jueves, 24 de noviembre de 2016

Varias cosas variadas.

Un revoltijo de cosas, que todavía no he terminado la última entrada del viaje a Escocia, y llevo un montón sin actualizar.

Primero. La peque parece que ya está recuperada. Estuvo varios días con algo de gastroenteritis que se le juntó con mocos y tos. El apogeo fue el sábado, que tuvo casi 39° de fiebre. Llevamos como diez días durmiendo bastante mal, con varios despertares durante la noche, pero sorprendentemente el fin de semana hemos dormido hasta tarde los dos días. Tarde son las diez, un lujazo para cualquier progenitor reciente. En fin, que parece que ya está bien, con los mocos y un poco de tos, pero que son los habituales de estar en la guardería.

Segundo. Estoy releyendo mi propio blog desde el principio. La razón no es un narcisismo exagerado, sino que en enero hace diez años que empecé a escribirlo. Mientras lo hago, estoy sintiendo una mezcla de emociones muy curiosa. De las primeras entradas siento sobre todo vergüenza ajena. ¿Y por qué ajena si soy yo la que escribió aquello? Pues porque me cuesta mucho reconocerme en algunas cosas de aquella veinteañera posadolescente y salidorra XD Después siento pena y rabia con algunas cosas, sobre todo comentarios malintencionados y lo mal que me lo hizo pasar una "amiga". También añoranza de otras amigas de verdad con las que ya no tengo contacto. Pero sobre todo siento mucha alegría y morriña de muchas cosas buenas e increíbles que me han pasado estos diez años. Probablemente aquella Ana de 2007 se hubiera puesto loca de alegría si hubiera podido saber el futuro que la esoeraba: conocer al hombre con quien iba a compartir su vida, conseguir dedicarse a la profesión por la que estaba luchando, independizarse, conocer a nuevos amigos increíbles, casarse, tener el regalo más maravilloso del mundo en forma de una chiquinina que le hace rebosar de amor, viajar por medio mundo... No sé si dentro de diez años seguiré escribiendo este blog, pero espero que la futura Ana de 2027 pueda escribir algo parecido a esto (qué vértigo da pensar en eso).

Tercero. Nos queda una semana para irnos a Lisboa de puente. Ains, qué ganas. De momento dan buen tiempo, pero tan a largo plazo y en esta época es difícil predecir. Mientras no los llueva los cuatro días me conformo. Me apetece un montón, sobre todo desconectar del curro unos días. Después me esperan unas semanas un poco chungas en el trabajo, de más curro, así que me va a venir bien cargar pilas para terminar bien el año. Y a ver si termino la entrada del viaje a Escocia antes de irnos a Lisboa, que siempre me pasa lo mismo y se me acumulan los viajes.

Cuarto. Menos mal que mañana ya es viernes. Se me está haciendo la semana eterna. Últimamente siento bastante conflicto en relación con la chiquinina y hacer planes sin ella. Por un lado me apetece hacer cosas, como ir al cine y a una fiesta de cumpleaños que tenemos el sábado por la noche. Pero por otro lado me siento mal porque todavía lo pasa regular cuando la dejamos con alguien. En fin, que me imagino que es ley de vida y normal, tanto lo mío como lo suyo, pero cuesta. Supongo que como yo tampoco llevo bien la separación, se lo transmito a ella, pero también es pequeña aún para entender nada. Con lo claro que lo tenía hace unos meses, que no cambiaba nada por estar con ella y lo que va cambiando la perspectiva con el paso del tiempo. En fin, ya veremos si nos animamos a salir de fiestuqui como cuando éramos veinteañeros o nos quedamos en casa como los padres maduritos que somos XD

Y quinto. Aunque no sea viernes, un poco de musicote nunca viene mal. Además es una costumbre que tenía al principio del blog, que he ido perdiendo, y las buenas costumbres hay que conservarlas. Últimamente escucho mucho AOR (me imagino que por ser una madre madurita XD), pero ayer me vine en coche al trabajo, y a la vuelta empezó a sonar Phoenix, y a pesar del día gris, el atasco y la mierda de reunión que acababa de tener, me dio un subidón increíble. Es que me encantan profundamente.


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