jueves, 25 de julio de 2013

De cómo pasa el tiempo (y no despacico, precisamente).

Hoy cumplo treinta y dos años. Ahí es ná. Casi nunca me importa decir la edad que tengo porque me gusta cumplir años. Ya lo dije una vez: peor sería si no los cumpliera. Aunque de vez en cuando también me gusta que me echen veintiséis (años, claro), cosa que me ha ocurrido en varias ocasiones últimamente. Porque, joer, también tengo mi punto coqueto y me gusta seguir pareciendo joven.

En fin, que hoy va a ser un cumpleaños raruno, porque hace muchos años que no me tocaba trabajar el día de mi cumpleaños. Por lo menos desde hace cuatro años o he estado de vacaciones o era festivo. Y hace un año estaba en San Francisco, dando paseos, tomando vinos californianos y despidiéndome de los leones marinos. Así que eso de tener que ir a cumplir mis obligaciones, en lugar de pasarme el día celebrándolo, pues me jode, no lo voy a negar. Pero bueno, la vida adulta es así.

Me despido de los treinta y uno, que han sido un buen año. Ha sido mi primer año de casada y el año que he conseguido mi primer trabajo de psicóloga clínica, así que no ha estado mal. Me parece mentira lo rápido que ha pasado el año, pero creo que eso también es intrínseco a la vida adulta XD

Y doy la bienvenida a los treinta y dos, que espero que sea un año aún mejor.

2 comentarios:

Quico dijo...

Desde este tradicional post tuyo, te mando la tradicional felicitación de mi parte. Cosa que me hace pensar que, recordando la de veces que te he felicitado en un comment, sí, el tiempo pasa volando!!!! WTF?!?!

Esta frase tuya de "peor es no cumplirlos..." la he apadrinado y ahora la digo siempre en todos mis cumpleaños xDDD

Muchas Felicidades!!!

Ana dijo...

¡Muchas gracias, Quico! Y esperemos que muchos años más :)