¿Más bigotes? Sí, gracias...
Sé que ya hice una breve mención a esto el otro día, pero no me podía resistir a explayarme un poco más en el tema. Es que me encanta el nuevo disco de The Killers (bueno, nuevo, nuevo...). No sé si me gusta más o menos que el anterior, aún no lo he decidido, pero me gusta (Mmmm... Sí, Mr Brightside es difícilmente superable).
Ahora, lo que me hace mucha gracia es la controversia que levantan. Sobre todo su vocalista, Brandon Flowers (¿Flores?), que es uno de los mayores bocazas de la música desde que Liam Gallagher se dio a la vida familiar. Las críticas les caen por todos lados: que si ha dicho que iban a hacer el mejor disco de los últimos veinte años y no es para tanto, que si se mete con Green Day porque reniegan de los EE.UU., que si es gay o bisexual o le da a todo un poco, que si se mete con los emo (porque sí), que si es todo una campaña publicitaria, que si ahora van de rockeros con bigotes y chupas de cuero...
Pues, no sé. A mi su música me gusta, y lo que hagan fuera de ella me importa un pepino, aunque me parece que en el fondo son unos cachondos. También me gustan Oasis y mayores escándalos se habrán visto pocos... Pero yo iba al fondo de la cuestión, a lo más importante, a lo más profundo y espiritual, a lo que realmente importa, a lo que responde al sentido de la vida, a lo trascendental, a... ¡Ese bigote! No sé qué me pasa últimamente que tengo fijación con ellos (y no entiendo por qué... ¡Ejem!). Al principio te dejan entre escandalizada e indignada, pero en el fondo no hay color, por muchos ojos pintados que hubiera antes (en este caso concreto). ¡Ains! Yo que siempre había sido de patillas... o por lo menos barbita de tres días...
Matadme, por favor...
The Killers - Read my mind.