domingo, 29 de diciembre de 2019

Un año de cambios.

Aunque tengo la impresión de que últimamente todos los años son de cambios, pero me imagino que estoy viviendo una época de mi vida en que lo normal está en ir consiguiendo metas y objetivos vitales, así que, que sigan los cambios :)

Este año el principal cambio ha sido a nivel laboral. Después de seis años trabajando en la misma empresa, dejé mi trabajo estable en un empresa privada y con horario de mañana para embarcarme en el mundo de la sanidad pública, las bolsas de trabajo y las suplencias cada vez en un sitio nuevo. Al final ha ido mejor de lo que yo esperaba, porque casi he trabajado seis meses en la pública desde febrero. He ganado mucho en remuneración económica (pero mucho mucho) y en salud mental y tranquilidad. He perdido en horario, porque en algunos contratos me toca hacer tardes, y en estabilidad, porque me suelen llamar de un día para otro y no sé cuándo me van a llamar. También he ganado en semanas de relax, de estar en casa, de tiempo para mí misma, en los periodos entre contratos. Que probablemente en cuanto acabe este contrato que estoy ahora, ese tiempo de relax y para mí misma se convertirá en tiempo de estudio, porque voy a intentar prepararme la oposición. Pero bueno, esas ya son cosas del año que viene.

Con la chiquinina ha sido un año muy tranquilo, ya adaptada a su cole. Cuando yo cambié de trabajo le costó un poco al principio acostumbrarse a pasar algunas tardes con los abuelos o la abuela, pero ya lo lleva mucho mejor. Y cuando no estoy trabajando, pues juntas 24x7 menos el rato del cole, así que ella encantada. Con Dani están siendo unos meses complicados por el horario de trabajo. No nos vemos mucho rato entre semana, pero intentamos mantener nuestro momento de cenar juntos y ver una serie. A ver si el año que viene consigue alguna mejora de horario o algo, porque es una faena que no llegue a casa hasta tan tarde.

Ha sido un año muy viajero también. Como dice mi #mariditosexy, como ahora soy influenssser pues les tengo todo el día de aquí para allá. Pero vamos, yo creo que no más de lo que hacíamos antes, lo que pasa es que ahora le pido que me haga fotos XD Este año arrancamos en enero en Dublín; seguimos en Semana Santa en Aveiro y Coímbra; en mayo fuimos a Roma, Florencia y Pisa; en julio fuimos a Toledo y repetimos en praia de Mira; en septiembre fuimos a Salamanca un finde; en el puente de Todos los Santos fuimos a Valencia y a mediados de mes, a Ibiza; y diciembre también ha tenido sus dos viajes: Lisboa y Colonia. Más no se puede pedir.

De salud, que es mi deseo todos los años, no vamos mal. Por lo menos este año no hemos tenido sustos grandes. Quizá la que peor ha estado he sido yo, con la fractura del radio y otras cosillas que tengo por ahí en revisión. Se nota que ya soy una señora de mediana edad.

Y al año que viene, así tan redondito el 2020, le pido sólo tres cosas: más salud para todos los que quiero, que mi salto al vacío laboral no acabe siendo una estampada y que Dani se siga quejando de que le llevo a muchos sitios ;)

¡Feliz año nuevo!

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