Más cinefilia... o eso creo.

Ains... Qué bonito es el romance aventurero.

El sábado lo dediqué a descansar y ver películas atrasadas. La verdad es que me vino bien, me acosté antes de la una de la mañana y dormí once horas del tirón. Y me levanté sólo porque ya me dolía la espalda de estar tumbada tantas horas, si no hubiera seguido vagueando tan a gusto. Con el descanso, el domingo pude aprovechar para adelantar algo de curro.

Pero me voy a centrar en el tema, que es dar mi pequeña opinión sobre las pelis que vi el sábado.

La primera que vi (fue el miércoles, pero da igual, las meto todas en el mismo saco) fue Closer. No me gustó nada. Y eso que tenía ganas de verla, pero me la esperaba menos truculenta, menos sórdida. Cuenta la historia de dos parejas, que se lían y se engañan entre sí, y habla de personajes totalmente incapaces de querer y mantener relaciones adultas.

No sé, en mi opinión, no hace falta ser tan rebuscado para contar una historia que no sea bonita y feliz. No hace falta que los personajes sean tan amargados e inmaduros. Ya sé que cualquier relación es complicada, pero no creo que haga falta contarla así. Al final los personajes quedan completamente planos, los cuatro son unos infantiloides, sin capacidad de asumir responsabilidades y con una necesidad de afecto tan grande que acaba desbordando al que está enfrente. Me dejó con una mezcla de indiferencia y mal cuerpo. Ni siquiera mereció la pena el ver a los macizos de Jude Law y Clive Owen.

Recomendable para el que le guste escarbar en la miseria humana.

La segunda que vi fue Australia, a ver si Hugh Jackman lograba quitarme el mal sabor de boca. Pues sí, lo logró. A ver, no es una obra maestra del cine, pero tiene lo que se le pide a este tipo de películas: romance, aventuras, humor y algo de drama: Hay asesinatos, hay un malo que te dan ganas de matarle, hay una niña mimada de clase alta que se enamora de un vaquero, hay un niño huérfano que encuentra una familia, hay gente que desafía la xenofobia de la época, hay una Guerra Mundial...

La historia clásica de todos los tiempos: chico conoce a chica, chico pierde chica, chico recupera chica. Predecible de principio a fin, pero a veces es lo que se le pide a una película de este tipo. Me hizo soltar alguna lagrimilla de emoción, no sé si porque realmente es emocionante, o porque yo estaba un poco sensiblona con el tema romántico. Lo mejor: la fotografía y el cuerpazo del señor Jackman (cualquier mujer que la haya visto me entenderá perfectamente).

Recomendable como película de amor y lujo.

La última que vi fue La crisis carnívora, el primer largo que se hace con animación flash en nuestro país. El encargado de "animarla" es Niko, el alma de mi querido Cálico Electrónico. Trata de un grupo de animales que han llegado al pacto de no comerse entre ellos, el pacto vegetariano, y cómo una hiena desesperada por comer carne, hace que se vaya todo al traste y descubre que la cosa no era tan bonita como parecía.

El comienzo de la película es fuerte, ya que el narrador es Joaquín Reyes. Me dio la impresión que Enjuto iba a salir de un momento a otro en la pantalla, pero no fue así. El final, también apoteósico, con Hijo de Puta Más sonando en los títulos de crédito. Y el meollo... pues bien. Hace gracia reconocer la voz de los actores de doblaje, y que la hiena protagonista esté doblada por Enrique San Francisco, es indicador de que alguna carcajada vas a soltar. También mola escuchar a Pablo Carbonell, Pedro Reyes, Álex Angulo o Carlos Sobera. Las tomas falsas al final, a lo Cálico, también son acojonantes.

Recomendable para pasar un buen rato.

Y ya. Todavía tengo algunas pendientes, así que en un futuro próximo intentaré hacer otra entrada cinéfila, con mis inútiles opiniones sobre Slumdog Millionaire, La Lista, Duplicity o The International. ¿Alguien tiene alguna recomendación?