martes, 28 de agosto de 2012

Costa Oeste de EE.UU: Zion National Park.

Continúo con mi viaje de fin de novios. Ahora toca... ¡los parques nacionales!

El viernes nos despertamos pronto, a las siete, supongo que por los nervios de empezar el road trip. ¡Ese día comenzábamos la ruta por el lejano Oeste! Bajamos a desayunar al Starbucks y a usar la Wifi un rato. Después de desayunar, subimos a recoger las maletas y hacemos check-out bastante rápido porque ya estaba pagada la habitación y sólo tenemos que dejar las llaves. Cogemos un taxi hasta el car rental del aeropuerto, que está fuera del recinto del propio aeropuerto, por unos 17$ más propina. Está lloviendo cuando el taxi sale a la calle. Comentamos con el taxista lo raro que es eso, porque en teoría llueve muy pocos días al año en Las Vegas.

En el car rental esperamos la cola que hay de Dollar. El empleado que nos toca es muy agradable. Nos pide los carnets de conducir españoles y los internacionales, y una tarjeta de crédito. Cogemos también un GPS, ya que no hemos podido traer ninguno de casa y he leído que es muy útil (al final más que útil fue comodísimo, porque ni siquiera teníamos que prestar atención a las señales de la carretera). Al terminar todo el papeleo nos dice que bajemos al garaje y que allí nos darán el coche. En el garaje otro empleado nos pide los papeles y nos enseña donde están los coches de la categoría que hemos elegido. Tienen todos la llave puesta, así que puedes elegir el que quieras e irte. Dani elige un Chevrolet Impala enorme, en el maletero cabrían tres maletas más, aparte de las tres que llevamos. Le pedimos ayuda a un chico que pasaba por allí para que nos dé nociones básicas de conducción de un coche automático, porque somos un poco pardillos XD. Dani conduce y ponemos el GPS para que nos lleve al hotel de Hurricane.

Recorrido del día: Las Vegas - Hurricane - Zion National Park - Hurricane: 187 Millas.

Recorrido del día.


El New York - New York desde la autopista.

Carretera hacia Hurricane.
Salimos de Las Vegas sobre las diez y media. Nos llueve durante todo el camino, a pesar de estar atravesando el desierto de Nevada. Son dos horas de camino, pero el GPS dice que llegamos a la una y media. No caemos que es por el cambio de hora hasta que estamos ya llegando (en Utah es una hora más). Llegamos al hotel de Hurricane y hacemos check-in para dejar las maletas. Nos cobran la noche al hacer el check-in. Tengo que decir que en todos los hoteles pagamos con tarjeta de débito, una visa electrón, y en casi todos los restaurantes también nos la aceptaron. En el único sitio que tuvimos más problemas fue en las gasolineras, que tienen para pagar con tarjeta en el mismo surtidor, y muchas veces no nos funcionó ni la de crédito ni la de débito.

El hotel que hemos cogido es el Days Inn Hurricane. La habitación es grande, con nevera, microondas y cafetera, tiene Wifi gratis, desayuno incluido y está bastante limpio.

El hotel. Más típico, imposible.
La habitación del hotel.

Nos cambiamos de zapatillas y ponemos rumbo a Zion National Park. Comemos de camino en un Burguer King, donde descubrimos la mayor guarrada gastronómica del viaje, el bacon sudae. Sí, como lo lees, helado con bacon frito. Arrgggh... También compramos dos botellas de agua, unas Pringles y unas Oreos en una gasolinera.

Aaaarrrrggghh...

De Hurricane a Zion hay poco más de media hora. Llueve bastante por el camino pero al llegar al parque hace sol. Compramos el pase anual, que cuesta 80$ y nos vale para casi todos los parques que vamos a ver, menos los gestionados por los indios, pero lo vamos a amortizar porque las entradas a cada parque cuestan 20 o 25$. La ranger que nos da el pase también nos da un mapa y un folleto del parque donde vienen todas las cosas que hay que ver y los trails, su dificultad y duración, lo que nos viene genial.

Aparcamos el coche en el visitor center y cogemos el bus gratuito que te lleva por todo el parque. Zion es un cañón, con un río por el lecho, que recorres desde abajo, al lado del río. Además lo recorres desde abajo hacia arriba, es decir, al final del cañón está la parte más estrecha. Subimos arriba del todo y decidimos hacer un trail facilito, de una hora aproximadamente, que va al lado del río, por el fondo del cañón que se va estrechando. Está todo lleno de ardillas, a las que hacemos unas cuantas fotos. Al final de nuestro trail empieza otro mucho más difícil, en el que vas por el lecho del río, pero no vamos preparados ni estamos con la forma física necesaria. Nos contentamos con admirar el paisaje, que es alucinante. Nos cae un pequeño chaparrón de verano, que se pasa en cinco minutos, y menos mal porque no llevamos nada para cubrirnos...




Camino arriba.

Ardillita comiendo.

El final de nuestro camino y los valientes que continuaban.


El río más abajo.
Bajamos en el bus un poco de vuelta y hacemos otro trail fácil también, pero no tan bonito. Empieza a llover otra vez, pero ahora no parece un chaparrón, así que cogemos el bus hasta el coche y volvemos al hotel. Hemos estado toda la tarde en el parque. De camino compramos unas pizzas en un Domino's para llevarlas al hotel y cenamos en la habitación. Aprovechamos la Wifi, vemos unos capítulos de House y de Bones en la tele y nos vamos a dormir porque estamos destrozados.

Y en la siguiente entrada, nuestra visita a Bryce Canyon.

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