Soy una cocinillas... hoy, hamburguesas de salmón.
Bueno, desde que no curro y tengo más tiempo libre, estoy recuperando mi gusto por la cocina y el probar a hacer cosas nuevas. Esta receta es una mezcla de una que leí en Directo al Paladar (gran blog gastrónómico, por cierto) y modificaciones para que fuera más a mi gusto.
Son hamburguesas de salmón fresco con queso de untar y cebolla caramelizada. Ahí va:
Ingredientes:
- 1/2 kilo de salmón fresco, preferiblemente lomos para que no tenga espinas,
- una cebolla,
- cuatro panecillos de hamburguesa,
- un huevo,
- queso de untar,
- pan rallado,
- ajo en polvo,
- hierbas aromáticas al gusto,
- una cucharadita de azúcar,
- sal,
- y aceite.
Preparación:
Lo primero es preparar las hamburguesas. Se trocean en trozos muy pequeños los lomos de salmón, así también se le quitan todas las espinas que pueda tener. Se pone el salmón en un bol, lo salamos, añadimos el huevo y lo mezclamos bien. Añadimos el ajo en polvo y las hierbas aromáticas que nos gusten. Yo le eché perejil, pero al salmón le va muy bien el eneldo, por ejemplo. Añadimos pan rallado hasta que quede una mezcla más consistente, que se pueda manejar para hacer las hamburguesas. Hacemos cuatro bolas con todo en contenido del bol.
Por otra parte se pocha la cebolla partida en juliana a fuego lento. Cuando esté transparente se le añade media o una cucharadita de azúcar (depende del tamaño de la cebolla). Yo no le echo líquido, sólo espero a que el azúcar se caramelice, porque me gusta la textura crujiente que le queda.
Se hacen las hamburguesas en una parrilla o una plancha. Se pone la bola encima de la plancha caliente, con una gota de aceite, y se aplasta un poco, hasta que quede con la forma. Yo me ayudé de papel film para hacer las bolas y ponerlas en la sartén, porque se deshacía. Una vez que esté hecha por un lado, ya no se desmenuza la hamburguesa. Se hace al gusto, se pone en un panecillo, se echa queso de untar por encima (a mi me gusta bastante cantidad) y encima del queso la cebolla caramelizada. No necesita más.
El primer día que las comí, que era de experimentación, me gustaron tanto que me comí dos. Es una forma diferente de comer pescado, y encima azul, que viene estupendamente. Además, si no vas a hacer las cuatro el mismo día, se puede congelar la hamburguesa cruda, envuelta en film transparente, y el día que la quieras comer, descongelarla y hacerla a la plancha y listo.
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