viernes, 3 de abril de 2020

Cinco años.

Hace cinco años ya que me convertí en mamá y, aunque hay veces que echo un poco de menos la etapa bebé (olvidándome de las cosas malas, claro, de sentirme una vaca lechera, de no dormir ni dos horas seguidas, del dolor de espalda por llevarla en brazos a todas horas, de no poder comer ni ir al baño sin tener un bebé encima), cada año que pasa me parece que es mejor ser la mamá de la chiquinina. Este ha sido un cumpleaños extraño. Habíamos planeado celebrarlo en un parque de bolas con algunos de sus amigos y la familia, pero no ha podido ser por la cuarentena. Al final la celebración ha sido los tres solos en casa, con muchas videollamadas soplando la vela de la tarta.

Ha cambiado un montón este último año. Veo las fotos de hace un año y le veo carita de casi bebé entonces. Ha crecido un montón, ya mide 107 centímetros y ha llegado casi a los 18 kilos, así que hemos tenido que jubilar la silla del coche. Hace un montón de cosas sola, aunque nos ha salido un poco vaguilla y tira mucho del "es que no puedo". Se viste y se desviste sola con ayuda, se ducha sola con ayuda para lavar el pelo, se lava los dientes, va al baño de forma totalmente autónoma, me ayuda a cocinar, sabe poner y quitar la mesa, me ayuda a poner la lavadora y tender la ropa, intenta pasar el aspirador (aunque se cansa porque pesa bastante), pasa el plumero, guarrea en el fregadero diciendo que friega los platos, intenta coger a Paul en brazos todo el rato. Ya casi nunca pide ir en brazos, a no ser que esté realmente cansada, aunque sigue necesitando mucho contacto físico y vive pegada a su madre (yo). Le encanta saltar en la cama y ya sabe dar volteretas hacia delante.

Pegadas desde 2015

Habla por los codos, pronuncia bien todos los fonemas menor la rr, que creo que es algo genético/familiar (yo tuve que ir al logopeda por eso mismo y tengo varios tíos que no la dicen bien). En el cole ya está con la lectoescritura a tope. Conoce las letras y los números y es capaz de escribirlos. Sabe escribir algunas palabras ella sola y reconoce muchas. Es una pena que no pueda ir al cole estos meses porque echa mucho de menos a sus amigos. Ya tiene su grupo de amigos en clase, con los que se lleva mejor. El año pasado estaba casi siempre con sus amigos Hugo y Héctor, pero ha empezado a jugar mucho más con otras niñas de su clase. Y es que ya está en época princesil a tope.

Mira que hemos intentado que no fuera una niña sólo con juguetes o ropa de niña, pero no hay manera, tiene sus gustos muy claros y si algo es rosa le encanta. Le flipan las princesas disney, las sirenas, estamos con Frozen 2 a tope, los disfraces, los complementos, el maquillaje, las joyas. Igualita que su madre (no). También le sigue encantando cantar y bailar, aunque vamos avanzando ya de los Cantajuegos y Pica Pica a nuevos géneros. Le gusta ver películas y series en la tablet, y cenar viendo Big Bang Theory con nosotros. Ya tiene bici de mayor (con ruedines) y le hemos regalado por su cumple unos patines de mayor. Si le coge el gusto lo mismo me compro yo unos también para hacer ejercicio con ella, que de pequeña me encantaba patinar.

¿Esto es la preadolescencia?
Sigue siendo cariñosa/arisca selectiva. Con quien quiere y cuando quiere, no te empeñes en pedirle un beso, que si no le sale no te lo va a dar. Como su madre, vamos (esta vez sí). Le cuesta menos quedarse con los abuelos, con la abuela o con los primos, así que su padre y yo hemos podido hacer algunos planes de novios este último año. Lo que no quiere todavía es quedarse a dormir sin nosotros, pero bueno, todo llegará. Hace dos años no podíamos casi ni ir al cine, así que mira, algo vamos avanzando. Tiene bastante carácter y es un poco cabezota (en eso se parece a los dos). Cada vez es menos tímida, aunque es bastante vergonzosa. Sigue siendo muy cauta y cuidadosa, muy perfeccionista. Es una niña alegre y feliz, que es lo más importante.

Dicen que con lxs hijxs cada vez es más difícil, pero de verdad que con ella no me lo parece así. Es fácil convivir con ella, llegar a acuerdos, a veces cede ella y otras veces cedemos nosotros. Me imagino que cuando pase a primaria, tenga más carga académica, y cuando se acerce a la preadolescencia, las cosas se irán complicando, pero ahora creo que estamos disfrutando de una etapa muy tranquila y especial, aprovechando a tope que todavía se deja achuchar, que todavía no nos quiere perder de vista XD

Y no me explayo más. Felicidades chiquinina. Un año más juntas es un regalo. Me encanta ser tu mamá.

Seguirá siendo mi chiquinina toda la vida.

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