué hacer...
Por cierto, que ya falta muy poquito para Navidades. Dentro de nada, mi consabida entrada sobre ellas, lo que me gusta y el resumen del año, que ha sido movidito.
Y ya.
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