sábado, 1 de agosto de 2009

En transición.

Me siento rara. Estoy en periodo de transición. Ya no estoy en el CSM, pero todavía no he llegado a la planta. Me siento en medio de dos periodos, de dos situaciones. Pero bueno, al menos no hay nervios ni ansiedad. Sólo un poco de pena por haber dejado a mis compañeros del centro de salud. Y un poco de expectación por lo que me viene en los próximo cuatro meses. Ya iré contando mis aventuras y desventuras con los pacientes psiquiátricos agudos, que seguro que da para mucho.

Encima ya me siento como si hubiera pasado la mitad del verano. Queda todo Agosto y tres semanas de Septiembre, pero para mí el mes veraniego por excelencia es Julio. Decir "Adiós Julio, hola Agosto" es casi ver cómo se está acercando el final del verano. Soy una exagerada, lo sé. Será el no haber tenido vacaciones todavía, que me estreso un poco más de lo necesario...

Por lo demás el finde se presenta tranquilo y normal. Rutinario. Me gusta. Ayer cenamos con unos amigos que tienen un bebé de cuatro meses. Qué cosa tan bonita (Hipnosapo, sí, ya lo sé). Cuando digo estas cosas Dani me mira con cara de susto y aprovecho para chincharle un ratito :P En fin, que tienen un niño que es para comérselo, pero yo de momento no me siento preparada para asumir esa responsabilidad. Mi instinto maternal todavía no se ha desfosilizado lo suficiente.

A ver si vamos al cine un día de estos, que se me están acumulando las películas. De momento la que encabeza el orden de prioridades es Up, que tiene pinta de ser tan buena como Wall-E o mejor. Ya contaré qué tal, con una crítica de pacotilla pormenorizada.

Y descansar, tomar unos copazos y dormir todo lo que pueda. Tampoco tengo mayores aspiraciones para el fin de semana :)

¡Ah! Y el musicote, claro.

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