Sin concierto pero con curro.

Hoy me han ofrecido un curro nuevo. Empiezo el lunes. Es un trabajo más administrativo que telefónico para un banco alemán. Y también está a tomar por culo (no aprendo de Chusa, que trabaja ahí al laíco). Lo bueno que tiene es que es más o menos estable (por obra sin fin de obra), el horario es de mañana, me dan vacaciones en verano (pero no sé si me podré ir a Polonia, o donde vayamos) y no estoy contratada por la ETT. Estoy más o menos contenta. No es el trabajo de mi vida pero algo es algo.

El martes, como estoy a verlas venir, al final no fui al concierto de los Killers. Pero estuvimos un rato fuera, en los aledaños de la plaza de Ventas, escuchándolos -y viendo el percal... ¡Mae mía!-. Es lo que tiene vivir medianamente cerca, que te puedes dar un paseíllo hasta allí. Se oía muy bien -quien no se consuela es porque no quiere-. Pues allí estábamos, Vane y yo, cuando se nos acercan dos chicos a vendernos unas entradas. Resulta que uno de ellos, Jacobo, era amigo de una compañera de la facultad de Vanesa. Además de tener un grupo musical muy principalero -no sé qué de los Grillos-. Casi nos venden dos entradas VIP -con barra libre y todo- por cincuenta euros, que era todo el dinero que llevábamos entre las dos. Al final encontraron a unas que les daban algo más. Está claro que en ciertas situaciones no te sirve de nada conocer a la gente. La pela es la pela. Pensar lo acojonante que hubiera sido ver a los Killers y los Smashing con copazos por veinticinco euros... Ainsss, de ilusiones también se vive...

Por cierto, vimos al Johann Wald por allí y estuve a puntico de decirle: Ey Yoján, ¿dónde te has dejao al Ernesto?

PD: Venga, no voy a ser pesada con mi Brandon Flores. Pondré un vídeo de los Smashing que también molan un puñao:

Smashing Pumpkins - Tonight, tonight.

PD2: Mañana me voy de boda a Badajoz, así que podéis descansar de mí unos días (Majo y Chusa: disfrutad y aprovechad para ponerme verde ¡jejej!). El lunes contaré.