lunes, 18 de enero de 2016

De fiebres, falta de sueño y el retorno (in)esperado.

La chiquinina lleva diez días con fiebre. Los últimos días no todos los días, hay algunos que sólo tiene décimas, pero se nota que no está bien del todo, y nos está pasando factura a todos. Llevamos tres visitas al pediatra y una a urgencias del hospital, y no han encontrado nada, así que el diagnóstico ha sido un virus y el tratamiento, Apiretal cuando le subiera la fiebre. Al principio tenía tos y mocos, pero lleva ya unos días sin ellos. Además, lleva diez días sin comer prácticamente. Sin comer sólidos, lo único que come es pan, alguna galleta, tortita de arroz y teta, eso sí, teta a todas horas. Me siento como cuando tenía un bebé de tres meses otra vez.

Como consecuencia de todo esto, llevamos unas cuantas noches bastante infernales. Yo estoy para choped, en serio. Hemos vuelto al colecho puro y duro porque en la cuna (que está a treinta centímetros de mí) se despierta cada media hora o menos. Cuando está pegada a mí por lo menos aguanta algunos ratos de un par de horas o tres... Con lo bien que estábamos durmiendo hace dos semanas.

Y para adornarlo todo con un lacito rojo, ayer volvió mi menstruación, después de un año y seis meses sin verla. Dieciocho meses, que se dice pronto. Por un lado no la esperaba todavía, porque la niña todavía mama un montón, aunque es verdad que por las noches estaba haciendo una toma o dos antes de estos días de descontrol. Y por otro lado la esperaba, porque hace dos semanas noté que estaba ovulando (dolorcillo en la tripa y molestia cuando la peque tomaba el pecho). Así que me da la impresión que estoy cerrando una etapa, el puerperio, porque está cambiando la forma en que me siento, física y psicológicamente. No sé si escribiré sobre esto porque es un poco complicado de explicar, es un poco íntimo y no me sobra el tiempo, pero es curioso lo sabio que es el cuerpo, y lo bien que nos iría si lo escucháramos un poco más. Como anécdota diré que me fui de casa sin llevarme nada para cambiarme, claro. Como para acordarme que ya no llevaba ni un tampón en el bolso, dieciocho meses después XD

Mañana volvemos al pediatra, aunque llevamos desde el sábado por la noche sin fiebre. A ver si terminamos de remontar, que para una vez que se pone mala mi peque, se la ha cogido pero bien.

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