El día después de... Muchachada Nui.

Han vuelto... y parece que no se fueron.

¿Quéeeee? Lo estabais esperando ¿eh? ¿Cómo no iba yo a hablar del esperadísimo estreno de Muchachada Nui con lo que he hablado ya del tema? Me he echo un poco (muy poco) de rogar, pero aquí están mis impresiones de la media hora (larga) que pasé anoche con los chanantes.

Las opiniones que vienen a continuación son personales, únicas e intransferibles, y como tales habrá gente que esté de acuerdo con ellas y gente que no, pero como digo siempre: pa gustos los colores, oiga. Intentaré ser breve y condensar todo lo que ronda mi cabeza al máximo.

1. Impresión general: Mi nota: Puta mierda. Bueno, vale, nooo... (explicación para profanos o para entendidos que quieran recordar grandes momentos). Tras terminar el programa me quedé con la misma sensación que tenía cada vez que veía un capítulo nuevo de LHC, una mezcla entre desconcierto, regocijo y entusiasmo muy curiosa. Sobre todo desconcierto, pero siempre he necesitado un par de sesiones para llegar al completo regocijo. Cuantas más veces veo un programa más me gusta. Soy un poco lenta, ya lo sé.

2. Puntos buenos: Sigue siendo LHC, sin ningún tipo de dudas, aunque un poco comedidos (espero que se suelten): misma estructura, mismas secciones con otros nombres (testimonios=celebrities, retrospecter=mundo viejuno, hever vs clever=gaticos y monetes, El gañán=Al fresco), mismo nivel de absurdo, mismo ritmo y sin publicidad (cosa muy de agradecer). La cabecera es enorrrrme, me ha encantado. Y lo mejor Marcial, Bono (¿Quieres a Bono en tu móvil? XDDD) y las animaciones.

3. Puntos flojos: Algún sketch fue un poco regulero, pero esto también sucedía en LHC, así que tengo poco que objetar. Poca presencia de Julián, le eché de menos. No me gustaron demasiado "El Bonico" ni el sketch de Cimas del aparejador. Y todavía (después de tanto tiempo) no estoy preparada psicológicamente para las animaciones de Areces. ¿¿¿Un tío casado con una orangután que caga por la barbilla??? ¡Qué ida de pinza pordiós!

Aquí está el programa para el que no pudiera verlo y no tenga el yutúf en el curro capado.

El otro día hablaba con Chubasco (que sabe mucho de tó) de música, de la paradoja que sufren muchos seguidores de algún grupo musical entre la popularidad y la exclusividad, entre que lleguen a la mayor cantidad de gente posible pero que no se vendan. A todos nos gusta formar parte de algo grande pero también nos gusta sentirnos parte de algo diferente y exclusivo. Y con estos programas de culto (me da la risa, bonito eufemismo para decir frikada) puede pasar algo así. Para los que seguíamos LHC era gratificante utilizar la jerga y dejar a la gente ojiplática, encontrar (tras mucho buscar) otros fans, disfrutar de algo peculiar y poco conocido. Por eso me darán reparo y me causarán excepticismo las voces que se alzarán (porque seguro que se alzarán) clamando que se han vendido, que ya no es lo mismo, que han perdido su frescura, que tal y que cual, cuando los niños por la calle empiecen a gritar Marciaaaaaaaallll, o tengan el politono de la sintonía, o qué sé yo...

No quiero que esto suene a defensa acérrima de mis chanantes (bueno, ahora... ¿muchachados? ¿muchachantes? ¿chachachás? ¿nuis? no sé...), habrá que esperar un par de programas para tener una opinión con base más sólida, pero a mí de momento no me han defraudado lo más mínimo. Ole, ole y ole.

Pos eso es todo, que no es poco.