Eclipse y renacer.
Esta noche, aproximadamente entre las 22.30 y las 24 horas tendrá lugar un eclipse total lunar. He aquí otra de las pasiones de mi vida (no sólo de humor vive el hombre): la astronomía. Si es que yo tenía que haber sido astrofísica, y no haber dejado la carrera de físicas a medias (o casi recién empezada). Hasta tuve un par de libros de Stephen Hawking y el Tipler para las clases de física de primero todavía anda por alguna estantería. Supongo que muchas de las personas que entran en esa interesante pero casi irrealizable carrera son unos apasionados de la astronomía. Mis amigas se meten conmigo y me llaman marisabidilla cada vez que vamos a algún sitio que se ve el cielo un poco más estrellado y empiezo: Mira la osa menor. Aquello de allí es Escorpio. Eso que brilla tanto es Sirio, que es la estrella más brillante. Eso no es una estrella, es un planeta porque no parpadea. Sí, creo que me lo merezco, a veces soy repelente (pero soy una máquina jugando al Trivial). De lo que más me gusta del invierno es ver Orión desde mi terraza, fumándome un cigarrito (casi todas las noches).
El eclipse anular que hubo hace año y medio fue impresionante. Lo vimos desde la calle al lado de casa sólo con unas gafas solares, préstamo de una amiga óptico, sin aumentos ni nada, así que lo que más me impresionó fueron los fenómenos adyacentes (por llamarlos de alguna manera). Los pájaros dejaron de cantar, cosa que creía que era imposible notar en Madrid, pero sí que se nota. Esa media luz a las once de la mañana. Y esas sombras en el suelo de los árboles. Impresionantes.
Bueno, y para quitarle un poco de hierro al asunto, que me ha quedado demasiado académico (¡No soy una empollona!), y para no variar en mis temas de conversación: más pruebas de que vuelve mi programa de televisión favorito (y de que este chico está hasta en la sopa): Entrevista
¿¿¿Macaulay Culkin??? Eso lo tengo que ver yo...