miércoles, 18 de abril de 2007

¿Belleza?

Hoy, yendo al curro en autobús, estaba ojeando un periódico gratuito y me ha llamado la atención un anuncio de una revista del corazón que anunciaba a bombo y platillo que las famosas son humanas y tienen celulitis. ¿Y? ¿Me lo dices o me lo cuentas? Eso ya lo sabía yo. Amos a ver... si a cualquiera la photoshopean como a ellas estamos todas tremendas, y la Moss es un palillo andante a nuestro lado y la Beyoncé tiene un culo pa forrar pelotas... Me ha hecho gracia una de las fotos que ejemplificaba el reportaje: Scarlett Johansson (buscando la foto me he dado cuen que este tema ha dado mucho de sí por la red).

Esta chica me parece una de la más guapas, sensuales y naturales de ese mundillo del artisteo. ¿Que tiene curvas? Ole por ella, así tiene de dónde agarrar. ¿Que tiene celulitis? Si es algo que afecta al 90% de las mujeres, no entiendo qué tienen las actrices y cantantes de especial para no tenerla. No han sido seleccionadas genéticamente, que yo sepa ¿no? Lo que no entiendo es que sea noticia algo que es normal. No me extraña que haya niñas matándose de hambre en esta sociedad si nos venden que sólo triunfa la perfección absoluta y nos engañan haciéndonos creer que existe (la perfección y el triunfo gracias a ella). Pero éste es un tema demasiado serio para meterme a fondo con él aquí y ahora. Ya tocarán otro día cambios radicales y demás barbaridades.

Sí que me gustaría comentar otra reflexión sobre la belleza. Pero no la humana, en este caso. Madrid me parece una de las ciudades más preciosas que he conocido en mi vida. Y he conocido muchas (pero me ciega el amor por ella). Por eso, cada vez que vuelvo del trabajo por la N-I hacia Plaza de Castilla me entran los sudores fríos al ver la
monstruosidad que están haciendo en la antigua ciudad deportiva del Real Madrid. Me producen entre angustia y desasosiego cada vez que paso a escasos cincuenta metros de ellas. No entiendo por qué exactamente, pero es lo que siento.

Desde luego, Madrid no me parece una ciudad de rascacielos, y mucho menos de esas dimensiones. No estamos en Nueva York o Tokio. No me gustan. Me hacen sentir indignación y cabreo a partes iguales (ya sé que es lo mismo, pero lo siento el doble). ¿Qué será lo próximo que harán para estropear mi Madrid? No me lo digas... prefiero no saberlo.