Bueno, pues empiezo con el diario de nuestro viaje por Escocia. Salimos de Madrid el día 23 de agosto. Hacía un calor de morir, lo normal para ser agosto en Madrid. El vuelo sale a las cinco de la tarde, con lo que tenemos la mañana para terminar de preparar todo y hasta para dar un paseo con la chiquinina. A las dos y media hemos quedado con mis padres, que nos llevan al aeropuerto. Nos vestimos con pantalones largos, zapatillas y el abrigo chubasquero en la mano, todo muy acorde a los treinta y tantos grados a la sombra que hace, pero en Edimburgo dan máximas de veinte grados ese día. Mis padres llegan y se han olvidado la silla de Sofía. Como cambiar la nuestra es un show, decidimos ir en nuestro coche y que lo traigan de vuelta después y recojan su coche.
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Nené (aka Chase) se vino de viaje. |
Llegamos al aeropuerto sin más percances. Dejamos la maleta en el auto drop off sin esperar la cola. Pasamos el control por la cola de familias sin mucho problema, solo llevamos las lentillas de Dani, mi Kindle y unos potitos para Sofía porque el neceser va en la maleta facturada. Se nos olvida sacar el móvil de juguete de la chiquinina y el policía nos pregunta si es un iPhone XD Mientras guardamos las cosas la peque se queda en un recinto con otros niños, y cuando estamos listos no quiere salir de allí. Nos tomamos un café con hielo en el Starbucks, le damos a Sofía un yogur para merendar y luego compramos unas revistas para hacer tiempo porque tenemos como una hora y media de espera. En el momento de embarcar nos dejan con los pasajeros priority por la peque. Si es que viajar con la chiquinina son todo ventajas. Durante el vuelo la peque se porta estupendamente, juega un rato con una revista, se da un paseo con papá, ve un capítulo de la patrulla canina y se echa una siesta encima de mamá de más de una hora.
Aterrizamos a las siete más o menos, hora local. Mientras yo le cambio el pañal a la peque, Dani va a por la maleta, y cuando estamos saliendo de la terminal le llama el señor de Arnold Clark para explicarle donde tenemos que ir. Nos han ido a buscar con un minibus para llevarnos a la oficina. Tenemos que ir andando hasta el parking de autocares, que es donde está esperando el señor. Al conductor no le entendemos nada porque tiene un acento muy cerrado. Tardamos cinco minutos en llegar y en la oficina nos piden los dos carnets de conducir y la tarjeta de crédito. Sólo tenemos que firmar el contrato y poner la silla del coche, porque ya estaba pagado. Nos tienen dos sillas preparadas para probar el tamaño de la peque. En un principio probamos con la más pequeña porque va a contramarcha, pero va bastante apretada, así que la cambiamos por la más grande. El señor de la oficina es muy amable, le explica a Dani cómo va el coche más o menos, mientras yo pongo la silla. Al parecer el coche tiene solo dos semanas y 1420 millas. Ponemos en el GPS la dirección de la guest house y nada más salir Dani le da un bordillazo a la rueda izquierda. Damos un par de vueltas por la rotonda hasta que logramos salir a la autovía. Nos quedan 60 millas por delante.
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Nuestro coche esos siete días de road trip,
un Ford Focus cinco puertas que nos hizo buen apaño. |
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Conduciendo invertido :P |
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Primeras millas por Escocia. |
Llegamos sin muchos incidentes a las nueve y media. La guest house se llama Ashley House y está en Dundee. Como era algo de paso, busqué algo cerca de St Andrews y que fuera económico. Nos costó 70£ con desayuno y wifi gratis en la habitación. El señor de la casa nos enseña la habitación, que es triple y grande, está limpia y bien amueblada. Nos había entendido que íbamos con un niño en lugar de un bebé, pero en seguida nos prepara una cuna de viaje que al final no usamos porque dormimos los tres en la cama. Nos pide que rellenemos un papel con lo que queremos para el desayuno y la hora a la que vamos a desayunar. Directamente nos metemos en la cama sin cenar porque estamos baldados del viaje.
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La habitación de Ashley House era BBB
(Grande, limpia y bastante barata XD) |
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