Recuerdos.
Lo bueno (o lo malo) de internet es que parece que todo es una novedad y en realidad las cosas se repiten constantemente (lo que lo hace menos inabarcable de lo que parece en un principio). Para hacer honor a esta tradición copio (soy una plagiadora) la idea que ya he visto de algún blog que sigo habitualmente. Qué mejor manera de empezar la semana que recordando el pasado y escrutando el interior de una misma, para así no tener que pensar en los largos días que quedan para el viernes.
YO HACE 10 AÑOS: tenía 15 añitos de ná. Fue la época que empezamos a salir de marcha, el segundo año de instituto. Estaba coladita por un tío (como siempre). Conocí a la mayoría de mis actuales y más íntimas amigas, lo que la convierte en una época muy especial. Era completamente antisistema, llevaba pantalones pitillo de cuadros escoceses, camisetas de los grupos que me gustaba y el pelo rosa chicle. Quién me ha visto y quién me ve.
YO HACE 5 AÑOS: Estaba en la facultad, terminando el segundo año de la carrera, el peor que recuerdo de todos. Por esta época estaría enclaustrada en la biblioteca doce horas al día, con María, Fer y Vanesa, y David y sus amigos. Nos lo pasábamos pipa. Llevaba un par de años con David y pensaba que el amor era eterno, profundo e inquebrantable (cosas de la primera relación seria...).
YO HACE UN AÑO: Tras unos cuantos meses de soltería estaba empezando a superar la peor época de mi vida (darme cuenta que el amor no era como yo pensaba). No me imaginaba que iba a pasar el mejor verano de mi vida ese año, ni que en breve volvería a fumar. Tuve el mejor jefe que he tenido nunca. Acabábamos de conocer a Isra (ainsss) y de asistir al primer concierto de Fábula (y lo que nos quedaba todavía).
AYER: Ver la motos, olvidarme de felicitar a mi madre, comer en la terraza, salir a buscar el modelazo de la boda y, como siempre, tarde tranquila de cañas por la Latina, con Vane. Entramos a un bar que acababan de abrir nuevo y me soplaron 2.80 euros por un txacolí. Casi me caigo de culo. Dimos un gran paseo por Callao, Preciados, Sol, Arenal, Ópera, Plaza de Oriente, Bailén y subir por la carrera de San Francisco a la plaza de la Cebada. Hablamos de lo que nos gusta Madrid y de irnos a vivir al centro.
HOY: Pues un asco de lunes, toda la mañana currando, hablando por teléfono con la peña. La única anécdota destacable hoy ha sido la llamada de una monja, que me ha hecho darme cuenta de que las religiosas también hacen la declaración de la renta. Si ya lo dice el anuncio: Hacienda semos todos. Y ahora a la biblio a estudiar un rato. Ya estoy remoloneando bastante, la verdad.
5 CANCIONES QUE ME SÉ LA LETRA: Me sé la letra de miles de canciones (ojalá retuviera otras cosas con la misma facilidad), pero de mis favoritas... Wonderwall de Oasis, Basket Case de Green Day, Parklife de Blur (y me la sé entera, no sólo el estribillo), A Scratch in my Skin de Sexy Sadie y I Miss You de Incubus. ¡Toma ya! Todas en inglis pitinglis.
5 COMIDAS FAVORITAS: Soy de muy buen comer. Afortunadamente Dios (o la genética más bien) me ha dado un peso estándar que sólo varía cuando dejo de fumar (y no más de dos o tres kilillos). La pasta sin duda alguna en cualquier preparación posible, las lentejas, la tortilla de patatas, los percebes y... ¿la cerveza? Ya, no es una comida, pero alimenta que da gusto.
5 JUGUETES FAVORITOS: El vibr... digooo... ¡Ah! ¿De la infancia? Pues los playmobil con bici (con lo que jugábamos mi hermano y yo a los bicivoladores), los disfraces (de cualquier cosa que tuviera capa), mi Ruby (muñeca rubia que aún conservo), la bici (en verano) y la imaginación con la que podíamos jugar a miles de cosas, desde la Tortugas Ninja hasta al Coche Fantástico (pasando por Bola de Dragón, el Equipo A, Karate Kid, McGuiver y esas cosas ochenteras).
5 LUGARES PARA VISITAR: Volvería sin dudarlo ni un instante a Berlín, Munich, Roma, Salamanca y Conil de la Frantera tantas veces como hiciera falta.